IGUALDAD

Protegerá al entorno de la víctima y prohibirá libros como el de Bretón: así será la ley de violencia vicaria

Una mujer con un cartel en el que se lee 'Violencia vicaria' participa en una concentración feminista.

"Aquella violencia que se ejerce sobre una mujer por parte de la pareja o expareja a través de persona interpuesta". Con estas palabras quedará definida la violencia vicaria en la que va a ser una de las normas estrella del Ministerio de Igualdad en el nuevo curso. La futura ley, aprobada este martes por el Consejo de Ministros en forma de anteproyecto, ya no sólo atenderá a los menores como principales víctimas de esta forma de violencia, sino también al entorno de las mujeres en un sentido mucho más amplio. La persona interpuesta, tal y como hilvana la ley, serán "los hijos e hijas o descendientes, personas menores de edad sujetas a su tutela o guarda y custodia, los ascendientes o hermanos y hermanas de ésta, así como su pareja, aunque no exista convivencia".

En tanto que integral, la norma abordará este tipo de violencia ya no desde la perspectiva de medidas aisladas, si no apoyándose en una estrategia coral que va desde la prevención hasta el castigo y que toma como referencia los acuerdos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, reeditado este año. Para hacerlo, modifica leyes clave como el Código Penal, el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil.

"El contexto no puede ser más oportuno", ha señalado la ministra, Ana Redondo, en rueda de prensa, refiriéndose a la "ola reaccionaria que pretende devolver a la igualdad a momentos pretéritos". 

Según los datos oficiales recopilados actualmente, un total de 65 menores fueron asesinados en un contexto de violencia machista, desde el año 2013 hasta hoy. En lo que va de año, son tres menores los que han perdido la vida a manos de agresores machistas. La nueva norma comprende la elaboración de bases de datos específicas, más amplias y precisas.

'El Odio' y el cambio de paradigma

Aunque el departamento de Ana Redondo aspiraba a trabajar sobre la violencia vicaria como una de sus prioridades, el empujón definitivo llegó con la publicación del libro El Odio, sobre el crimen machista cometido por José Bretón. A partir de la polémica desatada entonces, el ministerio se propuso liderar una reforma penal para evitar la reiteración de situaciones como la desencadenada.

Con la nueva ley, aquella pretensión toma forma. A través de una pena accesoria que tendrá que ser valorada por el juez, ningún agresor machista podrá publicar noticias, documentos u opiniones directamente relacionados con los hechos delictivos. A nivel penal, la ley tipifica la violencia vicaria con la incorporación de un artículo 173 bis, como un delito contra la integridad moral y con una pena de prisión de seis meses a tres años.

"Escuchar al menor debe ser la norma"

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Otro de los puntos claves de la ley tiene que ver con desterrar definitivamente el falso síndrome de alienación parental (SAP), según ha adelantado el diario El País. Aunque el conocido como SAP quedó expresamente prohibido en la ley de protección a la infancia aprobada hace cuatro años, lo cierto es que todavía se sigue aplicando en juzgados, servicios sociales y puntos de encuentro familiar.

Naciones Unidas ha señalado a España en diversas ocasiones precisamente por la aplicación, directa o indirecta, del falso síndrome en los tribunales. El año pasado, el Defensor del Pueblo también puso la lupa sobre el problema y subrayó que las madres siguen dándose de bruces contra un muro institucional que obstaculiza la protección de sus hijos. La futura ley pretende poner coto a este problema, pero además tiene la ambición de cuidar, acompañar y escuchar a los menores.  

Precisamente en este punto se ha detenido la ministra en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: la ley introduce "un refuerzo" para que "el menor sea escuchado", contemplando como única excepción "aquellos casos donde sea imposible" su escucha o "interfiera con el bien superior del menor". Pero será, ha subrayado la titular de la cartera, algo "excepcional y motivado por el juez" porque "escuchar al menor debe ser la norma".

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