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Asesores, asignaciones y viajes: así financian Congreso y Senado las arcas de los partidos

Sesión constitutiva de la XIII Legislatura en el Congreso.

Yolanda González

La pérdida de poder de los partidos políticos en unas elecciones generales lleva aparejada una pérdida de las subvenciones que reciben las formaciones en base a su representación parlamentaria. Con este dinero, los partidos pueden permitirse la contratación de asesores, asistentes y otros gastos que ocasione el desempeño de la actividad de sus señorías. A menos representación, menos dinero. Y, por tanto, en estos contextos toca apretarse el cinturón. 

Es, por ejemplo, lo que le ha ocurrido al Partido Popular de Pablo Casado después de que, tras las generales del pasado 28 de abril, viese reducida de forma muy significativa su presencia en el Congreso, de 137 a 66 escaños. En Génova niegan un ERE pero ya han empezado a dar los primeros pasos para prescindir de veteranos trabajadores que en los últimos años han estado en la Cámara Baja como asistentes de varias comisiones parlamentarias. No será hasta el momento en el que quede claro el mapa de reparto de poder autonómico y municipal cuando los conservadores tengan clara la magnitud total de los recortes a realizar, señalan las fuentes consultadas por este diario.

Junto a las subvenciones que los partidos reciben de las arcas del Ministerio del Interior, otra vía de entrada de dinero en los partidos es la que proviene de los presupuestos del Congreso y del Senado.

infoLibre repasa las diferentes inyecciones de dinero que corresponden a los partidos en base a sus resultados en las urnas.

  Asistentes (y asesores)

Uno de los primeros asuntos que se puso sobre la Mesa del Congreso cuando empezó a funcionar en esta XIII Legislatura fue el de la posibilidad de aumentar a 0,9 por diputado el número de asistentes que se sufragan con cargo a las arcas de la Cámara. Esto supone que haya casi un asistente por parlamentario.

En la XII Legislatura, el ratio variaba en función de los resultados electorales. Así, al PP le correspondieron 103 asistentes con un ratio de 0,77 por diputado. 65 asistentes le correspondieron al PSOE en base a la misma ratio, calculada sobre los 84 diputados que obtuvo; 52 al grupo de Podemos y 25 a Ciudadanos. A ERC, con nueve diputados, le correspondieron siete asistentes. Cuatro al Grupo Parlamentario Vasco (5 diputados en la pasada legislatura) y 15 al Mixto, que en total estuvo integrado por 19 parlamentarios.

El reparto oficial de asistentes no ha sido todavía fijado, pero, salvo sorpresas, la ratio ahora será del 0,9%. Así, el PP estaría en disposición de contar con uno 60 asesores. Teniendo en cuenta los 103 de la legislatura pasada, perderá más de 40.

Con la sesión constitutiva de las Cortes cesaron de forma automática –son personal eventual–  todos los asistentes. Los grupos que quieran seguir contando con el mismo personal han de volver a contratarlo.

Lo mismo ocurrió en el Senado, donde el número de asistentes es considerablemente menor. En la pasada legislatura, por ejemplo, sólo trabajaron 37 asesores para todos los grupos.

Esto no implica que los partidos no puedan contratar a más asistentes que los que el Congreso fija en este apartado. Pueden hacerlo con cargo a otro tipo de subvenciones que también salen del presupuesto de la Cámara [ver siguente apartado].

En 2018, el Congreso de los Diputados destinó 9.135.000 euros a pagar a su personal eventual. Por su parte, el Senado destinó 2.196.700. Con estas cantidades como base, el sueldo de estos trabajadores superaría, como norma general, los 2.000 euros mensuales en catorce pagas.

De asistentes... a asesores

Desde el año 2012, al reparto tradicional de asistentes por grupos parlamentarios se sumó una nueva vía. A instancias del Partido Socialista, y con el voto a favor del PP y de CiU, la Mesa del Congreso de los Diputados dio luz verde a que se pudiese intercambiar a estos asistentes por asesores. Es decir, poder contratar a trabajadores ajenos a la Cámara con los fondos destinados al personal eventual.

