Envidia literaria

Luis García Montero y la experiencia en 'El Lazarillo de Tormes'

El poeta y catedrático de Literatura Luis García Montero

Luis García Montero (Granada, 4 de diciembre de 1958) está agradecido por aquellas clases de literatura que recibía en el colegio. Agradecido ya que, entre otras cosas, le permitieron descubrir El Lazarillo de Tormes El Lazarillo de Tormes. “He explicado en clase muchas veces el Lazarillo y es una obra que me gusta porque es el inicio de la historia de la novela y la ficción moderna”. El escritor, poeta, catedrático y director del Instituto Cervantes repasa su importancia e influencia, y cómo es el libro que le hubiera gustado escribir, en la sección Envidia Literaria de Verano Libre.

 

De autor desconocido, y publicada alrededor de 1554, la novela relata en formato epistolar las desventuras de Lázaro y cómo las desgracias de su vida le han llevado a aceptar su situación actual. De pasar de amo en amo y sufrir sus constantes abusos tras quedarse huérfano, a aceptar la infidelidad de su pareja, donde ha encontrado la felicidad a cambio de su honra.

“Es una historia divertida, llena de picardía. Pero en realidad es la explicación de un señor que quiere justificar el por qué le permite a su mujer el tener un amante con dinero”, explica Montero. “Hay historias muy divertidas en las que el niño intenta engañar a los mayores y a veces es castigado. Se mezclan de pronto situaciones ridículas y personajes ridículos que se estrellan en la realidad. Esa mirada picara yo creo que enfoca las curiosidades de la vida con mucha libertad”.

Pero lejos de ser una mera historia, el poeta ve en El Lazarillo de Tormes el signo del cambio de la superstición de la Edad Media a la razón de la Edad Moderna. “Con toda naturalidad la mirada de su autor anónimo coincide con un momento de la realidad donde se están transformando las cosas. Donde los siervos medievales están siendo sustituidos por gente que puede cambiar de dueño, y donde se está empezando a pensar en el futuro, no con experiencias religiosas, sino con la experiencia de la realidad”.

España puesta en pie

Y es que la relación de la obra de Luis García Montero con la experiencia y la realidad es crucial. El poeta fue fundador del movimiento La poesía de la experiencia La poesía de la experiencia(también conocido como La otra sentimentalidad) junto a Javier Egea y Álvaro Salvador en 1983. Un movimiento basado en el radical historicidad, en el que la literatura es un producto del sujeto, y por lo tanto producto de la historia. De este modo, es necesaria una poesía con “una nueva sentimentalidad” acorde a los tiempos actuales y que se aleje de los individualismos.

Esta filosofía caracterizará la obra de Montero, en la que establece una narrativa a partir de los recuerdos y deseos de sus protagonistas, que servirán de vehículo para relatar sus historias. La lírica del poeta le hizo valedor de diferentes reconocimientos a lo largo de su carrera, como el Premio Federico García Lorca en 1980, el Premio Nacional de Poesía en 1995 o el Premio de la Crítica en 2003.

Montero destaca el impacto que para él tuvo la novela como catedrático y como poeta. “Como lo he explicado tantas veces en clase, se unen mi vocación de profesor con mi vocación literaria”, comenta. “El lazarillo, lo mismo que después Galdós, a mí me conmovió como lector de novela. Lo mismo que Lorca o Machado me conmovieron en la poesía. Por que la realidad es una invitación a la imaginación, y se pueden ver mundos ficticios dentro de la realidad, y porque desde luego siempre he intentado que mi experiencia del tiempo en el que vivo sea lo que esté en la base de mi experiencia como escritor”.

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