La Unión Progresista de Fiscales (UPF) manifestó este jueves su rechazo a las conversaciones, que se filtraron a los medios de comunicación, entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el ya exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, que planeaban buscar pruebas para ensuciar la imagen de políticos independentistas.
Según afirmó la UPF a través de un comunicado, el contenido de la conversación, unido a la relevancia de los interlocutores, "reflejan un inaceptable cuestionamiento del principio de separación de poderes, una reprobable utilización de las instituciones con fines políticos y una apartamiento del principio de objetividad que debe guiar la actuación de los responsables públicos".
La Policía tiene la certeza de que la grabación se hizo 'hackeando' el móvil de De Alfonso a través de un mensaje
Por otro lado, aunque en las grabaciones de la conversación se aludía expresamente a algunos políticos independentistas que posteriormente fueron investigados, la UPF aseveró que tiene la certeza de que "los fiscales que han intervenido en los casos a los que se alude en las conversaciones han actuado y resuelto con objetividad, profesionalidad y sujeción a los principios de legalidad e imparcialidad", algo en lo que, según la asociación, "los archivos acordados por estos fiscales en esos asuntos son buena prueba de ello".
"En las Fiscalías no se 'afina' nada, sino que, con arreglo a los principios constitucionales, se ejercen con profesionalidad las funciones que la ley encomienda al Ministerio Fiscal", defendió la UPF en el comunicado.
La asociación también exigió la depuración de las responsabilidades, tanto "por las circunstancias en las que se produjeron las grabaciones", como por "el contenido de las conversaciones" entre el titular de Interior en funciones y De Alfonso.
La Unión Progresista de Fiscales (UPF) manifestó este jueves su rechazo a las conversaciones, que se filtraron a los medios de comunicación, entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el ya exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, que planeaban buscar pruebas para ensuciar la imagen de políticos independentistas.