Libertad de información

Ignacio Cembrero, víctima de Pegasus: "Marruecos tiene una larga tradición de espiar a periodistas"

Imagen del periodista Ignacio Cembrero.
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Más de 50.000 teléfonos de todo el mundo, pertenecientes a periodistas, activistas y altos cargos, han sido objeto de espionaje. Los artífices de la maniobra: gobiernos de distinto signo, entre ellos el de Marruecos. Y la herramienta empleada es una vieja conocida: el software espía Pegasus, perteneciente a la empresa israelí NSE. Entre los dispositivos se encuentra el del periodista español Ignacio Cembrero, especializado en información del Magreb y Oriente Próximo. Es, hasta el momento, el único nombre español que figura en el listado, donde también están incluidos Edwy Plenel, presidente y fundador de Mediapart (socio editorial de infoLibre), y la periodista de ese mismo periódico Lénaïg Bredoux, editora de género del medio. infoLibre habla con Ignacio Cembrero este lunes, después de que su nombre haya ocupado publicaciones de todo el mundo gracias a la investigación conjunta realizada por cerca de una veintena de medios de comunicación.

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Entre las reacciones más inmediatas del comunicador no ha habido lugar para la sorpresa. Al contrario, reconoce al otro lado del teléfono. Hace un par de semanas, a finales de junio, un periódico marroquí publicó una crónica en la que incluía su nombre y en la que se hacía eco de conversaciones privadas, así que ya entonces dedujo que podía estar en marcha una suerte de artimaña de espionaje. Este fin de semana dos llamadas confirmaron sus sospechas: el grupo que lleva la investigación, Forbidden Stories, le dio el aviso. "Mi nombre estaba en la lista del servicio secreto marroquí". La segunda llamada, por parte del mismo interlocutor, adelantaba que las primeras crónicas iban a ser publicadas en los medios de comunicación de manera inminente.

La ausencia de asombro tiene que ver además con una evidencia: países "autoritarios" como el marroquí tienden a espiar, torpedear y castigar a profesionales de la información de manera sistemática. "Marruecos tiene una larga tradición de espiar a periodistas", denuncia. "Los periodistas tenemos que protegernos, pero nosotros, yo mismo y otros nombres como Edwy Plenel somos privilegiados", admite Cembrero. Mientras el mundo se hace eco del espionaje masivo, las palabras del periodista español no pueden sino ir dirigidas a las cárceles marroquís. "Nosotros vivimos en un Estado de Derecho, nuestra integridad no está amenazada, sólo nuestra vida virtual. Mientras, periodistas marroquís siguen siendo condenados a cárcel", denuncia.

El periodista alza la voz y echa en falta que no lo hagan las autoridades españolas. "Como ciudadano español me gustaría escuchar una condena por parte de algún portavoz del Gobierno". Cembrero no habla únicamente de la persecución a periodistas, sino de la situación en suelo marroquí: "No hay ninguna reflexión sobre Marruecos en relación con los derechos humanos". E incluso, añade, los líderes políticos, tanto a la izquierda como a la derecha del tablero, tienden a "alabar al régimen". En ese sentido, el informador confiesa envidiar al gobierno norteamericano. La semana pasada, el portavoz del Departamendo de Estado, Ned Price, arrancó su conferencia de prensa periódica censurando las prácticas del Gobierno de Marruecos. "En España no va a suceder nunca. Me moriré sin verlo y lo lamento mucho como ciudadano", concluye.

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