EL FUTURO DE LA RADIOTELEVISIÓN PÚBLICA

Dimite el máximo responsable de informativos en plena crisis del modelo de Pérez Tornero para RTVE

Imagen de archivo de Esteve Crespo.

Esteve Crespo ha dimitido como director de Contenidos Informativos de RTVE, según ha adelantado el diario Abc, que cita fuentes oficiales no especificadas para aclarar que se trata de una renuncia "por motivos estrictamente personales", una fórmula utilizada con profusión para ocultar las raíces de un abandono, al que precedió el mes pasado la también inexplicada razón del despido de la directora de Contenidos Generales, Amalia Martínez de Velasco. Saltan así las costuras de la cúpula nombrada por el presidente del organismo, José Manuel Pérez Tornero, para realizar la transformación completa de RTVE, tal como anunció poco después de su elección hace trece meses. 

El nombramiento de Esteve Crespo se produjo, no obstante, tras el fallido inicialmente de Mamen del Cerro, que no llegó a tomar posesión por discrepancias con la presidencia sobre los nombramientos que proponía para conformar su equipo. Crespo sí obtuvo el beneplácito del Consejo de Administración, así como el apoyo de las distintas redacciones de TVE, RNE, e Interactiva. En los meses que ha desempeñado el cargo el hasta ahora responsable máximo de la Información vivió su momento más conflictivo cuando impidió que un equipo de TVE se desplazara hasta los campamentos del Frente Polisario, aduciendo que era "un momento muy delicado"; un veto que provocó las dimisiones de los responsables de Internacional y el completo rechazo de los Consejos de Informativos, que lo atribuyeron a interferencias políticas.

Críticas que se sumaron a las producidas por nombramientos como el de Pepa Sastre para el puesto de jefa de Planificación y Contenidos de los Informativos de TVE, y el de Luis Javier Alcalá para un puesto similar en el Canal 24 Horas. Ambos cargos no fueron comunicados, como es preceptivo, al Consejo de Informativos, que en la etapa de dirección de Álvarez Gundín había denunciado a ambos por documentados casos de manipulación informativa. Sin embargo Esteve Crespo anunció, ya desde su toma de posesión, su apuesta por profundizar en las noticias y dotarlas de contexto, así como multiplicar los telediarios, prácticamente monográficos, cuando se produjeran acontecimientos de especial interés, en línea de los ya emitidos desde el Hospital del Mar en Barcelona, con motivo de la pandemia, o el que se desarrolló en Toledo al principio del curso escolar. De hecho, y bajo su dirección, obtuvieron múltiples aplausos las muy amplias coberturas de la erupción del volcán de La Palma, o la que aún continúa de la guerra en Ucrania.   

Del consenso a la jaula de grillos

El conflicto principal en el seno de RTVE reside, casi desde el primer día de la actual dirección, en el tratamiento de la política nacional en los Informativos. Las Cortes situaron, hace trece meses, a José Manuel Pérez Tornero como presidente tras el acuerdo de un Consejo de Administración conformado por consenso parlamentario con cuatro miembros propuestos por el PSOE, tres por el PP, dos por Unidas Podemos, y uno por el PNV.

Pero, casi desde el principio, se constató que varios de los componentes estaban más dispuestos a defender a las formaciones políticas que les habían aupado que a buscar el acuerdo interno. Primero dos consejeros asignados por el PP, Carmen Sastre y Jenaro Castro, utilizaron mensajes en redes sociales o páginas de prensa para criticar diversas informaciones de TVE, e incluso a los periodistas que las firmaban. Más tarde, los dos propuestos por Unidas Podemos, José Manuel Martín Medem y Roberto Lakidaín, insistieron, si bien en dirección opuesta, con denuncias contra nombramientos y la línea informativa.

La intención de consenso, aparentemente lograda para la confección del máximo organismo de RTVE, está absolutamente rota en los debates internos, donde se formaba un bloque con el presidente, un consejero por el PSOE (Ramón Colom), el propuesto por el PNV (Juan José Baños), y los tres representantes por el PP (los dos citados y Consuelo Aparicio). Frente a estos seis miembros, se repiten los votos contrarios de los dos nombrados por Unidas Podemos y los designados por el PSOE, Elena Sánchez Caballero y Concepción Cascajosa. No trascienden las deliberaciones que tienen lugar en el interior del Consejo (o son tan parciales como interesadas), pero sí se sabe que cada propuesta de calado presentada por Pérez Tornero obtiene cinco votos fijos, más el propio, y la repulsa de cuatro: el consenso transformado en jaula de grillos. 

En paralelo, los antiguos acuerdos sindicales entre las formaciones más cercanas a la izquierda política (UGT y CCOO), que les otorgaban amplia mayoría, han saltado por los aires. La alianza entre el sindicato de origen socialista y el denominado Sindicato Independiente (cercano tradicionalmente a la derecha) impone su representación en las decisiones laborales, frente a unas Comisiones Obreras consagradas al apoyo de Podemos. Trece meses después de inaugurarse la actual dirección de RTVE, realizada por concurso público y consenso político, la radio y televisión pública estatal sigue perdiendo audiencia y relevancia frente a sus competidoras comerciales, mientras entre sus 6.500 trabajadores cunde el desánimo ante la realidad de formar parte de un colectivo profesional supeditado a la confrontación política partidaria. 

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