El futuro del PSOE

Nuevas encuestas territoriales desatan el temor a que el PSOE no haya tocado fondo

Alfredo Pérez Rubalcaba, en la clausura de unas jornadas sobre igualdad, el pasado 19 de octubre en Ferraz.

"¿El suelo electoral? ¡El suelo no existe! No hay límites en la bajada, y si no se hacen bien las cosas, bajaremos aún más". Esta expresión amarga de un dirigente territorial del PSOE sintetiza el sentir de muchos otros cuadros medios y, según estos confiesan, de buena parte de la militancia. Un lamento que se acentúa de cuando en cuando, que se agudiza con cada encuesta adversa que sale a la luz. Y en los sondeos no hay forma de encontrar resuello, ni buenas noticias. No hay buenas expectativas de cara a las siguientes generales –muestran una tendencia al estancamiento o ligeramente a la baja– ni tampoco con vistas a los comicios autonómicos y municipales. El último fin de semana trajo de nuevo malas notas para los socialistas: en el Ayuntamiento de Barcelona el PSC se colocaba en la quinta posición, y en Galicia el PSdeG se mantenía como segunda fuerza, aunque caía. La línea general que dibujan los barómetros de opinión, públicos y privados, llevan a no pocos diputados y responsables intermedios a pensar que tal vez el PSOE "aún no haya tocado fondo". La "preocupación" es total, y urgen a dar pasos con prontitud. Entre ellos, las primarias, la clarificación del liderazgo. En la dirección federal del partido, así como en las cúpulas del PSdeG y del PSC, sin embargo, llaman a la prudencia e insisten en que las encuestas todavía no son representativas porque "no hay pulsión electoral". 

El caso de Barcelona es especialmente doloroso. El PSC, un partido que atesoraba un enorme poder municipal hasta las elecciones de 2011, gobernó la segunda ciudad de España desde 1979, desde las primeras municipales de la democracia, hasta hace dos años, cuando cedió la alcaldía al convergente Xavier Trias y se convirtió en segunda formación política en el Consistorio, con 11 concejales de un total de 41. Una encuesta de La Vanguardia publicada este domingo delineaba un Ayuntamiento muy fragmentado, liderado por CiU, con 11 actas (por las 14 de 2011) y un 24,9% de los votos. ERC (14,8%), PP (14,7%), ICV (13,3%) y PSC (12,9%) empatarían a seis ediles. Ciutadans (8,5% y 4 actas) y la CUP (2, 5,8%) entrarían en el pleno por primera vez.

La Voz de Galicia

La Voz de Galicia, por su parte, otorgaba al PP de Alberto Núñez Feijóo 38 escaños (mayoría absoluta justa, frente a los 41 logrados hace justo un año) y un 43,5% de los votos. Le seguiría el PSdeG, con 16 escaños y un 19,3% (por el 20,6% y los 18 diputados de 2012). Pero quienes rentabilizan la bajada del presidente de la Xunta son Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la coalición de Anova –la formación de Xosé Manuel Beiras–, IU, Equo y Espazo Ecosocialista, que subirían de los 9 a los 13 parlamentarios (del 13,9% al 16,6%), y el BNG, que avanzaría más ligeramente (de 7 a 8 actas, del 10,1% al 10,7%). La encuesta se realizó apenas 15 días después de que José Ramón Gómez Besteiro se convirtiese en el nuevo líder de los socialistas gallegos, elegido por el congreso extraordinario, aunque previamente había sido designado líder en primarias

A principios de mes, el 9 de octubre, con motivo de la fiesta de la Comunitat Valenciana, un sondeo de Metroscopia para El País arrebataba la mayoría absoluta a Alberto Fabra (de 55 a 41 escaños), pero no por una remontada de los socialistas de Ximo Puig (baja de hecho de 33 a 27 actas), sino por la subida de las dos formaciones a su izquierda, Compromís (crece de 6 a 13 diputados) y Esquerra Unida del País Valencià (IU, que pasa de 5 a 13 escaños). UPyD debutaría en Les Corts con cinco representantes. 

