La UE se desentiende de las cuatro eurodiputadas de la Flotilla detenidas por el ejército israelí

Manifestantes protestan contra la incautación israelí de los barcos de la Flotilla Global Sumud en la plaza principal de Breslavia, Polonia.

Rima Hassan, Emma Fourreau, Benedetta Scuderi y Annalisa Corrado. Son las cuatro eurodiputadas que desde la noche y madrugada de este jueves están detenidas e incomunicadas por el ejército israelí, que asaltó las embarcaciones en las que navegaban dentro de la Global Sumud Flotilla cuando estaban a pocas millas de llegar a las costas de Gaza.

Dos ciudadanas francesas y dos italianas que pertenecen a algunas de las principales fuerzas progresistas del Parlamento Europeo. Hassan y Fourreau son eurodiputadas de la France Insoumise y están encuadradas dentro del grupo de La Izquierda. Comparten bancada con Podemos o los griegos de Syriza. Scuderi forma parte de Europa Verdi en la bancada de Los Verdes, mientras que su compatriota, Corrado, es eurodiputada del Partito Democratico italiano, en los socialdemócratas.

Este jueves, en Bruselas, sus compañeros y compañeras de partido se han concentrado delante del Parlamento Europeo en protesta por el asalto practicado por la Marina israelí, que empezó a abordar las embarcaciones de la Global Sumud Flotilla a primera hora de la noche del miércoles en una operación militar finalizada doce horas después. Las caras de legisladores socialdemócratas, verdes y de izquierdas mostraban la gravedad del asunto, porque las cuatro eurodiputadas están siendo tratadas como vulgares criminales pese a navegar en una flotilla humanitaria. La inmunidad parlamentaria de la gozan ha sido violada.

La indignación es muy grande en parte de la clase política comunitaria de Bruselas y apunta a los altos dirigentes: a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la Alta Representante de la Política Exterior, Kaja Kallas, o a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, por su inacción. La portavoz jefe de la Comisión evitó condenar el asalto de los militares israelíes y se limitó a pedir el respeto al derecho internacional “también en aguas internacionales”. El ejecutivo de Von der Leyen y el gabinete de Kallas han preferido no pronunciarse sobre la detención de las cuatro eurodiputadas y “el derecho del activismo” con la ayuda humanitaria. Desde Copenhage, donde están reunidas con los líderes de los 27, ni la presidenta de la Comisión ni la Alta Representante Exterior han salido a defender a las representantes políticas del Parlamento Europeo.

El silencio también llega hasta Roberta Metsola. El equipo de Rima Hassan desmiente a infoLibre que la presidenta de la Eurocámara o su equipo les hayan contactado para conocer el paradero de su eurodiputada o informarles de cualquier gestión ante las autoridades israelíes encaminada a su liberación. Con una sonrisa irónica de negación responde igualmente una eurodiputada socialista cuando se le pregunta si la presidencia del Parlamento Europeo se ha puesto en contacto con su formación sobre la situación de Annalisa Corrado.

Afirmaciones que contrastan con la versión oficial de la institución, que asegura a infoLibre que “el Parlamento Europeo está siguiendo estrechamente la situación y en contacto con las autoridades nacionales relevantes”. Sus portavoces explican que “la presidenta ha estado en contacto con los grupos políticos de las eurodiputadas y sus oficinas”, pero no aclaran si Metsola ha exigido la inmediata liberación de sus legisladoras y prefieren insistir en que “la protección y el bienestar de los eurodiputados, en cualquier parte del planeta, será siempre la mayor prioridad para el Parlamento”.

En el equipo de la italiana Benedetta Scuderi guardan silencio mientras Los Verdes, su fuerza política sí alza la voz en Bruselas. “Pedimos a las instituciones de la UE y a los gobiernos nacionales que tomen medidas inmediatas para garantizar su seguridad y la liberación de todas las personas a bordo”, exigió la vicepresidenta del Partido Verde Europeo, Vula Tetsi. “El Gobierno israelí debe ser responsable por sus actos de violencia y el genocidio que sigue perpetrando”.

