El debate de investidura

Rajoy sufre su primera gran derrota en un bronco debate que acerca las terceras elecciones

Rajoy sufre su primera gran derrota en un bronco debate que acerca las terceras elecciones

Durante toda la X Legislatura (2011-2015), en la que el Partido Popular contó con una sobrada mayoría absoluta –186 escaños–, el Grupo Parlamentario Popular se encargó de proteger a su líder. De tenerlo entre algodones. Los votos de sus diputados eran la llave que cerraba a cal y canto cualquier posibilidad de que la Cámara sacase los colores a su jefe. Gracias a ellos evitó rendir cuentas sobre los escándalos de corrupción que afectan al PP. También gracias a ellos se evitaron iniciativas incómodas. Pero eso ya pasó a la historia y ahora Mariano Rajoy sólo cuenta con el apoyo de 137 diputados. Este miércoles, en la primera votación de su sesión de investidura, el jefe de los conservadores pudo comprobar lo cuesta arriba que se le pondrá esta XII Legislatura si logra seguir en La Moncloa. Para un líder poco acostumbrado a llegar a acuerdos con el resto de fuerzas, ha supuesto un esfuerzo importante sentarse a negociar con Ciudadanos y Coalición Canaria para que le den sus apoyos. Pero esos 170 escaños no son suficientes y no le han evitado la foto de la derrota. Si nada cambia, tendrá otra más para su álbum el viernes en la segunda votación.

El escenario se pone más negro todavía si se tiene en cuenta, a tenor de los discursos de este debate de investidura, que el PP parece no tener en su mano la búsqueda de nuevas complicidades. Bastante ha logrado, comentaban con ironía un grupo de diputados de izquierda en el patio del Congreso, con que Albert Rivera, aún no confiando en él, le haya dado sus votos. Si a esto se une que el socialista Pedro Sánchez defendió este miércoles con más contundencia que nunca su “no es no”, la repetición electoral no es un escenario exótico. Es más, esta es la impresión que se llevaron este miércoles dirigentes políticos de todas las formaciones del arco parlamentario.

En lo que no estaban de acuerdo las fuentes consultadas es en señalar a quién se le podrá atribuir la culpa de ello. Así, mientras Sánchez se esforzó en todas sus intervenciones en el hemiciclo en sacudirse la etiqueta de promotor de unos nuevos comicios que ya le ha colgado el PP, los conservadores insistían en su mensaje. Si no hay Gobierno y los españoles vuelven a las urnas, dicen, será por culpa del jefe de los socialistas socialistas.

Un PSOE camino de la "irrelevancia"

"Sánchez va a arrastrar al PSOE a unas elecciones sin saber si le va a ir algo mejor o si acaba siendo irrelevante", vaticinaba un diputado del Partido Popular en conversación con infoLibre.

En un nuevo giro dialéctico, el partido de Rajoy ha incluido en su argumentario la idea de que abstenerse ante el PP no es sinónimo de apoyarles ni de ser cómplice de sus políticas. Lo han hecho con nulo éxito porque Sánchez fue rotundo: "Si cediéramos a sus presiones, sería la legislatura del chantaje", llegó a decirle al presidente del Gobierno en funciones.

A la extendida sensación de estar ya en precampaña electoral, las fuentes consultadas añadían, no obstante, matices. Condicionantes que, de darse, podrían poner fin al largo periodo que el Gobierno de Rajoy lleva en funciones. "En política todo es posible y un día es un mundo", señalaba un veterano diputado del PP que, de todos modos, se confesaba pesimista.

Un discurso "en clave interna"

En el PP hay unanimidad: Pedro Sánchez hizo un discurso duro, inmovilista pero dedicado no sólo a Rajoy, sino muy en clave interna. En este sentido, los conservadores consideran que los barones y algunos diputados socialistas que llevan días pidiendo a su jefe de filas que destape cuál es su alternativa podrían llegar a conseguir que éste recapacite y convoque un nuevo Comité Federal en el que se replanteen el "no es no".

El problema para los conservadores estaría en que de esa reflexión interna en el PSOE no saliese una abstención para Rajoy o la llamada "abstención técnica". Es decir: que determinados diputados socialistas se abstuviesen para permitir que Rajoy gobierne. Un sector del PP cree que si el PSOE se sienta a repensar su negativa inicial a Rajoy se impondrá dejarle gobernar.

