La Fiscalía da esperanza a las víctimas de los cribados: "Si la Junta no da respuestas, que las dé ante un juez"

"Si yo no me llego a palpar el bulto, aún estaría esperando la cita del cribado", cuenta al otro lado del teléfono Rosario Castro, conocida entre sus compañeras como Charo. La portavoz de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) y una de las afectadas por los retrasos en las mamografías atiende a infoLibre justo después de salir del hospital, donde continúa su recuperación del cáncer de mama tras haber superado la operación y el tratamiento de radioterapia.

A Charo le hicieron un cribado rutinario de cáncer de mama en septiembre de 2024 tras notarse un pequeño bulto en el pecho y le aseguraron que sería informada de cualquier anomalía en menos de un mes. Ese aviso no llegó hasta que acudió a su médico de cabecera, quien le indicó que debía ampliar la investigación con una ecografía que no podía hacerse inmediatamente en la sanidad pública. "Al preguntar en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, me dijeron que había una lista de espera de entre seis y ocho meses y que tenía suerte, porque en el Virgen del Rocío tardaban un año. Así que me fui a la privada, y me saltaron las alarmas cuando me dijeron que no tenía buena pinta". Finalmente, su cáncer fue revisado mediante una biopsia urgente y operado en la sanidad pública. "Me salvé porque insistí. Si me llego a fiar del sistema, el cáncer habría seguido avanzando", confiesa.

La historia de Charo forma parte de las 2.317 mujeres que han sufrido retrasos en los diagnósticos del cáncer de mama, según la Junta de Andalucía. Una rectificación publicada el 2 de octubre tras negar inicialmente la magnitud del problema. Una cifra oficial que contradice Amama, ya que la asociación asegura que siguen recibiendo testimonios nuevos cada día.

La crisis se ha agravado aún más en los últimos días con la caída informática que suspendió temporalmente el acceso de los andaluces a su historial médico en la aplicación ClicSalud. A raíz de estos hechos, calificados por la Junta como una "incidencia técnica", las mujeres afectadas por los fallos en el cribado denunciaron la desaparición y manipulación de historiales médicos. La presidenta de Amama en Sevilla, Ángela Claverol, informó de que algunas pacientes se encontraron con cambios en sus informes, como el borrado del nombre de los radiólogos o el cambio de una lesión catalogada como sospechosa a benigna.

Además de los problemas con los cribados, Charo también ha detectado la desaparición de uno de sus informes. "Tenía la imagen de la mamografía de 2022, pero el informe asociado había desaparecido de ClicSalud", explica. Tras reclamar durante la semana en su centro de salud y en el hospital donde se realizó dicha prueba, apunta que "casualmente ayer sí volvió a aparecer" en el sistema informático. "No decimos que sean los profesionales; ellos hacen más de lo que pueden, pero alguien por encima está tocando algo que no debería. Queremos que se investigue y se sepa qué ha pasado", denuncia.

Dos investigaciones en curso por la Fiscalía

Toda esta situación ha llevado a las víctimas a tomar acciones judiciales que ya han sido admitidas. La Fiscalía andaluza ha abierto diligencias de investigación tras la denuncia de Amama por el presunto borrado y modificación de mamografías, hechos que el Gobierno andaluz continúa negando con rotundidad. Es la segunda investigación iniciada por el Ministerio Público, después de las denuncias presentadas por los partidos de la oposición y el Defensor del Paciente por los retrasos en los cribados.

La denuncia presentada por la asociación incluye el testimonio de un sanitario del Hospital Virgen del Rocío que alertó de que se estaban borrando datos del programa Diraya, la aplicación que utilizan los profesionales del sistema público andaluz para gestionar las historias clínicas electrónicas. En cuanto a la primera denuncia, la Fiscalía se ha limitado por ahora a remitir a la Consejería de Salud copia de las acusaciones para que informe sobre los hechos, las medidas adoptadas para reparar el daño a las víctimas y las actuaciones previstas para evitar que se repitan.

La portavoz de Amama señala que están "esperanzadas" con que la Fiscalía haya aceptado las denuncias, e incide en que es "la última opción" que les han dejado. Charo recuerda que, en su reunión con la anterior consejera de Salud, Rocío Hernández, esta les prometió que explicarían qué había ocurrido, quién era responsable y por qué se había producido el fallo. "Nos aseguraron que nos darían explicaciones, pero no lo han hecho. Lo están ocultando todo. Si tienen que hacerlo en los juzgados, que sea allí, pero queremos saber por qué nos han hecho esto", detalla.