Incomunicadas y detenidas

Junto a las cuatro eurodiputadas, cerca de 500 personas también están retenidas ilegalmente por Israel. Hay activistas como Greta Thunberg, políticas como la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o la propia tripulación de los barcos. Entre ellas, hay varias decenas de ciudadanos españoles, lo que ha llevado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a exigir a Israel desde Copenhage que “proteja los derechos no solamente de nuestros compatriotas, sino de todos los integrantes de la Flotilla”.

La inmunidad parlamentaria de la que gozan ha sido violada

Hassan ya vivió una situación semejante en junio, en otra flotilla humanitaria igualmente apresada por la Marina israelí. Su equipo confirma a infoLibre que, sobre las seis de la mañana del jueves, la francopalestina estaba informando en directo por Internet sobre la situación de la Sumud, ya que durante toda la noche las embarcaciones iban siendo abordadas, cuando la suya lo fue también.

El protocolo de seguridad que reciben todos los tripulantes de estos barcos exige deshacerse de sus teléfonos móviles tirándolos al mar o destruyéndolos, para evitar que las autoridades israelíes se hagan con ellos y puedan acceder a sus contactos, mensajes, correos electrónicos o datos. La sombra del espionaje del software Pegasus es demasiado alargada.

Así lo habrían hecho las cuatro eurodiputadas, con las que ahora es imposible ponerse en contacto, salvo para los servicios jurídicos de sus servicios consulares. Otra fuente parlamentaria confirma que en el caso de Annalisa Corrado su embarcación fue abordada a las cuatro de la madrugada. Desde entonces, su equipo no tiene contacto con ella aunque las informaciones que les llegan desde las autoridades italianas es que estarían “retenidos en un centro” tras ser trasladado “el barco a un puerto a 14 km de Gaza”. Se trataría de Ashdod. “El abogado está intentando entrar en contacto y visitar” a los detenidos, pero de momento, sin éxito, explican.

El equipo de Emma Fourreau también vive una incomunicación de muchas horas con su eurodiputada, la segunda política de la France Insoumise detenida, que ellos califican como “un secuestro por Israel” al tiempo que exigen a “las autoridades [galas y de la UE] que demanden su liberación inmediata”. Ante los precedentes de anteriores detenciones, la repatriación puede durar días.

Una autoinculpación para firmar

Este jueves, en la concentración de condena por la actuación israelí delante del Parlamento Europeo también estaba la eurodiputada Ana Miranda, del BNG, quien vivió una situación semejante hace una década. Para infoLibre relata cómo es el proceso al que son sometidas las personas arrestadas por Israel en las aguas de Gaza.

Israel corta el paso de la Flotilla solidaria cuando estaba a punto de llegar a Gaza

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El asalto de la infantería de Marina a las embarcaciones es similar a una operación especial. Todos los tripulantes deben permanecer sentados, a veces esposados, siempre vigilados por los soldados mientras se realizan los registros de equipaje y barcos. Se viven situaciones de violencia en forma de empujones o de personas arrastradas al deshacerse las cadenas humanas formadas en las cubiertas. Las embarcaciones y los detenidos son trasladados al centro militar de Ashdod, tras muchas horas de espera en el mar y de navegación hasta tierra. En esas dependencias, se les registran sus pertenencias, las autoridades israelíes ya cuentan con fichas de cada uno y son recluidos.

El relato coincide con lo vivido por los tripulantes de la Flotilla de junio. Más de 24 horas después, sin haber disfrutado de asistencia legal ni aunque se trate de eurodiputadas en activo con inmunidad parlamentaria, a los detenidos se les ofrece un documento autoinculpatorio por haber entrado en territorio israelí. Si lo firman, serán deportados en las siguientes horas. Si no, pasarán a disposición judicial, serán encarcelados durante varios días y, al tratarse de ciudadanos extranjeros, muchos europeos, Israel terminará expulsándolos.

Tanto en un caso como en otro, no podrán pisar suelo israelí en años, culpables de haber intentado entrar ilegalmente en su territorio. Es lo que les espera a las cuatro eurodiputadas y al cerca de medio millar de activistas y la tripulación de la Global Sumud Flotilla detenidos a pocas millas náuticas de Gaza.

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