El juez procesa a Ábalos, su exasesor y Aldama por contratos irregulares de mascarillas
El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha propuesto sentar en el banquillo al exministro de Transportes José Luis Ábalos, a su exasesor Koldo García y al empresario y presunto comisionista Víctor de Aldama por la parte de la investigación centrada en contratos irregulares de mascarillas, según informa EFE.
El instructor ha dictado este lunes (día en el que en el Supremo arranca el juicio al fiscal general del Estado por supuesta revelación de secretos) un auto de pase a procedimiento abreviado (equivalente al procesamiento) por presuntos delitos de cohecho, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos.
A lo largo de 47 páginas el juez expone los indicios de delito contra los tres investigados por la rama principal del conocido como caso Koldo, que se desgajó a su vez en una pieza separada donde los tres están también imputados, junto al exnúmero 3 del PSOE Santos Cerdán, por el presunto reparto de comisiones en adjudicaciones de obra pública.
En la causa principal, que el juez propone juzgar, el elemento central es la compra de mascarillas por parte de dos empresas dependientes del Ministerio de Transportes (Puertos del Estado y Adif) a una empresa de la que Aldama era comisionista, mientras que en una pieza separada, en la que está imputado Santos Cerdán, se investigan posibles mordidas en obra pública.
El juez apunta a un "concierto de voluntades entre los investigados", quienes, "aprovechando el cargo" de Ábalos en el Gobierno, "convinieron" que podrían favorecer la contratación pública de ciertas empresas introducidas por Aldama "a cambio del correspondiente beneficio económico" para los tres.
El juez ve en Ábalos, Koldo y Aldama un plan para delinquir cuando surgiese la oportunidad
El juez ve en la unión de José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y Víctor de Aldama una organización criminal, con papeles repartidos y planteada para cometer delitos conforme se presentaran oportunidades.
El objetivo no era cometer un delito concreto, sino "la futura comisión de delitos, inicialmente indefinidos en sus concretas particularidades, conforme las oportunidades de cometerlos se fueran presentando", señala el juez, que por eso propone juzgarles por un delito de organización criminal.
Para ello, cada uno asumiría un "papel diverso": Ábalos desplegaría su influencia "cuando fuere preciso", aprovechándose de los oficios de Koldo García y Víctor de Aldama estaría encargado de localizar empresas o particulares interesados que buscasen un trato preferente, a cambio de comisiones de las que haría partícipes al exministro y a su asesor.
Además, la organización tenía, según el magistrado, "una innegable vocación de permanencia en el tiempo" puesto que operó durante varios años y proyectó su actuación delictiva en distintas esferas.
Por sus actuaciones, el juez apunta que Ábalos y Koldo García son presuntamente autores de delitos de cohecho pasivo, tráfico de influencias y malversación de fondos públicos, mientras que Aldama sería responsable de un posible delito de cohecho activo, e inductor en el caso del tráfico de influencias. A todos ellos les atribuye pertenencia a organización criminal.
La investigación corrobora acusaciones de Aldama
El magistrado considera que la investigación judicial ha corroborado las declaraciones incriminatorias que hizo el comisionista Víctor de Aldama "en cada uno de sus aspectos esenciales".
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Destaca, sobre todo, los análisis patrimoniales que llevaron a comprobar que tanto el exministro como su asesor aumentaron "sensiblemente los ingresos que se hacían en metálico en sus cuentas", y el exsecretario de Organización del PSOE dejó de sacar dinero del banco.
Además, había una "muy estrecha y extraordinariamente inusual" conexión entre los patrimonios de ambos, pues Koldo García se hacía cargo de gastos que pertenecían al exministro, sin que después le fuesen reintegrados por este por vía bancaria, pues si lo hizo con efectivo, al no haber sacado del banco, el dinero procedería de una "fuente irregular de ingresos".
Junto a este análisis patrimonial, el juez detalla las diferentes testificales o documentos que corroboran otros extremos declarados por Aldama, como el piso que pagaba a la expareja de Ábalos, Jessica Rodríguez, o la contratación de esta en dos empresas públicas.
