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El PSOE pasa a la ofensiva

Sánchez se echa a la calle con más de 30 actos para vender su gestión y disputar terreno al PP

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, rodeado de su equipo  en una reunión del Comité Federal socialista.

El cambio de estrategia que se hizo visible en el debate sobre el Estado de la nación no fue flor de un día. Tampoco la movilización general de miembros del Gobierno durante todo el verano para defender las políticas del Ejecutivo y denunciar el “obstruccionismo” del PP. Tras el fracaso de las elecciones andaluzas, y a la vista de lo bien que parecen irle las cosas a Alberto Núñez Feijóo en las encuestas, el PSOE ha pasado definitivamente al ataque haciendo suya la frase que el presidente Pedro Sánchez pronunció desde la tribuna del Congreso en referencia a la crisis: “Vamos a por todas”.

El PSOE pondrá a partir de septiembre toda su maquinaria en funcionamiento para explicar y defender la gestión del Gobierno ante los ciudadanos. Es, en la práctica, el inicio de la precampaña electoral más larga de todas cuantas se han celebrado desde la aprobación de la Constitución y da la réplica a la movilización que el PP ya inició tras las elecciones andaluzas.

Al frente de ese operativo estará el presidente Sánchez, protagonista absoluto de una treintena de eventos que le llevarán por toda España: un acto de partido cada cuatro días de aquí a final de año. El objetivo es recuperar el contacto directo con la ciudadanía y comunicar mejor tanto lo que el Gobierno ha hecho hasta ahora como sus planes de futuro, según fuentes del partido.

El formato elegido se apoyará en los representantes socialistas de los territorios y del mundo local, con presidentes, alcaldes y candidatos, tanto a las comunidades autónomas como a los ayuntamientos, “que son quienes están más cerca de la gente y conocen de primera mano sus problemas”.

En cada jornada se mantendrán encuentros con alcaldes y concejales de la provincia visitada y se celebrará una asamblea abierta. Un formato que replicarán todos los ministros socialistas del Gobierno y al que se sumarán los miembros de la Ejecutiva y todos los cargos institucionales del PSOE. La llamada a la movilización es total.

Los detalles de la campaña, titulada “El Gobierno de la gente”, serán aprobados por la Ejecutiva del PSOE el próximo lunes durante su primera reunión después del verano. La dirección socialista, que después del fracaso de las elecciones andaluzas cambió de portavoz en el partido y en el Congreso, sustituyó a Adriana Lastra por María Jesús Montero como número dos y renovó la dirección del equipo de comunicación de Ferraz, quiere llegar a “todos los rincones de España“, dicen, para explicar lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer”, buscando el contacto directo con los ciudadanos para demostrar que están gobernando “para el 95% de la sociedad”. Contacto “piel con piel” y la vista puesta en las autonómicas y municipales del próximo año.

El Gobierno, según el PSOE, “es consciente de la situación de los ciudadanos” y se muestra “empático” ante el cansancio acumulado primero por la pandemia y después por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Por eso, explican las fuentes consultadas por infoLibre, quiere acercarse a los españoles para conocer sus problemas y escuchar lo que les tengan que decir. Exactamente el mismo mensaje que Sánchez trasladó en su discurso del estado de la nación.

“Vamos a por todas, tenemos proyecto, tenemos líder y nadie nos va a frenar”, reivindican las mismas fuentes del PSOE, frente a un PP que “no tiene proyecto de país” y cuenta con un nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, que carece de “la talla política para poder dirigir este país e incluso el partido” y deja que sea Isabel Díaz Ayuso quien dicte las políticas en Génova.

Sánchez “va a vaciarse”

El PSOE quiere aparcar “el papel excesivamente institucional” al que Sánchez se ha visto obligado hasta ahora y asumir un rol mucho más cercano con los ciudadanos para ser él mismo el que les explique qué se ha hecho y cómo sería de diferente la situación en caso de que hubiera gobernado el PP.

Los socialistas creen que Sánchez se encuentra “más cómodo” cuando puede estar en contacto directo con los ciudadanos y se muestran más que dispuestos a asumir el riesgo de que en algunos de estos actos pueda haber abucheos, como ya ha ocurrido en el pasado y que el PP siempre utiliza para decir que el presidente no puede pisar la calle.

Sánchez “quiere dirigirse directamente a los ciudadanos y que los ciudadanos se dirijan a él en primera persona”, aseguran a infoLibre las mismas fuentes. Y “va a vaciarse en este final de legislatura”.

La campaña comenzará el próximo 3 de septiembre en Sevilla con un acto de Sánchez junto al alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, al que seguirá otro similar en Toledo el 9 de septiembre. Previamente, el 1 de septiembre, el PSOE movilizará a sus alcaldes y concejales para explicar en las estaciones de ferrocarril de sus localidades las medidas de ayuda adoptadas en relación con el transporte.

A los 30 eventos que el presidente tiene ya programados de aquí a final de año por toda España y que compaginará con su agenda como presidente del Gobierno, habrá que sumar los de los ministros socialistas, miembros de la Ejecutiva, diputados y senadores del partido. 

Todos, con el presidente a la cabeza, se preparan ya para explicar a los ciudadanos su gobierno “para la mayoría social, para las clases medias y trabajadoras, para ese 95% de la gente que necesita de lo público para afrontar todo tipo de adversidades, ya sea la pandemia, el volcán de La Palma o, como ahora, los efectos sociales y económicos de la guerra de Putin en Ucrania”.

