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Barómetro del CIS

Las razones que explican por qué Podemos no atrae (de momento) a los votantes que pierde el PSOE

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el resto de diputados de su grupo abandonan el hemiciclo en protesta por unas palabras del portavoz del PP, Rafael Hernando.

El barómetro de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este lunes [ver en PDF] puso negro sobre blanco las consecuencias que la crisis interna del PSOE ha tenido sobre sus expectativas electorales. Según esta encuesta –realizada tras la caída de la dirección de Pedro Sánchez, pero antes de que el Comité Federal socialista decidiera abstenerse ante Rajoy con el argumento de evitar unas terceras elecciones– el PSOE tendría ahora el respaldo del 17% de los electores, 5,63 puntos menos que el 26J. Este estudio indica, además, que sólo el 55,1% de los votantes socialistas repetirían papeleta de haber nuevos comicios. 

Según este estudio, su más directo competidor, sin embargo, no es capaz de capitalizar ese desgaste. Al menos, por el momento. Y es que sólo el 6,1% de exvotantes del PSOE apostarían ahora por Unidos Podemos. Menos provecho saca todavía Ciudadanos, formación a la que apenas irían el 1,3% de los antiguos electores socialistas. De hecho, el 20,1% de los que apostaron por el PSOE el 26J aseguran que no sabrían a quién votar de haber nuevos comicios y el 13,8% señalan que se abstendrían o votarían en blanco.

¿A qué se debe esta dificultad de la formación morada y sus confluencias para atraer al votante socialista desencantado? Los analistas consultados por infoLibre advierten, en primer lugar, de que en un contexto tan volátil como el actual no se puede deducir de forma tajante que estos votantes no vayan a volver a PSOE o acaben yéndose a Podemos. Lo que sí muestran es la foto fija de un principio de erosión en el PSOE del que la formación morada no se beneficia. Por el momento. 

No obstante, sí coinciden en que la encuesta muestra otros datos que permiten deducir que el electorado que está pudiendo perder el PSOE no se va a ir tan fácilmente a Podemos. Ignacio Jurado, profesor de Ciencia Política en la Universidad de York (Reino Unido), se refiere, por ejemplo, a la baja disposición que, en conjunto, muestran los votantes del PSOE a coger la papeleta de la formación morada en el caso de que se celebraran elecciones. 

De hecho, el 56% aseguran que es poco probable que voten al partido de Pablo Iglesias, mientras que los que muestran una baja disposición a respaldar a la formación de Albert Rivera son el 50%. "Lo que vemos es que, entre el electorado que votó al PSOE, la simpatía hacia Podemos no es muy distinta de la que hay hacia Ciudadanos. Lo lógico es que ahí se viera algo más de cercanía a la formación morada", explica Jurado. 

Juan Rodríguez Teruel, profesor de Ciencia Política en la Universitat de València, recuerda, además, que en esta misma pregunta apenas el 10% del conjunto de los electores socialistas dicen que es bastante o muy probable que voten al partido de Iglesias. "Todos estos datos lo que evidencian es que hay una masa de votantes, que podría ser de un millón y medio, que se había mantenido fiel al PSOE con la idea de que evitaría un Gobierno del PP, pero que no apuesta por el Podemos actual", señala. 

Tanto Jurado como Rodríguez Teruel ponen otro dato encima de la mesa: la valoración "bajísima" de Pablo Iglesias como líder entre los electores que aseguran haber votado al PSOE el 26J. Le dan una puntuación de 3,23 puntos sobre 10, incluso por debajo de los 3,56 puntos con los que califican a Albert Rivera. A Mariano Rajoy le puntúan con  2,30 puntos y a Alberto Garzón con 4,88 puntos. 

Esta valoración se produce en un contexto de endurecimiento del tono de las declaraciones públicas de Iglesias. "Dar miedo", "ser creíbles" y no llevar "careta", construir "contrapoder" y "cavar trincheras" han sido sólo algunas de las expresiones que el líder del partido morado ha utilizado en las últimas semanas, en las que ha planteado que Podemos debe buscar un discurso "duro" y combativo que, no obstante, es contestado por una parte de la organización que se referencia en las tesis que personifica el número dos de la formación, Íñigo Errejón.

Cómo aprovechar el hueco

Los analistas consultados coinciden en que la lectura que los partidos hagan de lo que dicen estas encuestas puede contribuir a decidir el futuro de la izquierda en España. Pero, ¿qué movimientos tendrían que hacer para atraerse esa masa de votantes?

Lo cierto es que uno de los debates que hay abiertos actualmente en la formación morada es el de cómo aprovechar el hueco abierto por el viraje del PSOE. A grandes rasgos, mientras Iglesias apuesta por mantener un tono duro y áspero y no intentar pescar en el caladero socialista moderando el discurso, su número dos, Iñigo Errejón, es partidario de una cierta moderación en el tono, que no en las propuestas, y de hacer ver que Podemos es un partido totalmente adaptado a la política institucional.

Berta Barbet, doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Leicester (Reino Unido) y editora de Politikon, cree que "no es fácil para ninguno de los dos". "El PSOE se encuentra ante el reto de decidir si quiere recuperar a estos votantes desencantados o intentar entrar en el espacio de Ciudadanos. "Creo que es evidente que la gran bolsa de votantes potenciales está en esos desilusionados que reclaman un giro a la izquierda, pero no estoy tan segura de que los actuales dirigentes se sientan cómodos en esa posición", explica Barbet. 

En relación a Podemos, Barbet considera que la "estrategia de la moderación" podría ser, a priori, la más atractiva, aunque entiende el "miedo" que puede existir en el entorno de Iglesias a que ese movimiento implique perder a la gente que entró en el partido gracias al discurso anti-establishment

A juicio de Rodríguez Teruel los datos del último CIS no sugieren que haya un gran potencial para la gestora que dirige ahora el PSOE porque ha quedado muy marcada por la abstención que ha permitido a Mariano Rajoy continuar en la Moncloa. "Sólo un reforzamiento del discurso de izquierdas puede fortalecer al PSOE", asegura. Y advierte de que un cambio en Podemos en lo que define como la vía Errejón sí podría hacer "crujir" realmente la estructura electoral del PSOE. 

Transformar la "foto fija"

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Jurado, por su parte, cree que el gran reto de Podemos es transformar la "foto fija" de este CIS, que indudablemente muestra que tiene dificultades para captar el voto de los exelectores socialistas. "Creo que la estrategia de polarización no es fácilmente ganadora. Puedes llegar quizá hasta el 30% de los apoyos en el caso de que esos votantes que están en el limbo perciban que eres la única alternativa posible y te respalden... pero es complicado que puedas ser mayoritario", subraya.

No obstante, Jurado sí entiende que la formación morada tiene a su favor la situación de debilidad que los socialistas padecen entre los sectores más dinánicos de la sociedad: los que viven en entornos urbanos, los jóvenes y los que están más formados. "Este es el electorado al que, posiblemente, más le han molestado los últimos movimientos del PSOE, por lo que pueden ser más difícilmente recuperables para los socialistas", asegura.

Algunos datos de los últimos estudios CIS refuerzan esta tesis. Y es que mientras que la intención directa de voto del PSOE (lo que los españoles responden de forma espontánea cuando se les pregunta por su comportamiento electoral más probable, sin cocina previa) cayó un 26% entre julio y octubre, entre los habitantes de las ciudades de más de 400.000 habitantes se redujo un 40%.

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