Sanidad

La preocupación por el estado de la sanidad bate récords históricos a izquierda y derecha

Manifestación ciudadana que recorrió el pasado 13 de noviembre el centro de Madrid bajo el lema "Madrid se levanta por la sanidad pública".

La sanidad se ha convertido en uno de los principales problemas para los españoles, muy por encima de la inseguridad ciudadana, la inmigración, el paro o las subidas de impuestos, los temas que la derecha y la extrema derecha sitúan en el foco del debate político y mediático. Así lo desgrana el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado en noviembre: un 32,6% de los encuestados considera que es el segundo desafío del país, solo por detrás de los problemas de índole económica. 

A esto se le suma el grado de insatisfacción de los usuarios con el sistema público, que ha alcanzado su peor cifra histórica este mes de diciembre, según los resultados de la tercera oleada del Barómetro Sanitario 2022, hecha pública este lunes. Más del 88% de los encuestados consideran que el sistema sanitario necesita "algunos cambios", aunque dentro de esta categoría hay quienes creen que el sistema funciona bien (el 39,4%), los que afirman que "algunas cosas funcionan" (el 31,9%) y los que aseguran que el sistema de salud "funciona mal" y "necesita cambios profundos" (el 16,8%).

"Es el peor dato de valoración de toda la serie histórica desde 2006", resume José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos, en conversación con infoLibre. El analista explica que, hasta el año 2019 —el barómetro sanitario dejó de realizarse durante la pandemia—, aquellos ciudadanos que reclamaban cambios profundos y valoraban negativamente el sistema de salud se situaban entre el 4 y el 7%. "En 2022 esa cifra se ha multiplicado por cuatro", expone. 

Además, se trata de una preocupación transversal a todos los partidos e ideologías. Un 33,2% de los votantes del PSOE reclama "cambios fundamentales" en el sistema sanitario frente al 26,5% de votantes del PP y el 31,4% de los de Vox. En el caso de Unidas Podemos la cifra se eleva hasta el 44,6%, solo superada por los votantes de ERC con un 58,2%. "Se trata de un tema transversal que preocupa, especialmente, a los más mayores", valora Ferrándiz, que incide en el electorado "más envejecido" de los dos partidos mayoritarios, si bien cree que se trata de una cuestión que "moviliza más" a los votantes de izquierdas.

Por su parte, casi el 20% de los votantes socialistas (19,4%) considera que el sistema público sanitario funciona mal, respecto a un 13% de los del PP, un 20,4% de Vox y un 16,2% de Unidas Podemos. Asimismo, un 19,6% de los que votaron al PNV en los comicios de 2019 también se muestran insatisfechos con la sanidad. "Esto es curioso porque las competencias en materia sanitaria recaen en las comunidades autónomas", recuerda el director de Opinión de Ipsos, si bien matiza que "hay ocasiones" en las que los votantes trasladan esa responsabilidad al Ejecutivo central, como sucedió con la pandemia.

"La gestión política de la sanidad se ha convertido en uno de los temas relevantes de la agenda política y mediática"

La socióloga y politóloga Aída Vizcaíno, profesora en la Universidad de València, asegura que la sanidad se convirtió en la piedra angular del Estado del Bienestar en España a partir de los años 80. "Los consensos de la transición, aquellos en los que parecía hacer coincidir al grueso de la sociedad, se fundamentaban, sobre todo, en las pensiones, en la educación y en la sanidad. De hecho hoy día se sigue apelando a estos últimos para ensalzar el modelo público español", resume.

Vizcaíno cree que la educación se basa "en un proceso de confianza en diferido", mientras que la sanidad "tiene un componente de tangibilidad": "Casi diría de corporalidad, que evidencia su presencia o ausencia. Es más fácil ver o percibir si hay personal sanitario o hay centros hospitalarios y sus consecuencias", analiza. La profesora considera, a su vez, que la pandemia sigue todavía "muy presente" por lo que "es razonable" que las cuestiones vinculadas a la salud "tengan un papel destacado en las preocupaciones sociales".

A juicio de la analista, la gestión política de la sanidad pospandémica "se ha convertido en uno de los temas relevantes de la agenda política y mediática" porque "ha evidenciado la ruptura del consenso político en torno la sanidad pública": "Ha hecho visible para el grueso de la ciudadanía el desmantelamiento paulatino que se ha realizado a lo largo de los últimos veinticinco años. Y además ha evidenciado la brecha entre retórica política y acción política, entre los territorios que han priorizado la gestión sanitaria frente a los no lo han hecho", puntualiza.

¿Puede decidir unas elecciones el estado de la sanidad?

Vizcaino afirma que, en territorios como la Comunitat Valenciana, la gestión de la pandemia y sus consecuencias, a nivel sanitario, "apenas está presente en el debate". Y contrapone este caso al de la Comunidad de Madrid: "El tema que está marcando la agenda política de la autonomía es la situación de la sanidad pública. Una opinión compartida por Ferrándiz: "Es evidente que este tema le puede hacer mucho daño a Isabel Díaz Ayuso, pero tampoco sabemos si la tensión actual, con las huelgas y protestas sanitarias, durará hasta que comience la campaña", razona.

Hace tres semanas más de 200.000 personas —según datos de la Delegación de Gobierno y 670.000 según los convocantes— salieron a la calle en defensa de la sanidad "pública, universal y de calidad". Una manifestación convocada por el movimiento de barrios y pueblos de Madrid, vecinos que durante los últimos años han protagonizado protestas en diferentes puntos de la región, con la que se pretendía denunciar "el caos" provocado por el gobierno de Díaz Ayuso con su nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias, que recorta personal.

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El estado de la sanidad preocupa (y mucho) a los madrileños. Según una encuesta municipal publicada el pasado mes de abril, el 23,9% de los madrileños considera que en Madrid faltan más servicios, más sanitarios y profesionales y existe una alta lista de espera. La encuesta fue encargada por el consistorio que dirige José Luis Martínez Almeida y elaborada por la empresa demoscópica Sigma Dos. Esa misma encuestadora realizó otro estudio para el diario El Mundo, publicado el pasado mes de noviembre, en el que los madrileños situaron la sanidad como la primera preocupación, por delante de la subida de precios, el paro, la Educación o la inmigración. Entre los votantes del PP, un 40% lo identificaron como su mayor problema.

El director de Opinión de Ipsos cree que, a pesar de que la preocupación esté extendida también a los votantes del PP, "es difícil" que la derecha se desmovilice" en Madrid y "deje de votar" de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales, ya que ese voto se produce en clave nacional: "Es un voto de castigo contra el Ejecutivo de Sánchez, que Ayuso sabe capitalizar muy bien", considera. Sin embargo, sí considera que puede "movilizar" a un electorado de izquierdas que en otras circunstancias no acudiría a votar.

Vizcaíno establece dos lecturas. La primera es "qué capacidad de contagio tiene la política madrileña a la política española" a nivel de "percepción social y el desgaste político." Y otra, que define como más "estructural", es "si estamos viviendo momentos de revisión de los consensos sociales en torno a la sanidad que constituyeron las bases de la democracia reciente".

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