Antonio de la Torre: "Con los años, tiendo más a tender puentes que trincheras"

Pocos actores españoles en activo cuentan ya con dos premios Goya en su carrera. Es el caso de Antonio de la Torre (Málaga, 1968). Además, es, hasta el día de hoy, el más nominado de la historia. Ha sido preseleccionado para el premio en 14 ocasiones.

Curiosamente, estudió periodismo en la universidad y llegó a trabajar en los medios antes de centrarse en la interpretación. No suele ocultar su posicionamiento político en la izquierda y reconoce haber votado a Unidas Podemos en las últimas elecciones. Se muestra preocupado por la deriva polarizada y populista que parece dominar la política actual en España y defiende fórmulas que apuesten “más por la convivencia que por las trincheras”, tal y como a su juicio representa el proyecto liderado por Yolanda Díaz.

Polarización política

“La polarización implica un lenguaje que, en general, provoca bastante desasosiego, porque significa que o estás aquí o estás allí. Yo, personalmente, a medida que voy cumpliendo años, intento más tender puentes que trincheras. La realidad de mi día a día es de una buena convivencia. Yo vivo en Sevilla, mis hijos van a un colegio público y hay muchos padres, algunos, que son de derechas y con los que tengo muy buena relación. La polarización, para mí, también es un problema contemporáneo en la medida en que hay tanta información, que el gran reto de la sociedad es encontrar la información buena. Estamos en una época apasionante, porque en un móvil tienes todo el saber universal, pero, al mismo tiempo, tenemos el reto de encontrar toda la información de verdad”.

Polarización en la calle

“En general, en mi día a día yo no siento esa polarización, pero si sigo las intervenciones de portavoces políticos, o de algunos líderes de opinión, sí que da esa sensación de polarización. Es evidente que estamos viendo en la política hechos tremendamente polarizados. Lo sigo con mucha preocupación. Quiero pensar que el marco de convivencia no está a punto de quebrarse, pero no lo sé. Es una buena pregunta que no sé contestar. Quiero pensar que hay otros discursos políticos, u otras figuras políticas, que precisamente tratan de evitar la polarización y tratan de aglutinar de una manera transversal, ciudadana, decente y coherente, como Yolanda Díaz por ejemplo, que pueden encontrar un espacio donde haya más puentes para la convivencia que trincheras para la conflictividad”.

Balance del Gobierno

“Creo que a este Gobierno le ha tocado lidiar con un momento tremendamente difícil. Ha sufrido una oposición desleal, agorera, como una apisonadora. Al final, somos uno de los países líderes en vacunación. Este es un Gobierno que ha sobrevivido a la pandemia. Luego se dijo que después de la pandemia vendría un desastre económico. Los números de recuperación económica y de empleo son mejores, incluso, que los que había antes de la crisis. Creo que es un Gobierno que está, más o menos, cumpliendo la agenda que esperábamos y, a pesar de las circunstancias difíciles sobrevenidas con las que se ha encontrado, que está haciendo un buen trabajo, pero creo que esto solo es posible, y aquí me posiciono con claridad, gracias a la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición. Para mí hay cosas donde tendría que ser mucho más ambicioso este Gobierno, esta sociedad y creo que aún hay que avanzar en medidas progresistas”.

Pedro Sánchez

“Pedro Sánchez no me parece un dirigente político especialmente de izquierdas, aunque es cierto que las políticas que está haciendo en el Gobierno de coalición que tenemos, sí que lo son. Pedro Sánchez ha llegado a eso —y es mi impresión y lo digo, insisto, respetuosamente— desde un punto de vista pragmático. Pedro Sánchez estuvo a punto de pactar con Ciudadanos, que seguramente es lo que hubiera preferido en su momento, antes de que Albert Rivera se hiciera el harakiri. Soy votante de Unidas Podemos, o he votado a Unidas Podemos en estas elecciones. No sé qué haré en el futuro, pero creo que básicamente Pedro Sánchez es un hombre inteligente, que ha tenido la habilidad política para sobrevivir. Como superviviente político tiene todo mi respeto y admiración. Como dirigente, con todos los respetos, no le confiero un gran valor ideológico y político”.

A la izquierda del PSOE

“Hay una foto preciosa, esperanzadora. La foto de Mónica Oltra, Ada Colau, Yolanda Díaz, Mónica García y Fátima Hossain es el futuro de la política en España. No niego que tengo especial ilusión, porque uno tiene que ir marcándose ilusiones renovadas. Me haría muchísima ilusión que me llegara un whatsapp que me dijera: ‘Yolanda Díaz se convierte en la primera mujer que accede a la presidencia del Gobierno de España’. Sería algo ilusionante e incluso de normalidad democrática y casi de urgencia democrática. Soy de izquierdas, si me tengo que presentar de alguna manera, pero me interesa mucho más hacer políticas para la gente, tratar de ayudar a que la vida de la gente sea mejor. Eso tiene futuro. Y no es el espacio a la izquierda del PSOE, es el espacio para mucha gente que no se siente aún representada por ningún movimiento político”.