"Nos acusan de alarmar a la sociedad y solo contamos la verdad"

La crisis de los cribados de cáncer de mama, además de evidenciar la gestión sanitaria del Gobierno andaluz, ha destapado el tono cada vez más agresivo de su presidente, Juanma Moreno, contra las víctimas. Tras ausentarse del debate monográfico sobre sanidad de este miércoles, el presidente acudió un día después al Parlamento visiblemente molesto con la oposición, a la que acusó de "desprestigiar" el sistema público andaluz. "¿Para qué quiere que me siente aquí, para que me traiga una retahíla de manipulaciones y mentiras?", respondió al portavoz de Adelante Andalucía.

En su intervención, evitó asumir responsabilidades y culpó a la oposición y a Amama de generar "alarma social". "Las críticas hacen que la ciudadanía dude del sistema", dijo, insistiendo en que "la mejor forma de tener credibilidad es no mentir". Ese mismo tono defensivo lo adoptó el nuevo consejero de Salud, Antonio Sanz, nombrado tras la dimisión de Rocío Hernández. Lejos de mostrar empatía con las mujeres afectadas, Sanz acusó a Amama de "verter injurias y calumnias" y comparó la caída del sistema informático del SAS con "el colapso de las entradas para un concierto de La Oreja de Van Gogh".

El comportamiento de la Junta, según Charo, está siendo "cruel". "Nos acusan de mentir y de alarmar a la sociedad cuando lo único que hacemos es contar la verdad", lamenta, indignada por las palabras de Moreno Bonilla y del nuevo consejero. La portavoz subraya que "no tienen ningún interés político" y que están "luchando para que esto no le pase a nadie más, ni a sus hijas ni a sus familias". En su opinión, el Gobierno andaluz intenta desviar la atención señalando a la asociación, ya que considera que "no quieren resolver el problema, solo taparlo".

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Una estrategia que se ha trasladado a la política nacional, ya que todas las comunidades gobernadas por el PP, salvo Castilla y León, se han negado a facilitar información de sus programas de cribado al Ministerio de Sanidad. Estas decisiones, consensuadas desde la dirección nacional del partido, también se hicieron notar en el Consejo Interterritorial de Salud celebrado este viernes. Todos los consejeros populares abandonaron la reunión al denunciar la "unilateralidad" del ministerio de Mónica García. Una decisión que, según fuentes de Sanidad, impidió la aprobación de un millón de euros para centros de cáncer y otro millón para la vigilancia de esta enfermedad.

"Queremos impedir que otras mujeres pasen por lo mismo"

Las denuncias de Amama no son nuevas. La primera vez que se reunieron con la Junta fue en 2020, cuando durante la pandemia se paralizaron los ciclos de quimioterapia y se suspendieron los cribados. Charo recuerda que sus compañeras ya advirtieron al entonces consejero de Salud, Jesús Aguirre, de que "se estaban muriendo asociadas, no de covid, sino por no recibir su quimio". A raíz de aquella denuncia lograron que se reabriera el hospital de día para atender a cuatro mil mujeres. Posteriormente, mantuvieron una reunión con la siguiente consejera Catalina García, a quien también trasladaron los retrasos. "Nos dijo muy educadamente que se pondría manos a la obra, pero no hizo nada. Y ya luego, con Rocío Hernández, ha ocurrido más de lo mismo".

Pese al trato recibido por las instituciones y el ataque a su sede en Sevilla el pasado domingo, Charo asegura que no se van a rendir. "Nos hemos recuperado del cáncer, y también nos recuperaremos de esto. No van a poder con nosotras", afirma. La portavoz considera que no se trata solo de reclamar justicia para las afectadas, sino de impedir que otras mujeres pasen por lo mismo. "Queremos que la sanidad pública funcione, que nunca más una mujer tenga que salvarse por haberse palpado un bulto a tiempo, y que esto no le ocurra ni a nuestras hermanas, ni a nuestras hijas, ni a nuestras familias", concluye.

"Si yo no me llego a palpar el bulto, aún estaría esperando la cita del cribado", cuenta al otro lado del teléfono Rosario Castro, conocida entre sus compañeras como Charo. La portavoz de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) y una de las afectadas por los retrasos en las mamografías atiende a infoLibre justo después de salir del hospital, donde continúa su recuperación del cáncer de mama tras haber superado la operación y el tratamiento de radioterapia.

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