Son las tres encuestas más recientes, pero podrían citarse más. La última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de julio de 2013, concedió al PSOE un 27,2% de estimación de voto, frente al 28,76% de las generales de 2011, y ratificó la constante subida de IU y UPyD. El PP se desplomaría, cayendo del 44,63% al 32,5%. Alfredo Pérez Rubalcaba suscita poca o ninguna confianza para el 89,5%, por el 85% de desconfianza que despierta Rajoy. El presidente del Gobierno sí obtiene una calificación media inferior (2,45) a la del secretario general del PSOE (3,14). 

"Esto no va de liderazgos"

En muchas ocasiones se ha preguntado a la dirección federal por la letra de las encuestas. Y siempre ha esgrimido que no hay que ansiarse, que lo único claro es el desencanto de los ciudadanos, la falta de esperanza, y que queda tiempo hasta las siguientes generales. "Lo que anticipan las encuestas es una enorme abstención, la desafección de la política. Pero no son significativas porque no hay pulsión electoral. Hay que esperar a que la haya", abundaba ayer una persona de confianza del equipo de Rubalcaba. Y agregaba que "no existen motivos para el abatimiento", porque todos los esfuerzos están volcados ahora en la Conferencia Política del 8 al 10 de noviembre. Después ya tocará abordar el calendario electoral.

"El gran motivo es que crecen los partidos menos tradicionales porque a los tradicionales se les culpa de la situación –argumentaba ayer un colaborador muy cercano al primer secretario del PSC, Pere Navarro–. Ciutadans sube, por ejemplo, porque no gobierna en ningún lado. Mientras la gente nos siga culpando, remontar no será fácil. Esto no va de liderazgos, no es el elemento central. Hay un castigo a la política tradicional, un cabreo generalizado con nosotros por lo que hicimos cuando estuvimos en el Gobierno y lo que no hicimos y debiéramos haber hecho". Iván Puentes, miembro de la nueva ejecutiva del PSdeG y secretario de Derechos Ciudadanos y Movimientos Sociales, destaca el buen estreno de Gómez Besteiro (el mejor valorado tras Feijóo) y subraya que lo importante es que se atisba una "alternativa real al PP", ya que el presidente estaría a punto de perder su mayoría y la izquierda, próxima a poder desbancarle. "Lo que hace la encuesta de La Voz es certificar la necesidad de trabajar. La confianza no está ganada, pero aún hay tiempo para que la recuperemos, porque quedan tres años para las siguientes autonómicas". Sin embargo, de manera más reservada, fuentes de la dirección gallega reconocían que cuadros y militantes "sí temen que el partido pueda bajar más todavía". En concreto, se espera "un descalabro inmenso" para las europeas de mayo de 2014, lo que justificaría que no se eligiera al nuevo líder antes de esos comicios, para no "quemarlo" a las primeras de cambio. 

El juicio entre algunos diputados y algunos cualificados responsables territoriales es mucho más duro. En Cataluña, una integrante del sector crítico a Navarro, situada en la órbita catalanista, atribuye las dificultades del PSC a su posición "ambigua" sobre el complicado debate soberanista, cuando los tiempos requieren posiciones "valientes". Además, se cruzan los problemas de la socialdemocracia en Cataluña, en España, en Europa, donde "se ha quedado sin discurso". "Aquí están pasando cosas que a los socialdemócratas nos deberían de poner la carne de gallina. Salgamos del sistema y miremos desde fuera. Nos sentimos tan corresponsables que nuestras propuestas son demasiado posibilistas. Olvidémonos. Hagamos propuestas más atrevidas, porque si no nos pasará ICV o el Procès Constituent de la monja Teresa Forcades y Arcadi Oliveres. Algo pasa. La gente quiere una firmeza mayor en las denuncias y en el combate de la desigualdad. Hay que creerse que podemos hacer algo distinto a Mariano Rajoy, ¡por Dios!", exclamaba esta dirigente, que añadía que el bajón en las encuestas se debe igualmente a una falta de liderazgo del PSC y del PSOE. "El PSC no va a remontar si el PSOE no remonta, y a la inversa. Ambos tienen vasos comunicantes, laberínticos, y a veces con estenosis. Si el PSC quiere volver a ser potente, debe convencer de que el tema nacional le importa y su proyecto social es bueno, y eso depende básicamente del PSOE". 

