80.000 personas han muerto en Siria desde que comenzó la guerra

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, la cifra de muertos en el conflicto sirio asciende a 80.000. 

Tras dos años desde el inicio de la revolución, casi la mitad de los muertos en las protestas de la revolución y posterior guerra, son civiles. Naciones Unidas había estimado el número de muertos en 70.000, aunque diplomáticos y funcionarios de la organización declaran que la información está desactualizada.

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Desde julio de 2012, el Observatorio hace recuentos diarios de número de fallecidos y heridos por ciudades o ataques determinados. En marzo de 2013, Amnistía Internacional lanzó un comunicado para pedir la presión internacional contra los abusos en Siria. Amnistía considera que, a pesar de la evidencia de los crímenes de guerra y otras violaciones graves por parte de las fuerzas gubernamentales, también ha tenido lugar una escalada de violencia por parte de grupos de la oposición “que recurren cada vez más a la toma de rehenes y a la tortura y las ejecuciones sumarias de soldados, miembros de milicias progubernamentales y civiles”.

Por su parte, Human Rights Watch denuncia que desde 2012 “el levantamiento en Siria” se volvió cada vez más sangriento por la represión del gobierno contra las protestas antigubernamentales y las milicias progubernamentales conocidas como shabeeha, “que continúan deteniendo a detenidos y cometiendo ejecuciones extrajudiciales en las zonas bajo su control”.

Además, HRW denuncia que muchos activistas políticos siguen detenidos en régimen de incomunicación. Algunos llevan más de un año, “y personas han sido juzgadas por ejercer sus derechos”. Las fuerzas de seguridad “utilizan métodos de tortura que incluyen palizas prolongadas, con porras y cables, obligan a los detenidos a adoptar posiciones de estrés dolorosas durante periodos prolongados de tiempo, o son sometidas a prácticas de electrocución, acoso sexual,  y simulacro de ejecución”.