Mientras Israel reanuda sus bombardeos sobre Gaza a pesar del alto el fuego —y deja más de 90 muertos en un solo día—, su influencia se expande silenciosamente en otro frente: el de la cultura popular. A través de empresas, patrocinios y conglomerados mediáticos, el Estado israelí y sus aliados corporativos han logrado permear algunos de los productos culturales más seguidos de España, desde Eurovisión hasta Operación Triunfo (OT ).
El nuevo patrocinador de OT, el concurso musical de Amazon Prime —antes, de RTVE— es el comparador de precios Idealo, una filial del grupo Axel Springer, el mismo conglomerado que controla medios internacionales como Bild, Politico o Business Insider, y que ha hecho del apoyo a Israel uno de sus principales valores corporativos. En la sede central del grupo, en Berlín, ondea desde hace años la bandera israelí junto a la alemana y la europea.
El vínculo entre Axel Springer y el Estado israelí no se limita al plano simbólico: la empresa mantiene una relación estructural con fondos de inversión como KKR y CPP Investments, ambos con intereses en el complejo militar-industrial israelí y, en el caso del primero, propietario de decenas de festivales de música en Europa y España. En los últimos meses, varios artistas han anunciado su retirada de festivales de Superstruct Entertainment —la promotora controlada por KKR— tras las denuncias de sus vínculos financieros con Israel.
El patrocinio de OT por una filial del grupo llega, por tanto, en un momento en el que la relación entre entretenimiento y política es cada vez más evidente. Si en Eurovisión el principal patrocinador es la marca israelí Moroccanoil —que comercializa sus productos cosméticos bajo un nombre equívocamente marroquí—, en España el escaparate musical lo ocupa ahora una empresa asociada al conglomerado mediático más abiertamente sionista de Europa.
La frontera entre la política exterior y la cultura popular es cada vez más difusa: mientras Israel viola el alto el fuego y continúa matando civiles en Gaza, la industria del entretenimiento europea sigue integrando a marcas y empresas ligadas a su aparato económico y mediático.
De vender noticias a vender casas en Cisjordania
El grupo Axel Springer no solo influye en la narrativa informativa sino que también participa de la economía de la ocupación. Su filial israelí Yad 2 Internet Ads Ltd., propiedad del grupo a través de Aviv Group GmbH, mantiene miles de anuncios de compraventa y alquiler de viviendas en los territorios palestinos ocupados, incluidas más de 2.000 propiedades en asentamientos de Cisjordania, según la organización Who Profits, que monitorea la actividad económica en la zona. La web también difunde ofertas de empleo en servicios de seguridad privada en puestos de control y residencias de los territorios ocupados.
Otra investigación, publicada por el Business & Human Rights Resource Centre, detalla que Yad 2 promociona empresas inmobiliarias que venden viviendas “solo para judíos” y ha organizado ferias con promotores que abogan por construir en Gaza una vez ocupado el territorio.
En conjunto, estas actividades revelan un mismo entramado económico y político: el conglomerado mediático que patrocina Operación Triunfo en España obtiene beneficios de la explotación inmobiliaria en asentamientos israelíes ubicados en territorios palestinos ocupados —declarados ilegales por Naciones Unidas— mientras su matriz ondea la bandera israelí en Berlín y algunas de sus principales cabeceras, como Bild, justifican los ataques contra periodistas en Gaza.
Mientras Israel reanuda sus bombardeos sobre Gaza a pesar del alto el fuego —y deja más de 90 muertos en un solo día—, su influencia se expande silenciosamente en otro frente: el de la cultura popular. A través de empresas, patrocinios y conglomerados mediáticos, el Estado israelí y sus aliados corporativos han logrado permear algunos de los productos culturales más seguidos de España, desde Eurovisión hasta Operación Triunfo (OT ).