Este es el segundo artículo de una serie en la que infoLibre hace una radiografía de las plataformas ultras y su conexión con la derecha y la extrema derecha. Pueden leer el primer artículo aquí:
Era el plato fuerte, el elegido para la clausura. Y supo estar a la altura de lo que de él esperaban los asistentes a tan señalado evento. Javier Milei, el hombre que llegó a la Casa Rosada motosierra en mano con el impulso de las redes de ultraderecha, tomó el escenario con su histriónica performance para desplegar desde allí su ya habitual discurso. "¡Muerte al socialismo!", gritó el presidente argentino. Y los asistentes aplaudieron. "El Estado es una organización criminal y los impuestos un robo", lanzó poco después. Y el público, que había pagado desde 100 hasta 7.500 euros por todo un fin de semana ultraliberal, se dejó las manos.
Aquella cumbre se celebró en Madrid, que parece haberse convertido en una especie de oasis para este tipo de discursos bajo la falsa bandera de la "libertad" que enarbola siempre que puede la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. En concreto, en el Palacio de Vistalegre. Durante dos días –tres para los vip–, el Madrid Economic Forum se convirtió en lugar de reunión de los máximos exponentes de unos postulados que inundan la batalla cultural. Como organizadores del evento, dos empresas domiciliadas en Andorra. Y como colaboradora, el Instituto Juan de Mariana.
Esta última es uno de los pilares de la red ultraliberal que se ha ido tejiendo mucho más allá de FAES. Hasta hace unos años fue el laboratorio de ideas oficial de la (extrema) derecha –y aún hoy es más influyente que cualquiera de las fundaciones posteriores impulsadas por Génova–. Constituida en 2005 y comprometida "con la defensa de la libertad individual, la economía de mercado y el análisis de políticas públicas desde una perspectiva liberal", se trata de una entidad situada en la órbita del PP de Madrid –aunque se definen como un think tank independiente–.
Su director actual es Manuel Llamas, cargo al que llegó tras casi cuatro años acompañando en el Ejecutivo de Ayuso a Javier Fernández-Lasquetty, uno de los gurús económicos ultraliberales que han pasado por la Puerta del Sol. Primero, como jefe de gabinete. Y más tarde, como viceconsejero de Economía. Antes que él, llevaron las riendas del Instituto Juan de Mariana José Carlos Rodríguez, Eduardo Fernández Luiña –quien dejó el cargo para incorporarse durante unos meses a la Fundación Disenso, el think tank oficial de Vox–, Juan Ramón Rallo –uno de los divulgadores ultraliberales con más predicamento en la actualidad– y Gabriel Calzada.
Todos ellos están estrechamente vinculados con la Universidad Francisco Marroquín, que tiene su origen en Guatemala y de la que fue vicerrector durante cuatro años el propio Lasquetty. El centro de enseñanza, considerado templo del neoliberalismo en Latinoamérica y que abrió hace años un campus en Madrid, cuenta con Rallo, Rodríguez y Fernández como profesores, según figura en su propia página web. Y Calzada, por su parte, fue durante años rector. Un cargo que ahora ocupa en la Universidad de las Hespérides, centro online que nació con el impulso del Instituto Juan de Mariana en el que figuran como profesores Rallo o Fernández.
El Club de los Viernes y sus conexiones con Vox y el PP
Hace justo un año, este think tank nacido al calor de colaboradores habituales de FAES otorgó su premio anual al presidente argentino. Igual que ha hecho este año El Club de los Viernes, que ha concedido a Milei el galardón Escuela de Salamanca –toma el nombre del grupo de pensadores de los siglos XVI y XVII–. Se trata de otra de esas organizaciones, nacida en Oviedo hace una década, que dicen luchar contra la "hegemonía de las ideas socialdemócratas" y defender "la libertad de las personas" frente al "estatalismo y el neocomunismo de inspiración bolivariana". De hecho, aboga por un "Estado limitado", con Milei y su motosierra como faro.
Aunque se articula como una plataforma apartidista, lo cierto es que la entidad –que pretende devolver a los individuos el valor que los "colectivistas les han arrebatado"– tiene ciertos nexos tanto con Vox como con el PP. Javier Jové, uno de sus cofundadores, es en la actualidad diputado de la formación de extrema derecha en la Junta General del Principado de Asturias. Y por el Club de los Viernes, que de vez en cuando denigra en redes sociales al presidente del Gobierno y otros políticos de izquierdas –"rata" es una de las expresiones que suelen emplear–, ha pasado también Ignacio Blanco, quien fuera presidente de Vox en Asturias.
