Tres menores investigados por crear pornografía infantil con IA y difundirla en un colegio en Puertollano
La Fiscalía de Menores investiga desde hace dos meses el caso de los tres menores de Puertollano (Ciudad Real) que presuntamente generaron contenido de pornografía infantil con inteligencia artificial de su compañeras de centro educativo, y también de profesoras, a partir de imágenes recabadas en redes sociales y luego las distribuyeron.
Fuentes judiciales han informado a EFE de que el caso se está investigando desde hace dos meses, unas pesquisas que lleva la Fiscalía de Menores, toda vez que los presuntos autores de los supuestos delitos son menores de edad.
Además, a preguntas de los medios de comunicación en la rueda de prensa en la que ha informado de los asuntos aprobados en el Consejo de Gobierno, la consejera de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Bárbara García Torijano, ha preferido mostrarse prudente y no hacer comentarios, porque ha recordado que el asunto está judicializado y los afectados, tanto los investigados como muchas de las víctimas, son menores de edad.
Según ha explicado la Policía Nacional en una nota de prensa, los tres investigados obtenían imágenes de las redes sociales de profesoras y alumnas y después las editaban mediante aplicaciones específicas para generar contenido pornográfico, tanto vídeos como imágenes. A continuación, distribuían este material completamente artificial, entre compañeros del centro educativo.
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Con esta operación, se han recuperado más de cien archivos en los que se han contabilizado hasta 61 víctimas, algunas aún sin identificar, de las que 22 serían menores de edad.
La investigación comenzó tras el aviso del delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría Local, quien recibió la alerta de la dirección del centro escolar sobre la posible circulación de contenido sexual comprometido en el que estarían implicados varios menores. La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) asumió el caso de forma urgente al tratarse de un asunto en el que tanto víctimas como autores eran menores de edad. El objetivo prioritario fue identificar a los implicados y localizar el material para evitar su difusión.
Las indagaciones policiales verificaron que los tres implicados, todos ellos menores de edad, habían editado decenas de vídeos y fotografías de alumnas y profesoras a través de aplicaciones de inteligencia artificial, para lo que utilizaban datos y fotografías que previamente habían recuperado de los perfiles y redes sociales de esas personas. Esto les permitía rescatar esas fotografías originales, reales, para introducirlas en aplicaciones de inteligencia artificial y elaborar fotos o vídeos de naturaleza sexual completamente artificiales, que después distribuyeron entre sus amigos y otros alumnos del centro escolar.
