Qué se juega en la IV Conferencia de Financiación al Desarrollo de Sevilla

Del 30 de junio al 3 de julio de este año se celebrará en Sevilla la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (Ff4D) de Naciones Unidas. Se reúne en un momento de crisis económica y geopolítica internacionales, que han supuesto un importante bloqueo en el esfuerzo de implementación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. La brecha de financiación alcanza ya en los últimos cinco años los cuatro billones de dólares anuales.

En el núcleo de esta crisis está la deuda externa, que totalizó la cifra sin precedentes de 8,8 billones de dólares en 2023, según el Banco Mundial. El servicio de la deuda se ha doblado en una década, hasta los 971 mil millones de dólares anuales, y el pago de intereses fue de 406 mil millones. A las puertas de la Conferencia, una docena de países están en quiebra y casi una cuarta parte de los Estados miembros de Naciones Unidas, los más pobres, han declarado moratorias y están renegociando su deuda. Es la situación más grave en la financiación internacional para el desarrollo en dos décadas y, de hecho, el flujo de financiación se ha revertido y actualmente los países en vías de desarrollo transfieren más capital a los países desarrollados que la ayuda oficial al desarrollo.

Las Instituciones de Bretton Woods, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), han vuelto a reimponer la línea de austeridad neoliberal a los países deudores tras la crisis del covid. El objetivo central de Naciones Unidas es reformar las instituciones de Bretton Woods y volver a situar en primer plano la necesidad de aplicar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), porque “el sistema está moralmente en bancarrota” y “es un sistema creado por los países ricos para beneficiar a los países ricos”. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, no encontró otro Estado del G-20 dispuesto a organizar la IV Conferencia que España.

La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) cayó globalmente un 9,6% en 2024, situándose en los 212 mil millones de dólares y la OCDE estima que caerá aún más, otro 9-17% en 2025. La causa fundamental fue la reducción de las contribuciones a las organizaciones multilaterales (-10,9%) y los fondos destinados a mantener a Ucrania ante la invasión rusa (-16,7%). Solo cuatro países miembros de la OCDE (Noruega, Luxemburgo, Suecia y Dinamarca) han alcanzado el objetivo de destinar el 0,7% de su PIB a la AOD. España se encuentra, tras aumentar en 2023 y 2024, en el 0,25% de su PIB.

Si la transferencia de recursos del Norte al Sur global vía AOD parece incapaz de afrontar la herencia del neocolonialismo y el subdesarrollo, el énfasis recae en la gestión de la deuda externa, el mecanismo más importante de extracción de riqueza de los países subdesarrollados por los países ricos. Para ello es urgente una reforma de los mecanismos de decisión y gestión de los grandes bancos de desarrollo, de manera que su mandato sea promover los ODS adoptados por la asamblea general de Naciones Unidas. Pero los mecanismos de decisión de estos bancos están en manos de los acreedores de deuda externa y la marginación de los Estados deudores.

En los próximos meses debemos discutir y acordar cómo reforzar el movimiento de solidaridad con el Sur global en todos sus aspectos

La cuestión para el secretario general de la ONU es cómo cambiar esa correlación de fuerzas. A corto plazo, aumentando el flujo de préstamos al Sur global, revirtiendo las políticas neoliberales. Renegociar la deuda externa con paquetes de cancelación de deuda injusta y abusiva, obligando a los acreedores públicos y privados a negociar, establecer condicionantes que aseguren suelos mínimos de gasto social e infraestructuras en el Sur global –una cláusula de exclusión para los ODS – frente a la presión del servicio y el pago de la deuda, ampliar la utilización de los derechos especiales de giro de los países ricos.

Pero también es esencial reformar los mecanismos de gestión, de manera que se asegure que los análisis de Sostenibilidad de la Deuda del FMI y el BM integran los ODS y los intereses de los Estados afectados por la deuda en los planes anuales para el desarrollo sostenible.

La Coordinadora de ONGs para el Desarrollo (CONGD) de España ha elaborado una importante aportación sobre todas las cuestiones que debe abordar la IV Ff4D que se puede consultar aquí. Por su parte, el primer borrador de las conclusiones de la IV Conferencia, que se está negociando con muchas dificultades, se puede consultar en inglés.

Como se puede ver en ambos documentos, la agenda de la IV Conferencia implica un análisis general del fracaso del sistema de financiación internacional surgido de la Conferencia de Bretton Woods, pero centrado en la situación del Sur global y el cumplimiento de la Agenda 2030. Son los primeros pasos hacia la construcción de un horizonte alternativo de regulación y gestión del sistema económico internacional. En medio de la guerra arancelaria de la Administración Trump puede parecer utópico. Pero la cadena de quiebras por la deuda externa, la inestabilidad social agravada por las consecuencias del cambio climático, el crecimiento de la pobreza y de las migraciones para escapar de la miseria, son muy reales y se concretan en millones de víctimas tanto en el Sur como en el Norte global.

La distopía del capitalismo global exige concretar la esperanza ecosocialista. En los próximos meses debemos discutir y acordar cómo reforzar el movimiento de solidaridad con el Sur global en todos sus aspectos, recuperando las movilizaciones de los Foros Sociales y proponiendo mociones y legislación que, paso a paso, concrete la solidaridad antiimperialista.

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Agustín Santos Maraver es diplomático, ha sido Embajador de España ante la ONU (2018-2023) y es el portavoz de Sumar en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados.

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