Polémica
PSOE, PP y C`s rechazan en Sevilla una moción de IU que pedía un ayuntamiento laico
El pleno del Ayuntamiento de Sevilla, reunido este viernes en sesión ordinaria, rechazó con un tenso debate la moción promovida por IU-CA y respaldada por Participa, para separar "plenamente" la institución municipal de la religión, con medidas como que los concejales dejen de asistir a los cultos en su calidad de representantes de la ciudadanía y que los actos municipales prescindan de connotaciones religiosas, informó Europa Press.
La moción estaba consensuada con la plataforma Sevilla Laica y reclama el Ayuntamiento no mantenga más su presencia, ni como institución ni a través de sus representantes públicos, en cualquier acontecimiento o manifestación religiosa, lo que implica el cese de las invitaciones que se hacen desde Alcaldía a estos actos y la reserva de espacios para los grupos municipales en misas, procesiones u otros eventos de cualquier confesión.
Porque según IU-CA, organización promotora de la moción, ya que el español es un Estado de carácter aconfesional, "no se entiende" que los concejales "tengan un palco (reservado) para ver la Semana Santa", apostando por que cada concejal asista o no a los actos religiosos a título personal, pero nunca en calidad de cargo público.
En este sentido, la moción plantea también que todos los actos organizados por el Ayuntamiento sean "exclusivamente civiles y sin connotaciones ni simbologías religiosas" y que el Consistorio no invite a éstos a los representantes eclesiásticos ni los considere autoridad pública. También se propone la elaboración de un censo de las propiedades de cualquier confesión religiosa que estén exentas de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en la ciudad o evitar continuar poniendo nombres religiosos a las calles, entre otros aspectos.
Concentración en contra
Frente a la moción, a través de la aplicación de mensajería para teléfonos móviles WhatsApp circuló una convocatoria de concentración a las puertas del Ayuntamiento, exponiendo que la propuesta en cuestión pretende "retirar nombres religiosos de calles como Santa Ángela de la Cruz y otras, además de la prohibición de que los ediles asistan a cualquier culto" y ocho puntos "en contra de las tradiciones que perviven en Sevilla a lo largo de siglos". La concentración, en ese sentido, fue secundada por cientos de personas.
Dada esta concentración, el portavoz municipal de IU-CA, Daniel González Rojas, en declaraciones a los medios de comunicación, invitó a leer la moción, porque la misma no está destinada a "prohibir la Semana Santa o que la gente vaya a misa" ni tampoco pretende "quitar" la rotulación con la que cuentan las calles dedicadas a las vírgenes, cristos o santos de la Iglesia católica.
En ese sentido, explicó que dado que España es un estado aconfesional, la moción pretende "separar" totalmente la institución municipal y la religión, cualquiera de ellas, lo que se traduce en aspectos como que los concejales asistan o no a la Semana Santa o a los cultos religiosos de modo personal e individual, pero no "como representantes públicos" del Ayuntamiento y por tanto de la ciudadanía.
Repulsa a "los intentos de agresión"
A la hora del debate plenario, la presidenta del pleno, la socialista Carmen Castreño, mostró su "repulsa a todos aquellos que usan la violencia cuando no comparten un criterios, porque se ha amenazado y se ha intentado agredir a concejales de este pleno y a otras personas", aludiendo presumiblemente al caso de algunos de los miembros de Participa, que en efecto se habrían acercado a los manifestantes al comienzo de la protesta. Todas las fuerzas condenaron los hechos.
González Rojas, de cualquier modo, defendió la moción en los términos ya descritos y ha recriminado al concejal de C's Javier Moyano y al portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, que públicamente ligasen supuestamente la moción a una "falta de respeto" a la Semana Santa o a las creencias religiosas, cuando la propuesta "no intenta prohibir nada" ni carga contra la Semana Santa. "Ustedes ven monstruos", criticó defendiendo que la separación entre lo institucional y lo religioso "no impide" en absoluto ninguna creencia.
Susana Serrano, por Participa, lamentó los "insultos" vertidos en su contra en la citada concentración y apoyó plenamente la moción en los mismos términos que González Rojas, avisando además de quienes están "incitando al odio" con este asunto. Francisco Moraga, por C's, manifestó que en Sevilla "deben seguir perdurando sus tradiciones, que son las que son", porque en Sevilla los actos religiosos "son eventos culturales, patrimonio de Sevilla, que no se ciñen sólo a lo religioso".
El PP avisa de la "paranoia" de IU-CA y Participa
El PSOE acepta leer en público un fallo judicial en su contra a cambio de apoyo al presupuesto de Sevilla
Ver más
Por el PP, Gregorio Serrano tachó de "lamentable" la propuesta, porque constituye "una falta de educación y a la falta de cortesía institucional" para con la Iglesia católica pese a su papel en la sociedad. Para él, la moción contiene medidas "injustas y paranoicas", lo que le llevó a defender el papel de la Iglesia católica, exponiendo las actuaciones de la misma en favor de la infancia, los mayores, los desfavorecidos o los inmigrantes, entre otras cosas. En concreto, señaló a los "305 millones anuales" que la institución eclesiástica dedica a la ayuda social en sus diferentes variables. Así, criticó el "odio metido en el estómago" de los dirigentes de izquierdas contra quienes "no les han hecho nada".
Carmen Castreño, de su lado, anunció el voto contrario del PSOE, lamentando que el debate plenario se haya centrado en la Iglesia católica y no en el conjunto de las religiones. "Estamos en un estado aconfesional, pero hay que tener un respeto profundo a todas las manifestaciones religiosas", dijo preguntando retoricamente "por qué no (pueden los concejales) acompañar a los ciudadanos en las manifestaciones religiosas". En ese sentido, defendió que el PSOE redujo la representación municipal en las celebraciones religiosas. Finalmente, la moción fue rechazada con el voto contrario del PP, el PSOE y Ciudadanos, mientras IU-CA y Participa la apoyaron.
El alcalde, Juan Espadas, cerró el debate lamentando "los incidentes, que descalifican a quienes los han llevado a cabo". Espadas ha avisado de que la moción tiene un cariz de "provocación", defendiendo la "historia" de la ciudad y el "ineludible papel de representación" del Ayuntamiento "en las tradiciones", donde la Corporación municipal "estará" de modo "correcto". Además, criticó a Juan Ignacio Zoido por una "burda y ofensiva manipulación" del asunto en un tuit relacionado con la polémica, acusando además a la concejal conservadora Pía Alcón de "patrimonializar" la religión. Finalmente, garantizó el "respeto" a las tradiciones y una representación municipal en las mismas "ajustada al papel" institucional, "con el número correcto (de concejales) y el lugar correcto".