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Caso Nóos

Una carta afianza la idea de que Urdangarin cobró en Suiza de la firma que hurta datos al Banco de España

"Querido Eugenio: Adjunto te envío dos copias del contrato de Iñaki. Cuando puedas me devuelves una firmada". Así comienza la nota manuscrita que, incorporada al sumario pero cuya existencia había pasado inadvertida, hizo llegar en 2008 el empresario Miguel Zorío, que realizaba trabajos para Iñaki Urdangarin, a Eugenio Calabuig, presidente de Agval. El texto fue redactado después de que la secretaria de Urdangarin, Julita Cuquerella, remitiese a Zorío su ya célebre nota manuscrita en la que no citaba a Urdangarin como beneficiario del contrato con Agval. En su mensaje a Calabuig, Zorío facilitaba los datos de la cuenta suiza donde "había que hacer" los pagos. Esa, y otras dos conectadas a ella, es la cuenta del Credit Suisse de Lausana que desde hace un año investigan el juez José Castro y el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach. El rastreo no ha aportado aún pruebas tangibles de que Iñaki Urdangarin cobrase de Agval en el santuario financiero helvético pero la investigación sigue abierta.

Filial de Aguas de Valencia, entre 2008 y 2009 Agval transfirió 375.000 euros a la cuenta abierta en el Crédit Suisse a nombre de la sociedad pantalla Alternative General Services, propiedad del testaferro profesional Robert Cockx. El contrato con Agval que sustentaba esos pagos estaba, de hecho, suscrito por la empresa de Cockx. Pero el propio presidente de Agval declaró que, de no haber estado vinculado Urdangarin a esa operación, nunca habría firmado el contrato con Cockx. Como publicó ayer infoLibre, el Banco de España ha requerido a Agval para que aporte las facturas que justifican esas transferencias a Suiza. La empresa ha hecho oídos sordos.

La carta de Julita 

Las sospechas de que Urdangarin era el verdadero beneficiario del contrato entre Agval y la sociedad fiduciaria Alternative General Services se desataron cuando, hace un año, salió a la luz otra nota igualmente manuscrita y previa a la elaborada por Zorío con destino a Calabuig. Su autora era Julita Cuquerella, quien ya hablaba del contrato con Agval y de la cuenta suiza donde había que realizar los pagos pero sin mencionar de forma expresa la intervención directa de Urdangarin. El cauteloso mensaje de Cuquerella comenzaba así: "Adjunto te envío las dos copias del contrato. Me dice Iñaki que, una vez firmados, habría que enviarle una copia a él", escribió la asistenta del duque antes de reproducir los datos de la cuenta de Lausana. Esa nota iba dirigida a Zorío, quien de inmediato trasladó a Calabuig los deseos de Urdangarin pero, esta vez, citando de forma expresa que el contrato era "de Iñaki".

Los 375.000 euros desembolsados por Agval, una de las empresas que aparecen en el informe del Banco de España sobre el alud de irregularidades perpetradas por el Banco de Valencia, tenían un objeto aparente: compensar las gestiones realizadas para que Agval pudiese abrirse camino en varios países y lograr el éxito de proyectos rocambolescos como el de efectuar en Jordania un trasvase entre el Mar Rojo y el Mar Muerto.

El contrato suscrito por Agval y la sociedad interpuesta Alternative General Services lleva fecha de 2 de mayo de 2008. Dos meses antes, el 7 de marzo, Urdangarin había elaborado un informe para Calabuig en el que ofrecía detalles sobre cómo Agval podía impulsar en México proyectos hidráulicos y energéticos.

Titulado Oportunidades de negocio en México, el informe decía lo siguiente sobre cómo funcionan en ese país los proyectos de la índole que interesaba a Agval: "Se promueven principalmente a nivel federal y, por tanto, la puerta es el mismo presidente de México, Felipe Calderón, con quien la Casa Real tiene muy buenas relaciones y con quien está previsto un nuevo encuentro en pocos meses en la Zarzuela”.

Dos meses más tarde, y así lo desvela la nueva remesa de documentos entregada por el abogado de Diego Torres al juez del caso Nóos, el entonces presidente de México y su esposa acudían a un almuerzo en la Zarzuela. Además de los reyes y los príncipes de Asturias, a aquella cita protocolaria entre las dos máximas autoridades de España y México, asistió el matrimonio formado por Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón

El escrito al que el letrado de Torres, Manuel González Peeters, adjunta el informe de Urdangarin para el presidente de Agval sugiere que el primer pago efectuado en Suiza guarda relación con las hipotéticas gestiones mexicanas del marido de la infanta. Peeters no lo afirma de forma abierta pero lo insinúa sin demasiadas veladuras. Lo hace cuando, al conectar las fechas del informe, la del almuerzo en la Zarzuela y el primer pago suizo de Agval -125.000 euros transferidos el 30 de julio de 2008-, remata el párrafo así: "Seguro que es una coincidencia, ¿o no?".

Los 375.000 euros transferidos por Agval a Suiza circularon por otras dos cuentas. Sus titulares, ambos amigos de Iñaki Urdangarin, le han asegurado al juez que el duque no recibió ni un euro. 

Peeters aportó su nuevo escrito hace tres días. Por el momento, no se sabe si el abogado de Urdangarin o los letrados de Cristina de Borbón pedirán al juez que impida su incorporación al sumario. Pero no parece improbable que lo hagan dado que la defensa de la infanta ya ha solicitado al juez que impida la remisión a la Audiencia de Palma del penúltimo paquete de papeles comprometedores entregado por Diego Torres: aquel que demuestra cómo, casi diez meses después de su dimisión formal como vocal de Instituto Nóos, Cristina de Borbón presidió el 11 de enero de 2007 la presentación de una campaña que permitió a la pretendida ONG cobrar 178.000 euros de Telefónica ese año. Auspiciada por el llamado Foro de Reputación Colectiva, al que pertenecían varias grandes empresas que nutrieron las cuentas de la trama Nóos, la campaña pasó a denominarse Un mundo mejor para Joana. Oficialmente, buscaba cooperar en la consecución de los Objetivos del Milenio de la ONU. O sea, reducir el hambre en el mundo.

Tanto Urdangarin como la infanta han recurrido también la decisión del juez de reclamar a Hacienda las diez últimas declaraciones de la renta de los dos miembros de la pareja. 

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