ENCUESTAS

PP y Vox, 'match' en Tinder: a los votantes populares les gustan más los de Abascal que los de izquierdas

Imagen con los logos de Tinder, PP y Vox.

Nos relacionamos más con quienes piensan como nosotros. Incluso preferimos como parejas a personas con nuestra misma ideología política. Esta tendencia, conocida como homofilia política, no es nueva, pero se está intensificando en los últimos tiempos. Una nueva investigación académica, que pretende estudiar este fenómeno en España y Reino Unido, muestra cómo en aplicaciones como Tinder preferimos dar like a quienes entendemos como iguales —o al menos del mismo bloque— a nivel político.

Los investigadores pidieron a más de 2.000 personas que interactuaran —dando like o no— a diferentes perfiles ficticios que imitaban la célebre aplicación para citas Tinder. Los perfiles mostraban imágenes generadas por inteligencia artificial y variaban de forma aleatoria la información que daban de las supuestas personas en distintos campos, como su trabajo, sus aficiones o su simpatía política. 

En España los encuestados deslizaron a la derecha —dieron like— al 44% de los perfiles que se les mostraban. Pero no todos cosecharon el mismo éxito. Los perfiles en los que se indicaba un apoyo o una simpatía política por PP, PSOE o Sumar tuvieron entre un 45% y un 46% de likes. Los que mostraban un apoyo a Vox, en cambio, solo recibieron un 38%.

Aún así, no todo el mundo penaliza de la misma forma a los perfiles que muestran simpatía por el partido de extrema derecha. Mientras que los votantes de partidos de izquierda solo dieron like al 34% de perfiles que mostraban apoyo a Vox que les aparecieron, los votantes del PP lo hicieron el 49% de las veces. "Cualquier estigma social que pudiera existir es más superficial de lo que se pensaba, o funciona de manera muy selectiva según la afiliación política del observador", explican Stuart James Turnbull-Dugarte y Alberto López Ortega, autores del estudio, a infoLibre.

Antes con Vox que con la izquierda

Tal y como explican ambos investigadores, los votantes de izquierda penalizan al decidir quién les gusta en Tinder que un perfil apoye a Vox, pero no pasa igual con los del PP. De hecho, los votantes de la derecha prefieren tener citas o salir con alguien de extrema derecha que con un votante de izquierdas.

"Los votantes del PP definen su identidad política más por oposición a la izquierda que por adhesión a valores concretos. La polarización afectiva ha creado un escenario donde cruzar la frontera ideológica se percibe como más transgresor que aceptar posiciones extremas dentro del propio bloque. Esto explica por qué un votante del PP puede sentirse más cómodo con alguien que apoya a Vox —percibiéndolo como parte de 'su equipo'— que con alguien del PSOE, a quien ve como un 'rival' o incluso 'enemigo' ideológico", detalla Alberto López, autor del estudio e investigador en el Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Harvard.

Esto se ve claramente en los resultados del experimento con los perfiles de Tinder. Los votantes del PP dieron 'like' el 49% de las veces que les aparecía un supuesto simpatizante de Vox, pero solo el 44% de las veces que les aparecía uno de Sumar y el 42% de las que les aparecía uno del PSOE.

"Nuestros datos muestran que no es tanto una preferencia positiva por Vox, sino un rechazo más intenso hacia la izquierda. Lo que denominamos 'lógica de bloque', que opera a través de identidades negativas. Los votantes de centroderecha experimentan un nivel de afecto negativo hacia la izquierda significativamente mayor que su afecto positivo hacia la extrema derecha", explica Turnbull-Dugarte, autor de la investigación y profesor en la Universidad de Southampton.

Los investigadores usaron esa metodología con los supuestos perfiles de Tinder para "superar la brecha entre lo que la gente dice y lo que hace", pero también utilizaron encuestas al uso. En esas preguntas, el 54% de los votantes del PP veía igual de aceptable que un hijo o una hija se casara con alguien de Vox o del PSOE. Pero mientras el 17% prefería un yerno o una nuera socialista, el 29% optaba por uno o una de Vox.

Los autores explican la diferencia en la interacción con personas de extrema derecha por parte de votantes de izquierdas y de la derecha tradicional por dos factores. "Primero, la izquierda tiende a percibir a la extrema derecha como una amenaza a valores democráticos fundamentales, mientras que el PP la ve simplemente como un aliado más radical dentro de su propio espacio. Segundo, la normalización institucional de Vox a través de pactos autonómicos ha legitimado estas posiciones entre el electorado de centroderecha".

"Burbujas cada vez más herméticas"

Otra de las conclusiones de los investigadores es que esta tendencia a la homofilia política podría estar en aumento. "La homofilia política no es nueva, pero nuestros datos sugieren que se está intensificando y reorganizando en torno a bloques más amplios, no solo partidos específicos. Lo preocupante es que esta tendencia parece estar creciendo precisamente cuando más necesitamos puentes entre diferentes sensibilidades políticas", explican los investigadores.

"La polarización afectiva está transformando el paisaje de nuestras relaciones personales, creando burbujas cada vez más herméticas donde solo interactuamos con quienes comparten nuestra visión política general. Esta endogamia ideológica tiene consecuencias democráticas profundas: dificulta la empatía, el entendimiento mutuo y la deliberación entre ciudadanos con diferentes perspectivas, elementos esenciales para una democracia saludable".

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