También ha estado vinculado con esta entidad Daniel Rodríguez Asensio, viceconsejero de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid hasta junio de 2025 y hoy asesor de la presidenta Díaz Ayuso –a la que el Club de los Viernes premió en 2022, convirtiéndose desde ese día en "socia de honor"–. En paralelo, Rodríguez Asensio ejerce como presidente de Acción Liberal. Otro think tank liberal ligado al PP que, según su web, tiene como vicepresidente al exconcejal del partido en el Ayuntamiento de Fuenlabrada y exnúmero dos del Club de los Viernes, Alberto Pérez Boix –hoy, cargo de confianza en el Ayuntamiento de Móstoles– y como coordinadora a Noelia Núñez, la diputada del PP que tuvo que dimitir por falsear su currículo.
Civismo, Floridablanca o Pie en Pared
Entre los aliados de los que presume el Club de los Viernes, cuyas riendas lleva en la actualidad Ana Gómez Palomo, se encuentra Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), el lobby sionista próximo a Vox que también mima a Isabel Díaz Ayuso. O la Red Floridablanca, otro de esos espacios nacidos al calor del aznarismo y el aguirrismo "para el análisis y el debate sobre la realidad y la actualidad de la política española desde una perspectiva liberal-conservadora". Entre sus impulsores, la eurodiputada del PP Isabel Benjumea. O Jorge Martín Frías, ahora europarlamentario de Vox y director de su think tank, y antaño asesor de Esperanza Aguirre en el Ayuntamiento de Madrid y coordinador de la Red de Becarios de FAES.
Una red de alianzas en la que también destaca la Fundación Civismo, un "catalizador de ideas" que tiene "la primacía de la persona", el "Estado limitado", la "propiedad privada" o el "libre mercado" como algunos de sus principales valores. Al frente de la misma, como presidente, se encuentra Julio Pomés. Y en su patronato, numerosos nombres del mundo de la empresa –entre ellos, Juan Abelló– y Fernández-Lasquetty, quien fuera consejero de Economía con Ayuso, consejero de Sanidad con Esperanza Aguirre –el impulsor de la privatización sanitaria– y secretario general de la FAES de José María Aznar.
Civismo también ha estado relacionada con Atlas Network, un lobby ultraliberal del que forman parte cientos de think tanks a nivel mundial. Y es otra de esas entidades que ha premiado a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Lo hizo en 2020, en lo peor de la pandemia. ¿El motivo? Haber convertido la región en "un inestimable reducto de libertad". Ayuso se sumó así a una larga lista de galardonados que incluye a otras compañeras del ala ultra del PP. Es el caso de Cayetana Álvarez de Toledo, que recibió el premio en 2017. O de Aguirre, a la que se le concedió en 2012.
La histórica baronesa conservadora también ha estado vinculada en los últimos años a Pie en Pared, una asociación que busca dar la batalla cultural, desenmascarando "la estrategia transnacional del posmarxismo". Una entidad que se presentó a finales de 2022 y que cuenta en su equipo, según hace constar en su propia página web, con el eurodiputado de Vox Juan Carlos Girauta, el exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto, el economista Daniel Lacalle, el fundador de Vox Alejo Vidal-Quadras y Miguel Ángel Quintana Paz, director académico del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (Issep), un centro de formación y difusión de ideas derechistas vinculado a Vox.
Era el plato fuerte, el elegido para la clausura. Y supo estar a la altura de lo que de él esperaban los asistentes a tan señalado evento. Javier Milei, el hombre que llegó a la Casa Rosada motosierra en mano con el impulso de las redes de ultraderecha, tomó el escenario con su histriónica performance para desplegar desde allí su ya habitual discurso. "¡Muerte al socialismo!", gritó el presidente argentino. Y los asistentes aplaudieron. "El Estado es una organización criminal y los impuestos un robo", lanzó poco después. Y el público, que había pagado desde 100 hasta 7.500 euros por todo un fin de semana ultraliberal, se dejó las manos.