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El infradiagnóstico se dispara en la sexta ola: un protocolo inexacto y 19 formas de registrar positivos

Instrumentos para la realización de test de antígenos.

La explosión de casos de la variante ómicron y la sexta ola de covid-19 ha disparado el infradiagnóstico. La saturación de los centros de salud en casi toda España deja sin pruebas a los contactos estrechos e, incluso, a los positivos indicados por autotest de antígenos. La generalización de la prueba adquirida en farmacia hace que muchos casos, sobre todo los más leves o moderados, escapen al control, el conteo y la notificación de las comunidades autónomas, que mandan sus cifras al Ministerio de Sanidad a través de la plataforma SiViEs. Si no se confirma el diagnóstico con un test profesional y no se necesita baja laboral (por poder teletrabajar o no tener empleo), no hay ningún incentivo para comunicar el caso y que se registre.

Antes, el protocolo indicaba la obligación de que cada ciudadano que diera positivo en un autotest llamara a los servicios sanitarios de cada comunidad para confirmar la infección. Es raro que una prueba de antígenos de un falso positivo; pero puede pasar, sobre todo si se realiza incorrectamente. Con la modificación efectuada el 30 de diciembre de la Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control de Covid-19, las autonomías están exentas de este doble check, que puede fomentar que los positivos se pongan en contacto con sus centros de salud (para recibir la seguridad de un diagnóstico mediante PCR). Las regiones pueden contar los test de antígenos de farmacia como positivos, y notificarlos... o no hacerlo. "Los resultados de los autotest, en situaciones en las que CCAA no pueda garantizar la confirmación en tiempo por PDIA, y que, por tanto, se manejen como casos de covid se considerarán confirmados" y se notificarán, se puede leer en el documento.

Por lo tanto, hay dos opciones: o bien contar con los positivos del autotest, en caso de que la autoridad autonómica considera que no puede "garantizar la confirmación en tiempo", aunque no se establece cuál es el nivel de saturación que hace aconsejable esta opción; o bien no contarlo, pero confirmar (o intentar confirmar) el diagnóstico mediante una prueba realizada en centros de salud u otros espacios habilitados. Por la primera opción, como informó este lunes la Cadena Ser, optan autonomías como Cataluña, Navarra, Galicia, Aragón, Canarias y La Rioja. Por diversos métodos: habilitando teléfonos para notificarlo, indicando ponerse en contacto con el centro de salud para gestionar la baja laboral lo más rápido posible o utilizando a las farmacias como interlocutor intermedio, con el farmacéutico mandando a Salud Pública los resultados de los test que hace o que vende para hacer en casa.

El resto de autonomías no cuentan con los positivos en autotest como casos confirmados. Los consideran como "casos sospechosos", tal y como obligaba el protocolo decaído el 30 de diciembre. Pero también hay diferencias dentro de este amplio grupo. Asturias sigue como en las olas anteriores, haciendo PCR a los casos y a los contactos estrechos; su capacidad de rastreo ha sido reconocida durante la pandemia, sostenida en una fuerte red de centros de salud con especial atención a las zonas rurales. En esta sexta ola ha empezado a hacer test fuera de los ambulatorios, como pedían aquí algunos expertos, para mantener la capacidad diagnóstica sin saturar la Atención Primaria.

Castilla-La Mancha, indican fuentes de la consejería a infoLibre, hace test de antígenos en los centros de salud para confirmar el resultado del autotest; Castilla y León hace PCR; Cantabria pide rellenar un formulario y los servicios sanitarios se ponen en contacto con el positivo para la prueba; la Comunitat Valenciana, además de habilitar a las farmacias para comunicar el caso, sigue contando con la Atención Primaria para ratificarlo.

La duda de Madrid y Andalucía

Sin embargo, la duda persiste con Madrid y Andalucía. Se trata de las dos únicas comunidades que permiten, sin pasar por Atención Primaria, gestionar la baja laboral con un positivo de autotest, lo que facilita el trámite ante el desbordamiento de los centros de salud. La primera ha habilitado un teléfono y la segunda, una vía a través de la web y aplicación llamada Salud Responde. La Cadena Ser asegura que, pese a ofrecer este servicio y contar con los autotest para la baja, no los cuentan como casos confirmados sino como sospechosos. infoLibre no ha podido confirmar este extremo con las consejerías de cada comunidad autónoma, que no han contestado a las preguntas de este medio.

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Precisamente son las dos comunidades donde más está bajando la incidencia, que no ha llegado nunca a registrar los niveles de récord de otras zonas, y que son más señaladas por los datos oficiales sobre pruebas. En general, y tomando como muestra las autonomías más afectadas por la sexta ola, todas han mantenido cierta estabilidad en el número de test realizados que notifican a Sanidad, mientras la incidencia subía. Madrid, sin embargo, empezó a notificar un descenso continuado en el número de pruebas con respecto a su población a partir del 30 de diciembre, cuando cambió el protocolo. Andalucía se ha mantenido en niveles muy bajos y estables desde antes de Navidad, aunque su incidencia ha subido (no al nivel de otras regiones).

Es muy difícil cuantificar a cuánto asciende el infradiagnóstico; y algunas de las caídas en los test registradas en los últimos días pueden deberse, simplemente, a que están cayendo los contagios al llegar al máximo de la onda. Pero el furor de los autotest, la saturación de Atención Primaria, un protocolo que deja plena libertad de actuación y directrices distintas en cada comunidad muestran la evidencia de que los datos diarios de positivos vuelven a alejarse, como en la primera ola, de la realidad, por lo que reina la cautela en los epidemiólogos a la hora de juzgar si, de verdad, se está alcanzando el pico o aún queda más de lo que parece, aunque este martes se haya registrado por primera vez un descenso en la incidencia a 14 días (casos/100.000 habitantes). Y la comparación entre distintas regiones es más difícil que nunca.

En el apartado de buenas noticias, además de la caída en los contagios, el aumento del porcentaje de pacientes covid en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) parece frenar su ascenso en los últimos días, lo que acerca el fin del mal sueño de la sexta ola.

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