El Partido Popular

“Mi lectura es que el Partido Popular tiene prisa por llegar al poder. Es como si estar en la oposición fuera una anomalía. Podría entender ese objetivo real de construir un país, pero es que yo ni siquiera estoy viendo eso. Y más bien veo abrazos populistas y una especie de competencia con Vox por ocupar ese espacio. Y todo eso me preocupa, la verdad, porque soy consciente de que hay mucha gente en el Partido Popular y mucha gente que vota al Partido Popular, gente de una honradez y de una manera de pensar o entender la vida de una forma distinta a la mía pero absolutamente legítima, y gente con la que yo quiero y deseo convivir y con la que podemos construir un país juntos. Pero creo que eso requiere de una gran generosidad y de una altura de miras y yo, lamentablemente, no veo al Partido Popular en ese lugar en este momento”.

Vox

“Vox supone una manera de gestionar el descontento. Hay mucho voto de descontento. Hay una cosa que nos sucede a todos, que es condición humana. A veces, los problemas son tan complejos, que cuando alguien te ofrece una solución simple, hay que hacer un ejercicio de madurez política muy grande para no abrazar el populismo. Es muy tentador. En Vox, entienden que el país son los suyos y los demás como que no somos. Creo que eso hay que combatirlo, aunque, quizá, el verbo no sea el más adecuado, porque todos los verbos que suenan a guerra no son adecuados. Ese marco político mental y moral creo que se gana diciendo lo contrario: ‘Creo en una sociedad plural y en la que todo el mundo tenga derecho a una vida digna y en la que hasta tú tienes cabida’. Esa batalla hay que ganarla”. 

Identidades culturales y nacionalismo

Víctor Manuel: "Hay una España cainita a la que yo no quiero pertenecer"

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“Me estoy leyendo el libro de Cayetana Álvarez de Toledo, Políticamente indeseable, y dice cosas bastante interesantes. Creo que tiene una gran capacidad intelectual, la verdad, lastrada por su gran soberbia. Dice que “la identidad es la enemiga de la libertad". Si bien es cierto que yo sin identidad no soy yo, al mismo tiempo, si mi identidad se convierte en algo tan fuerte que todo lo que no sea yo, es otro, ya estoy excluyendo. Mi infancia son recuerdos de una playa de Málaga, el huerto y el limonero... Al mismo tiempo, soy consciente de que una identidad muy marcada excluye a los demás. Es un debate complejo. Pero, yo qué sé, al final mis sueños son unos Estados Unidos de la Humanidad, la verdad, porque, en fin, yo lo veo así, pero no sé cómo va a acabar esta cosa. A mí, con todos los respetos a las identidades culturales, el nacionalismo me parece una anacronía”.

El periodismo en España

“Yo ya he hecho la conversión. Están surgiendo grandes medios digitales que estáis haciendo un gran trabajo y creo que se ha abierto un nuevo espacio. Creo que las personas que nos lo podemos permitir, como es mi caso, tenemos que contribuir a la democracia, a la información, suscribiéndonos y apoyando. Pepe Mujica, el presidente del Uruguay, que lo interpreté en una peli, lo decía y lo ha dicho mucha gente a lo largo de la historia: "La libertad de la información hay que pelearla día a día. Día a día". La vida es un acto de militancia. La libertad, la información, tienes que pelearla. A lo mejor es porque tengo la edad que tengo y ya no me quedo como un dócil ciudadano a ver qué es lo que me cuentan. Yo intento buscar la información. Estamos en otra era y creo que es una etapa impresionante para el periodismo. Las posibilidades están ahí. Si no, no existiría infoLibre”.

Redes sociales

"Intento no seguir por Twitter la actualidad. De hecho, hace ya más de un año que dejé Twitter. Twitter es un puto bar en el que hay de todo. Hay familias tomando un café con dulcecitos y también hay borrachos violentos. Eso es Twitter. He conocido allí a gente muy interesante y también he tenido momentos muy desagradables. Casi todos los adultos estamos en eso: me quito de Twitter, me quito de fumar, me quito de él, me quito de ir con hombres... Ahora, mantengo Instagram, pero no sigo a nadie. Hay muchas posibilidades, pero al mismo tiempo, hay tanto ruido que al final pierdes mucho tiempo. Cuando lo pienso, me digo: ‘¡Es que tengo poco tiempo!. Tengo dos niños pequeños. Tengo trabajo y cosas que atender. La gente de infoLibre me da el coñazo (je,je,je), ¡Venga, tío, una entrevista!’. Al final, tengo que venir aquí en contra de mi voluntad a conceder la entrevista (¡je,je,je!)… Así que no tengo tiempo para redes sociales”.

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