El fiscalista del novio de Ayuso niega que participara en el fraude y la jueza frena las preguntas sobre el ático

Alberto González Amador, a su salida de los juzgados de Plaza de Castilla tras prestar declaración.

Javier Gómez Fidalgo, el fiscalista de Alberto González Amador, ha acudido este jueves a los juzgados de Plaza de Castilla para dar explicaciones sobre el papel que desempeñó en relación con las empresas del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Durante su comparecencia, según fuentes jurídicas, el abogado ha negado categóricamente haber cooperado en el fraude fiscal y en la falsedad documental. Unas dos horas de declaración en las que el fiscalista ha respondido a todas las partes y en las que prácticamente no se ha indagado en el uso por parte de Ayuso y González Amador de un ático a nombre de la sociedad administrada por el fiscalista. La jueza ha impedido preguntar al respecto al entender que no forma parte de esta pieza.

El fiscalista, cuya declaración tuvo que aplazarse en un primer momento por problemas a la hora de dar traslado del contenido de la causa, se encuentra investigado como “cooperador necesario” del fraude fiscal en concurso con falsedad en documento mercantil que aún hoy persigue a González Amador. La Fiscalía, en concreto, solicitó su imputación por el papel jugado por el abogado ante la inspección fiscal en relación con las empresas de la pareja de Ayuso, en la que se situó la cuota defraudada en los 350.000 euros.

Él es quien consta como "representante" de la firma Maxwell Cremona, la sociedad principal de González Amador, "para atender las actuaciones inspectoras". Un procedimiento en el que realizó en "numerosas alegaciones que luego se demostraron falsas". Para el Ministerio Público, el examen de los escritos presentados por el fiscalista "evidencia que las alegaciones que hace no son las de un asesor contratado" con ocasión de la inspección, sino la "defensa" ante "autoliquidaciones mendaces" de los ejercicios de 2020 y 2021 "en cuya confección había tenido parte".

El abogado también es "autor y presentador" de las autoliquidaciones del impuesto de sociedades de Masterman&Whitaker. Se trata de la sociedad a la que Maxwell Cremona, también controlada por González Amador, cedió a finales de 2021 parte de los servicios que había acordado prestar a Quirón Prevención SL, filial del gigante sanitario. Una maniobra que, a ojos de la Agencia Tributaria, no era más que una "simulación" para generar en la primera "bases imponibles negativas" para compensar "en el futuro". Al fin y al cabo, Masterman carecía "de medios personales y materiales necesarios" para realizar dichos servicios, que habrían sido presentados "realmente" por Maxwell.

Gómez Fidalgo, sin embargo, ha negado que él cooperara en la comisión del fraude fiscal o la falsedad documental. En su declaración, según fuentes jurídicas, el abogado ha explicado que él conoció al empresario en mayo de 2022, una vez que Hacienda había iniciado la inspección fiscal en su contra. Ha explicado que a él le contrataron para representar a Maxwell ante la Agencia Tributaria. Y que así lo hizo, alegando en base a lo que le decía la empresa y con las facturas que la misma le entregaba. En definitiva, ha defendido que él ni elaboró la contabilidad de la firma ni fabricó ninguna factura.

En cuanto a Masterman, ha explicado que su empresa venía haciendo la contabilidad de Círculo de Belleza, algo que continuó tras el cambio de dueños. Ahora bien, también se ha desvinculado, según las fuentes judiciales consultadas, de la autoliquidaciones presentadas por parte de esta compañía.

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La relación del abogado con la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid va mucho más allá de la actividad inspectora. Gómez Fidalgo figura como administrador único de Babia Capital SL, que es precisamente la sociedad propietaria del ático en el centro de Madrid del que disfrutan Díaz Ayuso y González Amador. La compra del inmueble, de más de 150 metros cuadrados, fue formalizada en escritura pública el 21 de julio de 2023. Cuarenta y ocho horas después de que quedase inscrito en el Registro de la Propiedad el piso justamente inferior al ático, este sí adquirido por la pareja de la presidenta madrileña unos meses antes. Para ello, desembolsó 350.000 euros, lo mismo que defraudó al fisco. Y suscribió una hipoteca de 500.000.

Babia Capital SL, cuyo principal accionista es un empresario de León, desembolsó por el ático 950.000 euros, según desveló en su día elDiario.es. Justo ese año, las cuentas de dicha sociedad reflejan un préstamo de 955.000 euros en su epígrafe "otras deudas a largo plazo", si bien se desconoce quién se encuentra detrás del mismo. En su declaración en el Juzgado de Instrucción número 19, alguna de las partes ha tratado de poner sobre la mesa el inmueble. Pero la instructora, Inmaculada Iglesias, ha impedido indagar sobre el mismo al entender que no formaba parte de la pieza principal.

Un ático, por el que González Amador aseguró que pagaba 5.000 euros mensuales, sobre el que sí ha querido pronunciarse el fiscalista fuera de sede judicial. Así, ha asegurado que el alquiler de dicho inmueble es un negocio “como otro cualquiera”.

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