MOVILIDAD
Los híbridos enchufables solo contaminan en circulación un 19% menos que los coches de gasolina
La organización europea Transport & Environment (T&E) ha desenmascarado en un estudio la realidad de los coches híbridos enchufables (PHEV), los que comparten un motor de combustión con una batería recargable. Los fabricantes aseguran que estos vehículos contaminan de media en Europa un 75% menos que sus equivalentes de gasolina y diésel, pero en realidad la diferencia es de solo un 19% porque los PHEV emiten mucho más CO₂ de lo que dicen. El análisis también desvela que estos coches, aunque circulen en modo eléctrico por ciudad, siempre necesitan un pequeño apoyo de la combustión, con un consumo fantasma de unos 3L/100km.
El informe, publicado este jueves, recoge datos reales de consumos de más de 800.000 coches europeos vendidos entre 2021 y 2023 que provienen de los ordenadores internos de los turismos, que aglutina y publica la Agencia Europea de Medioambiente. Los investigadores han comprado estas cifras de conducción real con las supuestas emisiones que tienen en los test oficiales, y la diferencia es abismal, según Sofía Navas, analista de coches de T&E.
"Los datos cada vez son peores. Las emisiones reales de los PHEV crecieron entre 2021 y 2023, mientras que las de los test oficiales se redujeron. De hecho, los híbridos enchufables prácticamente emiten ya lo mismo que un coche de combustión y un híbrido no enchufable (HEV)", asegura la analista.
En concreto, un híbrido enchufable emite, según datos de uso real, 135 gCO2/km, apenas un 19% menos que los coches de combustión y los HEV, que expulsan 166 gCO2/km. Estas cifras distan mucho de los datos oficiales, extraídos de los exámenes de laboratorio que siguen los estándares mundiales WLTP. Sobre el papel, los PHEV contaminarían mucho menos: 35 gCO2/km. Lo mismo ocurre con los de combustión y los HEV, que según los estudios oficiales emiten de media 139 gCO2/km.
Detrás de las elevadas emisiones reales de los híbridos enchufables se encuentra el hecho de que consumen gasolina o diésel siempre que están en movimiento, por mucho que la pantalla de a bordo muestre que está corriendo con el motor eléctrico. A esto se suma que estos modelos cada vez son más grandes y pesados, mientras que sus motores eléctricos siguen siendo extremadamente pequeños, lo que provoca que su autonomía y su potencia cada vez sea menor. "Los PHEV no están diseñados para ser conducidos en modo eléctrico porque el motor eléctrico es tan débil que no puede impulsarlo", señala Sofía Navas.
Según las cifras recopiladas por T&E, el modo eléctrico consume de media 3 L/100km, casi la mitad del consumo medio total del coche. Esto supone, por un lado, que el conductor crea que se está ahorrando combustible cuando circula por ciudad, pero el estudio calcula que este gasto encubierto supone unos 500 euros al año en combustible (solo en modo eléctrico). Y aunque parezca que tampoco contamina, en este modo el coche expulsa 68 gCO2/km, la mitad de sus emisiones medias, una cifra considerable.
Esta información se desvela precisamente cuando la patronal europea de fabricantes de coches, ACEA, hace lobby en Bruselas para poder vender coches híbridos más allá de 2035. La legislación actual prohíbe fabricar coches contaminantes a partir de esa fecha, pero desde el año pasado hay una fuerte presión de la industria y de los partidos conservadores –liderados por el PP europeo– para suavizar esta normativa.
Esta presión de las grandes marcas llega en un momento clave, porque en diciembre la Comisión Europea presentará una revisión de esa normativa de 2035 para adaptar el objetivo a los avances de la industria, ya que la norma fue aprobada en 2023. Sin embargo, ACEA está intentando por todos los medios aprovechar esos cambios para acabar con el veto de 2035.
La principal petición de la patronal europea es que a partir de esa fecha se puedan seguir vendiendo coches que consuman los controvertidos biocombustibles. T&E calcula que si se introducen este cambio, junto con otras peticiones del sector, solo el 50% de los coches nuevos vendidos a mediados de la próxima década serán 100% eléctricos.
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Las organizaciones ecologistas presionan desde hace años para eliminar a los coches híbridos las ventajas de compra y de circulación que tienen, bajo la premisa de que cuentan con un motor eléctrico. La fundación Ecodes exige desde 2021 que no se considere a estos vehículos como ECO o incluso CERO –si su pila tiene una autonomía de más de 40 kilómetros–.
"Hay que reformar el sistema de etiquetas de coches. Una CERO solo para los 100% eléctricos y meter a los PHEV y los HEV en una letra D", subraya Cristian Quílez, encargado de Movilidad en Ecodes. "Ahora mismo tenemos coches contaminantes enchufables que reciben ayudas Moves y que pueden moverse libremente por zonas de bajas emisiones", critica. Dentro del plan Moves, los PHEB tienen una ayuda mínima de 2.500 euros y de 5.000 si incluye achatarramiento, subvenciones algo inferiores a las de los coches eléctricos. También tienen una deducción del 15% del IRPF.
La ley de movilidad sostenible, que se aprobó en el Congreso la semana pasada tras una ardua tramitación, incluye el mandato para el Ministerio de Transportes de emitir un informe en los próximos doce meses sobre el etiquetado de vehículos con el fin de endurecer las exigencias.