Los abusos de la banca

Rato pagó 2,3 millones a Lazard por una asesoría sobre la posible fusión de Bankia cuando la operación ya estaba decidida

Rodrigo Rato adjudicó en su etapa de presidente de Caja Madrid un contrato por 2,3 millones al banco Lazard, dirigido en España por su amigo, socio y exjefe Jaime Castellanos. El contrato, al que ha tenido acceso infoLibre, se acordó el 10 de junio de 2010 y tenía como finalidad que el banco franconorteamericano asesorara a la caja de ahorros "en relación con las diferentes alternativas estratégicas de cara a una o más posibles operaciones de consolidación, adquisición, acuerdos estratégicos u operaciones similares". Pero un escrito de Lazard del mismo día muestra que Castellanos ya sabía que la caja madrileña se iba a fusionar con Bancaja y otras cinco entidades. De acuerdo con estos dos documentos, por tanto, se contrató a Lazard para un asesoramiento que ya no era necesario.

El contrato tiene fecha de 10 de junio de 2010, y está firmado por el entonces director financiero, Ildefonso Sánchez Barcoj, una de las cuatro personas de Caja Madrid que mantuvieron las tarjetas black tras la creación de Bankiablack , junto con el propio Rato; el director de Negocios de Bankia, Matías Amat; y el ex secretario de Estado del PP José Manuel Fernández Norniella.

Pero el mencionado escrito de Lazard, también de 10 de junio de 2010, dirigido a los integrantes del consejo de administración de Caja Madrid, prueba que el banco presidido por Castellanos ya sabía que Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco pequeñas cajas de ahorros tenían intención de fusionarse y crear Bankia. "Entendemos que Caja Madrid tiene intención de llevar a cabo una operación con distintas cajas de ahorros en virtud de la cual Caja Madrid integrará sus actividades con dichas cajas estableciendo un grupo contractual [...] En concreto, entendemos que Caja Madrid tiene intención de crear un grupo contractual con Bancaja, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja La Rioja, Caja Segovia y Caja Canarias". Es decir, Rato contrató a Lazard para que le aconsejara sobre las alternativas de la fusión cuando esta ya estaba decidida. Esas siete entidades fueron, de hecho, las que crearon Bankia.

El documento, al que ha tenido acceso infoLibre, especifica que Caja Madrid y las demás cajas están inmersas en un proceso de negociaciones de un protocolo de integración, "pero no nos ha sido facilitado dicho protocolo de integración".

Asimismo, y citando la información facilitada por Caja Madrid, Lazard destaca que la entidad financiera madrileña iba a tener un porcentaje de participación del 51,6%. "Lazard ha sido requerido por Caja Madrid para emitir una opinión, desde un punto de vista financiero, sobre la equidad para Caja Madrid de su porcentaje de participación en relación con la operación". Y Lazard continúa asegurando que este informe "no constituye una recomendación al consejo de administración de Caja Madrid o a cualquier otra persona de continuar o no con la operación".

Y solo en el último párrafo del escrito "confidencial", enviado a los integrantes del consejo de admnistración de Caja Madrid, destaca que su opinión "está sujeta al mandato firmado por Caja Madrid y Lazard con fecha 10 de junio de 2010Lazard ". "Somos de la opinión de que, en la fecha de la presente, el porcentaje de participación de Caja Madrid en la sociedad central tal y como nos ha comunicado Caja Madrid es equitativa, desde un punto de vista financiero". Este porcentaje, del 51,6%, no fue el que finalmente correspondió a la caja presidida por Rato, que se hizo con el 52,06%.

La lectura del escrito dirigido al consejo de administración de Caja Madrid demuestra que Lazard conocía el acuerdo entre Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco entidades, algo que contrasta con el texto del contrato, también de 10 de junio de 2010, por el que Lazard se terminará embolsando 2,3 millones. Como asesor financiero, Lazard se compromete a evaluar la situación financiera de Caja Madrid, incluyendo activos y filiales, "con relación a los objetivos que le hayan sido comunicados a Lazard por la dirección de la misma".

"Una comisión de éxito mínima de 2 millones"

El contrato incluye el resto de objetivos de forma vaga, sin especificar nada en concreto, como si no supiese que Caja Madrid ya tiene una fusión decidida. En concreto, Lazard asegura que actuará como asesor financiero de Caja Madrid "en relación con las diferentes alternativas estratégicas de cara a una o más posibles operaciones de consolidación, adquisición, acuerdos estratégicos u operaciones similares, la cual puede ser llevada a cabo en una operación o en una serie de ellas".

El documento, por tanto, no aclara a qué operación concreta se refiere. Sin embargo, el apartado de honorarios y gastos sí es más específico. En una primera fase Sánchez Barcoj se compromete a pagar 15.000 dólares mensuales a Lazard. Y en la segunda fase el banco de inversiones percibiría "en cualquier caso, una comisión de éxito mínima de 2 millones de euros pagaderos a la conclusión de la operación".