Las condiciones eran las siguientes: un asesor venía a cubrir el hueco –y el sueldo– de dos asistentes. Fuentes parlamentarias justifican esta especie de intercambio de personal en el hecho de recurrir a personas de mayor cualificación profesional. Pero no ocultan que, en ocasiones, ha servido para recolocar a personas de confianza de los diferentes partidos políticos

A estos asesores se suman los que el régimen económico y de ayudas de sus señorías otorgan a determinados parlamentarios. 

Así, el gabinete de la Presidencia del Congreso está dotado con nueve personas como personal de apoyo o confianza. El resto de miembros de la Mesa disponen de dos personas cada uno para esta tarea. Y los presidentes de Comisión cuentan con un asistente para cada uno de ellos. En el Senado, son ocho los asistentes para el gabinete de Presidencia y dos para cada miembro del órgano de gobierno de la Cámara.

  Subvenciones a los grupos

También hay otro tipo de pagos en forma de subvenciones a grupos parlamentarios. En aplicación del artículo 28 del Reglamento del Congreso de los Diputados, la Cámara fijó la pasada legislatura –en la entrante, las cantidades serán similares– una subvención fija de 29.026,04 euros mensuales por grupo parlamentario. También hay una parte variable en función de la representación: 1.670,17 euros mensuales por cada diputado.

Para hacernos una idea de la magnitud de las pérdidas del Partido Popular en el Congreso en la parte variable de esta subvención, el partido de Casado pasará de ingresar unos 224.ooo euros al mes a tan sólo 110.200. En total, los conservadores dejan de ingresar 114.000 euros al año.

En el Senado, por su parte, la parte fija es de 15.200 euros al mes y la variable, de 1.900 euros mensuales por parlamentario.

Las normas de funcionamiento interno de la Cámara establecen que los grupos parlamentarios deben llevar una contabilidad "específica" de esta partida "que pondrán a disposición de la Mesa del Congreso siempre que esta la pida".

Consultadas distintas fuentes parlamentarias, coinciden en que no es costumbre que el órgano de gobierno del Congreso demande a los grupos una explicación de cómo se gestionan estas partidas. En 2018, la institución destinó 9.406.350 euros a este concepto.

  VIAJES 

Las cuentas de Congreso y Senado también corren con los gastos de desplazamiento de sus señorías. No sólo los que se corresponden con el desempeño de sus actividades parlamentarias, también aquellos que les trasladen a realizar "actividades de naturaleza política, sectorial o de representación institucional por su pertenencia a un grupo parlamentario". Ese apartado de "naturaleza política" es el que les permite trasladarse, a cuenta del presupuesto de las Cámaras, a actos de partido.

Desde noviembre de 2014, al calor del caso Monagocaso Monago, el que afectó a los viajes que el presidente del PP extremeño realizó a Canarias a cargo del erario público en su etapa como senador designado por la Asamblea de Extremadura, cambiaron las normas internas en este apartado.

Ambas Cámaras se pusieron de acuerdo en poner unos controles a estos gastos e instaurar la obligación de publicar, con carácter trimestral, el coste de los desplazamientos "sin perjuicio de que cada grupo parlamentario realice un informe de la actividad de sus diputados que ha originado la necesidad de los mismos". 

"Supervisión" de la dirección del grupo

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"Los desplazamientos a otra circunscripción distinta para realizar actividades de naturaleza política, sectorial o de representación institucional por su pertenencia a un grupo parlamentario, deberán contar con la supervisión o aval de la dirección de dicho grupo", puede leerse en la resolución de noviembre de 2014.

"El citado aval deberá constar en la comunicación que se dirija a la Dirección de Recursos Humanos y Gobierno Interior, bien con carácter previo o en fecha inmediatamente posterior y, en todo caso, dentro de los 15 días siguientes a aquel en que se realizó el desplazamiento", añade.

Si transcurre ese plazo sin aviso, el parlamentario deberá reembolsar a la Cámara el importe del traslado.

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