"A la segunda pregunta te dicen que cuándo se va Alfredo"

La dirección del PSC no lo tiene tan claro. No cree que la cuestión del liderazgo sea "medular" e incide en que "nadie tiene la receta" para saber cómo salir de la depresión

Porque la militancia, señalan con pesar varios cuadros, está "deprimida", sin ganas. "Vas a una agrupación, sueltas tu rollo y a la segunda pregunta ya te dicen que cuándo se va Alfredo. Las bases no quieren hablar de otras cosas. Al PSOE le lastra su líder. Es cierto que no hay movilización electoral todavía, y que podemos subir. Por eso no me asustan del todo las encuestas", indicaba una diputada en el Congreso que es además secretaria general del partido en su ciudad. Otra parlamentaria gallega insistía ayer en que "el problema es Madrid" y mostraba una enorme preocupación. "Es la marca nacional la que nos arrastra. Y podemos caer aún más si no hay un cambio, si no hay un revulsivo. Hay un descontento extraordinario entre los votantes de izquierdas. Sólo espero que la Conferencia Política avance las fechas de las primarias. Como este tema no se resuelva antes del otoño de 2014, podemos seguir cayendo más". 

"La gente sigue enfadada con nosotros. Y falta un liderazgo fuerte. Necesitamos líderes que generen confianza y seguridad en estos tiempos de zozobra. Y la gente necesita descargar la ira y el cabreo en las europeas". Es el juicio de otra diputada nacional más, andaluza, que se siente muy cercana al expresidente José Antonio Griñán y que dice sentir "mucho aprecio" por Rubalcaba. Esta diputada cree que hay una parte del suelo electoral que puede recuperarse, la de aquellos que consideran que ya han castigado al PSOE por sus errores en el Gobierno, pero otra parte se puede perder por aquellos que entienden que el varapalo no ha sido suficiente. "Y nos viene muy mal el descrédito de la política. Nunca hemos vivido un momento como este. Nunca. Y preocupación hay, porque si no seríamos unos irresponsables. Hay una preocupación general, compartida, sobre cómo responder y cómo acertar, porque la gente nos mide con un listón muy alto". Esta diputada, exmiembro de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, sí coincide con la dirección en que las encuestas "deben relativizarse" y no dejarse consumir por la ansiedad. Pide "cordura", no ir con prisa, pero sí "sembrar un tiempo nuevo". Lo glosa con un proverbio taurino: "Citar, templar y matar". 

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Hasta qué punto influye el liderazgo

La dirección del PSOE andaluz, el buque insignia del partido, se guía por una mayor prudencia. Habla también de "preocupación", si bien achaca el estancamiento del PSOE, cuando no caída, al "descontento" con la política, a la exigencia de los ciudadanos a sus representantes para que les resuelvan sus problemas. "No digo que el tener un liderazgo fuerte no sea positivo, pero no sé hasta qué punto influye", observaba una dirigente muy vinculada a la presidenta de la Junta, Susana Díaz. "Como ella dice, hay que hacer una política cercana, estar atentos, ser implacables con la corrupción...". 

Un responsable próximo al manchego Emiliano García-Page, diputado regional, concibe como un error que se compare el bajo tono del partido con "una enfermedad" que se cura con el paso del tiempo. "No, se cura tomando decisiones, sobre discursos y sobre personas, y ahí no hacemos los deberes". Este cargo, que como Page defiende que las primarias se hagan antes de las europeas, apunta igualmente a la "situación desesperada" de los militantes, que ven que no hay salida. "Da igual que Rubalcaba salga haciendo el pino puente, porque nadie le escucha. Hay ansiedad porque nada se mueve. Es muy jodido. Y la pregunta es: ¿por qué no hay reacción?". Ferraz tiene patentada una respuesta: todo llegará, pero "a su tiempo". 

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