Alerta democrática por cocaína

Más de siete millones de correos electrónicos de la Fiscalía de Colombia, entre ellos la correspondencia con embajadas y gobiernos de todo el planeta. Un sinfín de mensajes, audios, imágenes, PDF, hojas de cálculo y calendarios, en su mayoría con fecha entre 2017 y 2022, que dan acceso a los secretos del negocio global del narcotráfico. Rara vez la redacción de un periódico dispone de un material tan impresionante sobre el que trabajar. Y más raramente aún ese periódico tiene la oportunidad de hacerlo en cooperación con toda una red internacional de medios de investigación.

Pues bien, eso es lo que ha ocurrido esta vez.

Ese ha sido el desafío al que se han enfrentado durante meses más de 40 medios, entre ellos infoLibre, miembro de la red Organized Crimen and Corruption Reporting Crime (OCCRP), que tuvo acceso a la histórica filtración. Decenas de periodistas han trabajado a partir de la información de la Fiscalía verificando datos, siguiendo pistas, entrevistando a delincuentes, víctimas, policías y autoridades, cosechando información complementaria, hablando con expertos, recabando antecedentes y contexto.

El resultado es NarcoFiles: el nuevo orden criminal, una panorámica nunca antes vista del más poderoso negocio ilegal del planeta, que mueve cantidades fabulosas de dinero mientras provoca muerte y devastación social, lesiona las arcas públicas y destroza el medio ambiente. Un negocio letal no sólo en términos de salud pública, sino también para la democracia misma, que se corrompe al contacto con el polvo blanco.

La investigación, publicada en exclusiva en España por este periódico, permite identificar grupos, líderes, rutas y estrategias del narco global. Sus resultados muestran la naturaleza cada vez más sofisticada de una actividad que desborda las imágenes estereotipadas, combinando ahora el recurso a la violencia con una creciente profesionalización basada en la cooperación entre grupos y el uso de alta tecnología.

NarcoFiles arroja además una preocupante conclusión: España se ha convertido en un nodo fundamental de toda una vasta red criminal transnacional. Lo cuentan con detalle los periodistas Begoña P. Ramírez, de infoLibre, y Víctor Méndez, de Narcodiario, que han trabajado juntos para esta serie: la Mocro Mafia holandesa, el cártel de los Balcanes, la 'Ndrangheta, el clan irlandés Kinahan y los grupos colombianos y mexicanos mantienen estructuras estables en España, país erigido en enclave privilegiado para el blanqueo de capitales. Especial atención para la radiografía del narconegocio merecen los puertos –Algeciras, Valencia, Barcelona, Málaga, Vigo, Bilbao–, convertidos en "un problema importante de corrupción", como alerta la fiscal jefe antidroga, Rosa Ana Morán. “Hay que evitar que Valencia se convierta en Amberes”, advierte. No es una advertencia cualquiera.

Hay que tirar a la papelera todas las ideas preconcebidas sobre cómo funciona el negocio de la droga. Y esto vale tanto para su operativa global como para el papel de España, que ha dejado atrás su condición de mera puerta de entrada de la cocaína y el hachís para alzarse con el título de gran productor de droga de la UE. Eso sí, su papel vital en las rutas de la droga y el dinero sucio contrasta con la escasa fuerza de los grupos criminales nacionales. Sólo hay tres organizaciones, las tres gallegas, con músculo suficiente para completar el negocio de principio a fin. Los españoles son transportistas, blanqueadores, rescatadores... pero los grandes capos son de fuera. Al menos, de momento.

El narco global es hoy una hidra de la que brotan dos cabezas en cuanto la Policía tiene el acierto de cortar una. Con la demanda global de cocaína en alza y su mercado creciendo en Asia, África y Europa, las grandes organizaciones del narcotráfico parecen haber razonado que hay tarta para todos y que ganan más cooperando y refinando sus métodos empresariales que ocupando las páginas de sucesos. Los días en que un solo cártel se hacía cargo de toda la cadena de suministro han quedado atrás. Hoy se impone la colaboración en redes fluidas que se reparten los papeles a lo largo de todo el ciclo de producción, distribución, venta y blanqueo de los beneficios. NarcoFiles repasa casos concretos que permiten ver punto a punto, desde Latinoamérica a Europa, el viaje de la droga y el dinero, con su rastro de crimen y destrucción.

Si el trabajo en red hace más difícil aún de combatir esta lacra, tiene perfecto sentido que sea el periodismo en red, como el desarrollado por OCCRP, el que presente a lectores de todo el mundo esta completa radiografía del fenómeno. NarcoFiles no sólo levanta acta definitiva del fracaso de la "guerra contra las drogas" tal y como fue concebida por Estados Unidos hace ya más de cuarenta años, sino que invita a superar el diagnóstico y la persecución fragmentada de un tipo de criminalidad que ha crecido sin control durante demasiado tiempo, hasta el punto de ostentar ya un poder que parece imposible de doblegar.

Los gobiernos –el español, claro, entre ellos– afrontan un reto de época, ante el que harían bien en arremangarse y usar todos los recursos a su alcance, singularmente los que puedan prestar las grandes empresas tecnológicas. Mañana podría ser tarde.

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Ángel Munárriz es Jefe de Investigación de infoLibre.

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