Lazard recibe ese dinero pese a reconocer que en el momento de la firma del contrato "no es posible concretar la operación y, por tanto, el encargo en el que se concretaría". Además, los honorarios a abonar a Lazard en relación con la operación se determinarían en el futuro, "de mutuo acuerdo entre las partes y, tomando en consideración la envergadura y la complejidad de la operación y los honorarios que habitualmente se pagan a los asesores financieros de similar categoría por operaciones similares".

Tan solo cuatro días después de firmarse el contrato de asesoría para la fusión, el 14 de junio de 2010, el consejo de administración de Caja Madrid aprobaba el "protocolo de integración" en el que se determinaban las bases para la formación del grupo contractual entre las siete cajas de ahorros.

El acuerdo, según se puede contrastar en el hecho relevante enviado por Caja Madrid a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), especifica el porcentaje que le corresponde a cada entidad en el nuevo grupo, que acaba denominándose Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia.

Además, en el mismo escrito dirigido a la CNMV se informa de que las cajas de ahorros que se fusionaban habían solicitado 4.465 millones de euros a cargo del Fondo de Reestructuración Ordenado Bancario (FROB). El acuerdo estaba sujeto a la aprobación definitiva de los órganos de gobierno de las Cajas y de las comunidades autónomas.

El interrogatorio de Andreu

Pero Lazard envió otros documentos, en poder del magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, con los que trata de justificar la existencia de los trabajos realizados en virtud del contrato del 10 de junio de 2010. Muchos de ellos fueron realizados antes de la firma del contrato de asesoramiento. En uno en concreto, que lleva fecha de mayo de 2010, Lazard analiza la posibilidad de que Caja Madrid se fusione con el Banco Guipuzcoano. También incorpora otras opciones, como una unión con las cajas lideradas por Cajastur, ahora denominadas Liberbank.

En su declaración en la Audiencia Nacional, Castellanos reconoció, a preguntas del juez Andreu, que el banco asesor que presidía solo analizó la fusión de Caja Madrid con Bancaja "una vez que se me notificó esta decisión". "¿Hicieron algún estudio definitivo?", le preguntó Andreu, ante lo que Castellanos contestó: "Nosotros haríamos algún informe...", pero Andreu le interrumpió después de dar un golpe sobre la mesa diciendo: "¿Haríamos o hicimos?". Ante lo que Castellanos solo pudo decir: "No lo sé, señoría porque yo no estaba en el día a día de Bankia....", en ese momento Andreu le vuelve a cortar demostrando que seguía el hilo del interrogatorio: "De Caja Madrid estoy hablando". Y Castellanos siguió: "No lo sé señoría, pero si se está refiriendo a Caja Madrid, seguro que sí".

"¿Y cuanto cobraron por ese informe, por esa asesoría?", respondió el magistrado. "Por esa asesoría yo creo, creo que me puedo equivocar... millón y medio de euros". En realidad fueron 2,3 millones. Y entonces el juez Andreu, con un tono severo, le espetó: "Le voy a requerir para que mañana me presente ese informe que presentaron a Caja Madrid".

Tanto el juez Andreu como el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón investigan el cobro en 2011 por parte de Rato, cuando ya trabajaba en Caja Madrid, de más de 6 millonesRatoCaja Madridmás de 6 millones procedentes del banco de inversiones Lazard, que en dos años fue objeto de varios contratos por más de 16,8 millones.

El exvicepresidente del Gobierno del PP aseguró en su primera declaración como imputado en la Audiencia Nacional, en diciembre de 2012, que no había ningún "conflicto de intereses" en su decisión de la entidad que presidía de contratar al banco Lazard para que asesorara a Bankia en su salida a Bolsa, en julio de 2011. Olvidando de esta forma que hubiera cobrado más de 6 millones en 2011, tal y como reconoció en su última declaración.

Este reconocimiento difiere de la declaración como testigo del propio Castellanos, en la que aseguró que tras la salida de Lazard de Rato, en diciembre de 2009, la relación contractual y económica se extinguió por completo. El abogado de UPyD, Andrés Herzog, ha anunciado su intención de pedir que se abra una pieza separada en el caso Bankiacaso Bankia para que se investigue la relación de Lazard con Caja Madrid y Bankia.

Rato ya se vio obligado a rectificar su primera comparecencia como imputado, pues en la misma dijo que no había sido socio de Castellanos. El 10 de enero de 2013 registró en la Audiencia Nacional un escrito en el que tuvo que reconocer que desde el 30 de octubre de 2009 sí tenía negocios con su "amigo" Castellanos, en concreto la propiedad de un local comercial. El resto de socios en la empresa Paracuga eran personas vinculadas con Lazard, como por ejemplo Pedro Pasquín, que fuera el encargado de firmar por parte de Lazard todos los contratos de asesoría a Caja Madrid y Bankia.

Rato está imputado en la pieza principal del caso Bankia, caso Bankiapero también en la pieza separada de las tarjetas B de Caja Madrid y de Bankia. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tenido que presentar al juez Andreu una fianza de responsabilidad civil de 3 millones de euros.

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