Un Gobierno capaz de proteger a los ciudadanos y, al mismo tiempo,  hacer “que España avance en transición ecológica y transformación digital como oportunidad para reindustrializar; en derechos y libertades; en empleo y dignidad laboral; en cohesión social y territorial; en igualdad de genero…”

La difusión detallada del trabajo que el Ejecutivo ya ha completado será uno de los ejes de la movilización socialista, pero también lo que está por venir, entre otras cosas la “importante reforma fiscal” que resultará de “la aprobación del nuevo impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las grandes corporaciones energéticas y financieras. Una medida clave para garantizar un reparto justo de las consecuencias de la guerra de Ucrania en nuestro país”.

Romper la imagen de aislamiento

El PSOE quiere romper, en este tramo final de la legislatura, con la imagen de un presidente y un partido aislado de los españoles demostrando que les escuchan, comprenden lo que les ocurre y ofrecen soluciones para protegerles. 

Diciéndoles también la verdad, subrayan, porque “el Gobierno sabe que, mientras dure la guerra de Putin en Ucrania, la situación económica no va a ser fácil, especialmente en lo relacionado con la subida de los precios de la energía y de los productos básicos”. Y es consciente de las dificultades que pasan muchas personas, se hace cargo de su estado de ánimo y comprende el cansancio que ha generado la pandemia y la preocupación que supone ver que, cuando parecíamos salir de ella, las perspectivas económicas se ensombrecen por la guerra de Putin”.

Sánchez, sus ministros, sus alcaldes y sus concejales se proponen hacer entender a los ciudadanos que su único objetivo es “proteger a la clase media trabajadora” optando “por repartir con equidad los efectos de las crisis, de manera que el beneficio de unos pocos no se haga a costa del sufrimiento de la gran mayoría de la ciudadanía”. En el PSOE están convencidos de que les sobran ejemplos, desde los ERTE a la bonificación de los combustibles, pasando por el incremento de las becas o los bonos gratuitos de transporte.

La campaña tiene también muy claro quiénes son los 'enemigos' a batir. Primero, “los poderes que quieren ver intactos sus privilegios” y que movilizan contra el presidente Sánchez a sus “terminales mediáticas y políticas”. Y, en segundo lugar, “una derecha y ultraderecha que no defienden los intereses generales ni a la clase media y trabajadora, se limitan a ser el representante legal de los intereses de los poderosos”.

Una oposición “negacionista”, aseguran, “dedicada solo a destruir sin que se le conozca cuál es su proyecto para España. Una oposición que se opone a todas las medidas de sentido común destinadas a proteger a las clases medias trabajadoras”.

El PSOE no piensa aflojar en su ofensiva contra el nuevo PP de Feijóo, al que acusan de carecer de proyecto y de equipo —“hasta se menciona la vuelta de Álvarez Cascos”, recuerdan fuentes del partido— y con “un liderazgo débil condicionado siempre por lo que diga Isabel Díaz Ayuso, como se ha demostrado con las medidas de ahorro energético” e “insolvente, como se aprecia con la sucesión de errores de Feijóo en todas sus entrevistas”.

Díaz saluda la iniciativa

La movilización general del PSOE ha sido bien recibida por la plataforma que promueve la vicepresidenta Yolanda Díaz y que desde las elecciones andaluzas está llevando a cabo su propio “proceso de escucha”, como han bautizado a la preparación de una nueva plataforma política para agrupar el voto a la izquierda de los socialistas. 

Fuentes próximas a Díaz aseguran a este periódico que la también ministra de Trabajo estaba “al tanto” de la estrategia del PSOE. “Escuchar a la sociedad civil” siempre es algo “positivo”.

El entorno de la vicepresidenta asegura que no le preocupa que la movilización socialista tenga éxito, sino "todo los contrario", porque cree en “una forma diferente de hacer política” que deje “atrás años de competición” y los sustituya por la colaboración”. “Si les va bien, estupendo”, sobre todo si su intención es, como les han hecho saber, difundir la tarea de todo el Gobierno, incluidas las áreas bajo responsabilidad de Unidas Podemos.

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La propia Yolanda Díaz tiene por delante un intenso programa de actos en el marco de su propio “proceso de escucha” que la llevarán casi cada semana por toda España.

El primero tendrá lugar el 1 de septiembre en la sierra de O Courel, en las montañas de Lugo. Una zona muy afectada por los incendios este verano en la que la vicepresidenta se propone “escuchar a la gente que vive allí, la que ha sufrido los incendios, a los profesionales y expertos, pero también escuchar la voz de las buenas experiencias productivas que generan actividad, trabajo y que significan una auténtica salvaguarda para el entorno, quienes están dinamizando el mundo rural. La verdadera alternativa para un rural vivo”.

Los incendios no son un problema del verano, ni se pueden reducir a simple gestión forestal y Díaz quiere aprovechar el acto de O Courel para poner el énfasis en que “la solución pasa por un rural con capacidad productiva sostenible, con servicios, con futuro para su gente”. Por “alternativas pensadas desde y para el rural” que al mismo tiempo suponen “un valor para toda nuestra sociedad, preservando nuestro entorno natural y conteniendo el cambio climático y sus terribles efectos de incendios y desertización”.

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