Accidente de Santiago
Un perito ratifica que la velocidad “fue la gran clave” en el accidente de Angrois
El ingeniero industrial José Manuel Lamela, primer perito llamado a declarar este miércoles en el caso del accidente del tren Alvia ocurrido Angrois en julio de 2013, se ha ratificado ante el juez en su informe, que sostiene que "la clave" del siniestro ferroviario en el que murieron 80 personas "fue el exceso de velocidad".
Lamela ha abandonado los juzgados de Santiago tras casi dos horas y media ante el magistrado que instruye la causa, Andrés Lago Louro, y los representantes legales de las partes personadas, que también le han hecho un "exhaustivo" interrogatorio, según ha asegurado a los periodistas a las puertas del edificio, en el barrio compostelano de Fontiñas.
Tras él comparecen el experto en Caminos, Juan Carlos Carballeira, que accedió a los juzgados sobre las 11.00 horas; y el de Telecomunicaciones, César Mariñas. Ambos expondrán también sus tesis después del análisis de las circunstancias en las que se produjo el descarrilamiento en la curva de A Grandeira.
Las víctimas le piden al fiscal "compromiso"
En este último, César Mariñas, es en el que quieren las víctimas que se centre la instrucción, según ha reiterado a los medios de comunicación este miércoles el presidente de Apafas (Asociación de Perjudicados por el Accidente de Santiago), Cristóbal González.
González, que ha realizado por undécima vez el Camino de Santiago en bicicleta para poder presenciar esta nueva diligencia sobre el terreno –aunque la audiencia no es pública y debe seguirla a través de lo que le traslada su abogado, en el interior de la sala–, ha aprovechado para hablar con el fiscal, Antonio Roma, al que le ha pedido "compromiso" para dilucidar las causas del accidente.
Defectos de mantenimiento
Lamela ha respondido al interrogatorio de todas las partes sobre el documento definitivo que elaboró, que estudia el material rodante y los sistemas de frenado, así como el mantenimiento del tren.
Igualmente, ha recibido cuestiones sobre los anexos, dos informes encargados a Bureau Veritas y otro al Citef, centro dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid al que pidió una simulación del siniestro, y que entregó este mismo miércoles en sede judicial. "Ahora, mi documentación del caso ya está entregada, me he ratificado totalmente en mi informe y creo que la gran clave del accidente fue el exceso de velocidad. Eso parece ser que no ofrece ninguna duda", ha resaltado.
Asimismo, respecto de los defectos detectados en las operaciones de mantenimiento, Lamela ha comentado, como lo hace en su peritaje, que "eso es importante pero no tuvo repercusión en el accidente". "El tren iba demasiado rápido para poder tomar la curva", ha insistido, antes de subrayar que si la responsabilidad recae entonces solo sobre el maquinista es algo que "lo tiene que determinar el señor juez".
Simulación
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Acerca de la simulación del descarrilamiento realizada por el Citef, el experto en ingeniería industrial ha señalado que "no arroja nada" en cuanto a conclusiones, puesto que "lo único que establece son las velocidades críticas de vuelco en una curva similar del 730 –modelo del tren Alvia que se accidentó– y una comparativa con el 130, con el original".
"En un análisis cuasi estático y un análisis estático, lo sorprendente es que la velocidad de vuelco del 130, que en principio se suponía que podía ser más alta, es más baja. Porque uno es vuelco y el otro es remonte de pestaña. El 730 vuelca a 156 kilómetros por hora, a partir de ahí, y el 130 a partir de 141 kilómetros por hora", ha explicado.
Por otra parte, acerca de si pudieron tomarse medidas complementarias para evitar el siniestro, ha indicado que eso no entra en el ámbito de sus competencias, sino de las de los otros dos peritos a los que ahora toca declarar.