La crisis del cribado de cáncer de mama destroza la imagen amable del PP andaluz forjada por Moreno

Los fallos en el sistema de cribado de cáncer de mama en Andalucía han zarandeado por completo el tablero político andaluz. Y, por primera vez desde que llegara al Palacio de San Telmo hace casi siete años, la imagen de Juanma Moreno ya no es la de la sonrisa de un yerno perfecto. Su gran capital político de cercanía y buenas formas ha dejado paso a un PP nervioso, con poca empatía con las víctimas y de dientes afilados con la oposición en las duras sesiones parlamentarias.

Esta crisis le ha llegado al presidente andaluz a poco más de seis meses de que se pongan las urnas autonómicas y ha roto ese horizonte de placidez que se dibujaba a través de los pronósticos de una nueva mayoría absoluta. Los partidos de izquierdas sostienen que Moreno Bonilla está mostrando su “verdadera cara” y que se está evidenciando su política de privatización disimulada durante años por sus formas educadas.

Una de las principales críticas que se está haciendo de la gestión de la crisis al PP andaluz es la falta de empatía con las propias víctimas. La reciente dimitida consejera de Salud, Rocío Hernández, se llegó a reír de la oposición durante la comisión parlamentaria en la que se habló del escándalo y a las mujeres afectadas les trasladó que no vieran el “vaso medio vacío”. Asimismo, en un primer momento, cifró en “tres o cuatro casos” los fallos por el error para luego admitir que había al menos 2.000 mujeres sin recibir el diagnóstico.

Moreno contra Moreno

Pero el propio Moreno también, con su actuación y con sus declaraciones, se ha alejado de la imagen pública que se había creado. Al estallar la crisis, el presidente señaló: “Cuando hay indicios, no se dice nada para no generar ansiedad”. En la pasada sesión de control en el Parlamento, el presidente andaluz también se contradijo a sí mismo cuando contestó a la oposición en tono duro y sacó el protocolo de 2005. El dirigente conservador leyó una de sus pautas, creyendo que esta le daba la razón, cuando, al contrario, refutaba sus tesis: “Rapidez diagnóstica para disminuir ansiedad innecesaria en pacientes”.

En esa sesión parlamentaria también Moreno contestó de una manera muy brusca a José Ignacio García (Adelante Andalucía): “Estoy cansado de su cantinela, de ese mantra, porque es un mantra. Usted está diciendo todo el día que estamos privatizando la sanidad. Y eso es categóricamente falso. ¿Usted sabe cuántas mamografías hemos derivado a la sanidad privada? ¿Esas cientos de miles que usted dice...? Se lo voy a decir yo, que usted no lo sabe: Cero. Cero, cero, cero”.

Pero, posteriormente, se ha revelado, a través de una información de eldiario.es, que la Junta de Andalucía, según consta en el portal de licitaciones de la Consejería de Salud, tiene contratada a una clínica privada (Centro de Diagnóstico Granada) para la realización de 311.000 mamografías con un presupuesto de 5,4 millones de euros para un periodo de cuatro años (con una posible prórroga de un año por 1,7 millones de euros). 

También Moreno Bonilla ha caído en otras contradicciones. En una entrevista este fin de semana en El Español señaló que “desde el primer día” se contactó con todas las mujeres “una por una” y que se ha llamado ya a todas ellas. Una afirmación que desmienten las propias asociaciones.

"Porque me da la gana"

Los nervios del Partido Popular andaluz también se evidenciaron la semana pasada durante la sesión plenaria en el Hospital de las Cinco Llagas, la sede del Parlamento andaluz, cuando los tres partidos de izquierdas trataron de cambiar el orden del día para que Moreno Bonilla diera explicaciones sobre los fallos del cribado. El presidente de la institución, Jesús Aguirre, que vende una imagen afable, evitó que la votación se produjera en ese momento al ver que faltaban diputados del PP, que estaban comiendo en la cafetería. Su frase, ante la estupefacción de los parlamentarios progresistas para retrasar la votación fue: “Sí, señor, porque me da la gana”.

El propio Moreno, en una conversación con periodistas en el Palacio Real de Madrid con motivo de la celebración este domingo de la Fiesta Nacional, admitió que está en peligro su mayoría absoluta en las propias elecciones. Pero su teoría es que esto no se debe a que la izquierda capitalice esta crisis (“María Jesús Montero está desgastada”, señaló), sino a que está subiendo el partido de Santiago Abascal, que “siempre crece con los líos”. “Cada vez que hay una bronca, gana Vox”, comentó.

Moreno sostuvo que la derecha está viviendo su propio 15M y que especialmente los jóvenes están inclinándose hacia Vox. El popular insistió en que su relación es “malísima” con el partido de ultraderecha y que no tiene intención de ir a un adelanto electoral (la fecha límite para los comicios es junio del año que viene).

A pesar de esas palabras, en la oposición siempre recuerdan que el popular fue el primer dirigente en España que pactó con la ultraderecha para llegar al poder tras las elecciones de diciembre de 2018, que ganó Susana Díaz, pero que supusieron la salida de los socialistas de San Telmo tras el pacto de los populares con Ciudadanos y con Vox.

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Abascal ya ha pedido la dimisión de Moreno Bonilla y que se convoquen de manera anticipada las elecciones. El partido de ultraderecha se encuentra fuerte ahora mismo en las encuestas e, incluso, se ve con fuerza para luchar por la primera plaza en algunas provincias como Huelva y Almería. En el PP, como confesó el propio Moreno, empiezan a ver síntomas de “transversalidad” en el voto de la ultraderecha y, además, un fuerte arraigo en las zonas rurales de la comunidad.

Para la oposición, la crisis de los cribados está evidenciando la verdadera cara de Moreno. José Ignacio García, candidato de Andalucía a la Junta, pedía este lunes en una entrevista con infoLibre la dimisión del presidente autonómico: "Es el momento de que asuma que ha gestionado la crisis de una manera nefasta y que nos ha mentido de manera descarada. Lo que está escondiendo es un plan que tiene de desmantelamiento de la sanidad pública para que todo el mundo tenga que hacerse un seguro privado. Y esto es solo la punta del iceberg. Se tiene que ir porque el problema es el PP".

También el PSOE sostiene que esta crisis está sirviendo para demostrar la verdadera cara del jefe del Ejecutivo andaluz. En otra entrevista con infoLibre, la portavoz adjunta en el Parlamento, Ángeles Férriz, hizo esta reflexión: “El problema es el modelo de Moreno, que ha deteriorado la sanidad pública para beneficiar a la privada. El cribado del cáncer de mama no es un fallo puntual. El sistema ha colapsado, no va a aguantar. Moreno está detrás del drama y del sufrimiento. Sale muy bien en las fotos y se hace el más moderado. A Ayuso se la ve venir, pero a él no. Él es más peligroso, cínico e hipócrita. Te pone buena cara, pero, por detrás, hace lo mismo que Madrid. O peor, porque la renta de aquí no es la de Madrid. Es lo que está pasando realmente”.

Los fallos en el sistema de cribado de cáncer de mama en Andalucía han zarandeado por completo el tablero político andaluz. Y, por primera vez desde que llegara al Palacio de San Telmo hace casi siete años, la imagen de Juanma Moreno ya no es la de la sonrisa de un yerno perfecto. Su gran capital político de cercanía y buenas formas ha dejado paso a un PP nervioso, con poca empatía con las víctimas y de dientes afilados con la oposición en las duras sesiones parlamentarias.

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