"Rajoy gobierna, Pedro Sánchez se erige en líder de la oposición plantando cara a Pablo Iglesias y, en cuatro años puede estar listo para gobernar", señalan desde Ciudadanos, la formación que ha apoyado a Rajoy con sus 32 escaños.

A por un Comité Federal

Pero también hay un sector del PP que cree que ese Comité Federal tiene un riesgo para ellos: que Sánchez se replantee también la negativa a buscar una alternativa junto a los nacionalistas. Desde ERC este miércoles se puso en bandeja el apoyo... siempre y cuando esté dispuesto a pasar por el aro del referéndum. Las fuentes nacionalistas consultadas creen que este escenario también es posible. "La cuestión territorial es un asunto que va a haber que abordar tarde o temprano. Sánchez sería inteligente si fuese más flexible", mantienen las citadas fuentes.

En el PSOE, los dirigentes consultados dudan sobre cuál de los dos escenarios anteriores provocaría menos rechazo en Sánchez. "Ha sido tan duro con Rajoy que tiene difícil una marcha atrás", señalan. Y un acercamiento a los nacionalistas, añaden, acabaría de levantar a los barones más críticos.

¿Y que hay de la vía PSOE-Unidos Podemos-Ciudadanos? Tanto en el PP como en el PSOE coinciden en que la mezcla es "explosiva". Sánchez tendría que recomponer puentes tanto con Ciudadanos, su socio de investidura tras el 20D, como con Pablo Iglesias, que no permitió que se desalojase a Mariano Rajoy de la Presidencia del Gobierno.

Desde Podemos se demanda a Sánchez que lo intente, que se atreva a plantear una iniciativa y se sienten a hablar. Los socialistas no confían mucho en las intenciones de Iglesias y creen que darle cualquier tipo de protagonismo les aleja de ser la fuerza referente de la izquierda.

El liderazgo de Rajoy

Los conservadores descartan totalmente que la derrota de este miércoles de Rajoy en el Congreso, a la que seguirá previsiblemente otra el viernes, vaya a servir para que se abra en el partido un debate sobre el liderazgo de su jefe de filas. El presidente del PP, recuerdan, obtuvo el aval del Comité Ejecutivo Nacional para presentarse a esta investidura y para hacerlo de la mano de Ciudadanos. De hecho, insisten en que era casi "un clamor" que Rajoy no diese la espalda a la Cámara y él seguía resistiéndose a someterse a la votación del hemiciclo sin apoyos.

Este sábado la plana mayor del PP se reunirá en la sede nacional para analizar el debate de investidura y fijar las prioridades para los próximos días. Este Comité Ejecutivo servirá, además de para seguir presionando a Sánchez, para que los barones y dirigentes conservadores arropen a Rajoy.

Mientras no haya Gobierno, Génova mantiene firme el compromiso de no abrir el debate sobre la sucesión de Rajoy o sobre la renovación de la cúpula. Hasta ese momento no se convocará el XVIII Congreso Nacional.

Quien tiene ahora un problema de liderazgo, señala un miembro del Comité de Dirección del PP, es Pedro Sánchez. "A la Cámara le ha ocultado cuál es su alternativa. No va a ser posible que se lo siga ocultando a su propio partido", defiende.

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Dirigiendo toda la presión hacia Pedro Sánchez, el PP se dispone a partir de la semana que viene a volcarse en las elecciones vascas y gallegas. Creen que un buen resultado en estos comicios puede hacer que se muevan algo los apoyos. O, que por lo menos, Sánchez acabe de darse por vencido. Si hay una nueva sesión de investidura, bien de Rajoy o del jefe de los socialistas, está tendrá lugar en octubre.

Dirigentes de todos los partidos consultados admiten que tras los comicios la situación puede ablandarse algo. Pero no son muy optimistas. Si no se equivocan, la Cámara se disolverá en dos meses y el 25 de diciembre, si no hay cambios legislativos, los españoles serán llamados a votar de nuevo. Aunque en ese supuesto es muy probable que los partidos se pusieran de acuerdo para acortar la campaña y celebrar las elecciones una semana antes, el día 18 de diciembre.

De momento, este viernes, Rajoy, acostumbrado a adoptar iniciativas por mayoría absoluta hasta hace poco tiempo, se prepara para volver a tener en contra a la mayoría del Parlamento. "Es la foto que quería Sánchez. A esto nos ha llevado Sánchez para garantizarse la supervivencia", valora un destacado miembro del equipo del presidente en funciones.

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