Más de un tercio de España sufre las noches tropicales: así afecta el calor al sueño según la ciencia

Vista del atardecer en Zaragoza, el pasado viernes 1 de agosto.

Este martes a medianoche los vecinos de Coria (Cáceres) se fueron a la cama con una temperatura de nada menos que 33,2 °C, un termómetro que lleva el cuerpo al límite en un momento del día en el que el organismo necesita un ambiente fresco para descansar. Esta cifra fue la más alta de España en ese momento, pero decenas de grandes ciudades también rozaban en ese momento los 29 y los 30 °C en plena noche. De hecho, de las más de 800 estaciones de medición que tiene la Agencia Española de Meteorología (Aemet), 314 registraron esa noche mínimas por encima de los 20 °C, el umbral a partir del cual se considera noche tropical (o tórrida, si supera los 25 °C), casi el 40% de la superficie del país.

Médicos y expertos en sueño advierten desde hace años que los picos de calor nocturno tienen un impacto sobre el sueño en el momento en el que se superan los 18 ºC, la temperatura media idónea para descansar, aunque en función de la persona la horquilla va desde los 16 °C a los 20 °C. Evidentemente, aunque en la calle se registren 22 °C de madrugada, la temperatura en el interior de casa es muy superior, especialmente si se cierran las ventanas para evitar el ruido y no se utilizan ventiladores.

Las temperaturas mínimas exteriores de la noche tampoco son representativas de la calidad del sueño de una ciudad porque el momento más frío del día se alcanza a las 7.00 horas de la mañana, pero durante toda la noche el termómetro ha estado fácilmente cuatro o cinco grados por encima, que es la temperatura que realmente importa a la hora de medir la salud nocturna.

Hay una amplia evidencia científica que demuestra que el cuerpo modula su temperatura a lo largo del día, y asocia el enfriamiento con el descanso. Es decir, si el organismo no baja de temperatura durante la noche, el ritmo circadiano que marca el descanso puede alterarse y complicar tanto la conciliación del sueño como el sueño profundo.

“La temperatura corporal central, que también cicla junto con el ritmo sueño-vigilia, disminuye durante la fase de sueño nocturno y aumenta durante la fase de vigilia en un ritmo circadiano de 24 horas. El sueño es más probable que ocurra cuando la temperatura disminuye, mientras que casi no ocurre durante las fases de aumento”, se lee en un estudio de 2012 publicado en la Journal of Physiological Anthropology. También concluye que una fuerte exposición al calor diurno o nocturno afecta al sueño incluso a cinco días vista.

María José Martínez Madrid, coordinadora de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño, explicó en infoLibre que a partir de los 25 °C en la habitación quedarse dormido es realmente difícil. "El sueño lo regula el reloj circadiano y para conciliar el cerebro necesita enfriarse. El calor se traslada a las capas externas de la piel para que haya un intercambio de temperatura con el aire de la habitación, pero si hace mucho calor la temperatura corporal no baja", señaló la experta. "Es ahí donde aparece el insomnio o el sueño fragmentado y superficial".

Tampoco es igual soportar una noche tórrida en el interior peninsular que en una zona de costa porque la humedad complica todavía más el proceso de enfriamiento corporal. Un artículo reciente de Science Media Centreafirma que en una situación de calor extremo, la sudoración es el mecanismo principal para enfriar el cuerpo y llega a ser responsable del 85% de la bajada de la temperatura del organismo.

El problema es que si la humedad del ambiente es muy elevada, el cuerpo tiene más dificultades para sudar porque el aire tarda más en absorber el agua supurada por la piel y la regulación de la temperatura corporal es más lenta. De hecho, bajo unas circunstancias extraordinarias de humedad relativa del 100%, el aire no tiene capacidad de absorber más agua y el cuerpo no puede refrigerarse, por eso en países muy húmedos cualquier subida de temperatura, por leve, puede ser muy peligrosa para la salud.

España, epicentro del calor nocturno: así afectan las altas temperaturas al sueño y la salud

España, epicentro del calor nocturno: así afectan las altas temperaturas al sueño y la salud

En la jerga de la salud y el medioambiente hay un término llamado temperatura de bulbo, que combina la temperatura del aire con la humedad del ambiente. “Durante años se ha asumido que un valor de la temperatura de bulbo por encima de 35 °C (lo que equivale a unos 39 °C con un 75 % de humedad) durante seis horas provoca la muerte de una persona sana promedio, incluso en condiciones con acceso a agua”, recogen los autores de Science Media Center. Recientemente se ha estudiado más este concepto y parece que el cuerpo humano sería incluso más sensible a la humedad, porque 35 °C de bulbo equivalen a casi 50 °C de calor en un ambiente normal.

Otra de las consecuencias del calor nocturno son los cambios de humor y los problemas psicológicos. En la fase profunda del sueño se consolidan los recuerdos, y un sueño superficial puede provocar problemas de memoria, mientras que en la fase REM se trabajan las emociones y el calor provoca irascibilidad, según explica María José Martínez a infoLibre. Cuando la situación se enquista y las altas temperaturas se repiten noche tras noche, puede derivar incluso en enfermedades como la diabetes por una desregulación de la insulina, y hay mayor riesgo de problemas cardiovasculares, de obesidad o gastrointestinales.

Noelia Ruiz Herrera, investigadora del área de Psicología de la Universidad Internacional de La Rioja, publicó en The Conversation una serie de recomendaciones para mejorar la conciliación del sueño en verano. Entre ellas, propone despertase siempre a la misma hora, evitar las siestas y los atracones de comida antes de dormir, y acostarse al sentirse soñolientos —que no es lo mismo que cansados— y no obsesionarse con el reloj. "Si notamos que ha pasado un rato (30-45 minutos) y no hemos conseguido conciliar el sueño, es importante que salgamos de la cama y no volvamos hasta sentirnos de nuevo así", dice la experta.

Más sobre este tema
stats