EL DRAMA DE LOS REFUGIADOS

Los fabricantes de armas hacen el agosto con la crisis humanitaria de los refugiados

Se calcula que en 2015 llegaron a las fronteras europeas más de un millón de refugiados en la que ya fue calificada como la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Detrás de este drama humanitario, la militarización de las fronteras exteriores de la Unión Europea está beneficiando a numerosas empresas que precisamente se dedicaban a la venta de armas a Oriente Medio

Así se desprende del informe Guerra de frontera, realizado por la Campaña contra el Comercio de Armas de los Países Bajos y publicado en español por el Transnational Institute y el Centre Delàs d'Estudis per la Pau, que analiza el mercado de la llamada seguridad de fronteras que ha surgido para aprovechar el objetivo de la "lucha contra la inmigración clandestina" anunciada por la UE, y que cobró impulso tras la llegada de miles de refugiados de Siria. Según el análisis, se calcula que este mercado alcanzó un valor de unos 15.000 millones de dólares (algo más de 13.000 millones de euros) y se prevé que supere los 29.000 millones de dólares anuales en 2020.  Se trata de de compañías de defensa y seguridad que proporcionan el equipo a los guardias fronterizos, la tecnología de vigilancia para monitorizar las fronteras y la infraestructura tecnológica para realizar el seguimiento de los movimientos de población.

Según el texto, entre los grandes actores del complejo europeo de seguridad fronteriza se encuentran compañías que fabrican armas tales como Airbus, Finmeccanica, Thales y Safran, así como Indra, “una de las principales empresas tecnológicas españolas, con una importante facturación en seguridad y defensa, que sin duda se verá beneficiada de los enormes presupuestos europeos destinados a dar una respuesta de seguridad militar a la crisis de las personas refugiadas”, según afirmó Jordi Calvo, coordinador del Centre Delàs de Estudios por la Paz.

Estas empresas se vieron beneficiadas, entre los años 2005 y 2014, por unas licencias de exportación de armas a Oriente Medio y al Norte de África por un valor de más de 82.000 euros, alimentando así, en numerosas ocasiones, el conflicto que es la causa del desplazamiento de miles de refugiados. Estas compañías, además, también consiguieron captar gran parte de los 316 millones de euros públicos de financiación destinados a la investigación en temas de seguridad. 

Las agencias de control de fronteras también se han visto beneficiadas

Además de a las empresas fabricantes de armas, la creciente militarización de las fronteras benefició a las agencias de control de las mismas. Así, la financiación total de la UE para la seguridad de los estados miembros es de 4.500 millones entre 2004 y 2020. Por su parte, la principal agencia de control, Frontex, ha incrementado su presupuesto un 3688% desde 2005 a 2016, es decir, pasó de 6,3 millones de euros  238,7 millones

Es algo perverso e inmoral”, comentó Mark Akkerman, de la Campaña contra el Comercio de Armas de los Países Bajos y responsable de la investigación. “Las empresas que han contribuido a crear la crisis ahora se están beneficiando con el control de las fronteras europeas. Puede que, con eso, garanticen la seguridad de los directores ejecutivos y los accionistas de las empresas de armas, pero por lo demás están agravando la inseguridad y el sufrimiento de los refugiados y las refugiadas".

El informe también reveló que muchas de estas empresas fabricantes de armas funcionan como grupos de presión capaces de definir y dirigir la política europea de seguridad de fronteras gracias a su interacción regular con las instituciones de la UE. La Organización Europea para la Seguridad (EOS), de la que forman parte Thales, Finmeccanica y Airbus, ha estado muy activa defendiendo el incremento de la seguridad fronteriza. Además, muchas de sus propuestas, como la de crear una agencia paneuropea de seguridad fronteriza, han terminado materializándose en políticas reales, como la transformación de Frontex en la Agencia Europea de Guardia Costera y Fronteriza. 

Además a los nuevos Estados miembros de la UE se les ha exigido que refuercen las fronteras como condición para adherirse a la Unión, creando nuevos mercados con los que generar beneficios. El equipamiento adquirido o actualizado con dinero del Fondo para las Fronteras Exteriores incluye 545 sistemas de vigilancia de fronteras, 22.347 elementos para la vigilancia de fronteras y 212.881 elementos para el control fronterizo, revela el informe.

“La UE está cerrando la puerta a unas personas desesperadas que están huyendo de la guerra, pero parece que se la abre sin problemas a los fabricantes de armas que se lucran con la muerte y que ahora vigilan nuestras fronteras”, señaló Nick Buxton, del Transnational Institute y revisor del informe. “Para poder solucionar realmente la crisis de los refugiados, primero debemos dejar de alimentar los conflictos e invertir el dinero destinado a las armas a ofrecer una ruta segura y un trato justo a los refugiados".

Más sobre este tema
stats