Librepensadores

Frases y términos

Antonio Nadal Pería

La organización animalista PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) recomendaba recientemente adaptar algunos dichos populares a un lenguaje más respetuoso con ellos y no trivializar su sufrimiento. Las propuestas que exponen no me parecen, sin embargo, muy factibles de pasar al lenguaje popular porque provocan más risa que otra cosa. Algunas de sus propuestas a manera de ejemplo son decir "coger la flor por las espinas", en lugar de "coger al toro por los cuernos"; "alimentar dos pájaros con un bollo" en lugar de "matar dos pájaros de un tiro"; "ser un tubo de ensayo", en lugar de "ser un conejillo de Indias", "alimentar a un caballo alimentado", en lugar de "disparar a un caballo muerto"... Esas frases hechas resultan a estas alturas un tanto ridículas y de muy difícil introducción en nuestro acervo cultural. "Disminuido", referido a las personas con discapacidad, es un término que también molesta a una parte de la población y el Gobierno ha anunciado que desaparecerá en la reforma de la Constitución por obsoleto e injusto, sustituyéndolo por "personas diversas con discapacidad". La realidad para estas personas no cambiará aunque se cambie el término por una expresión que parezca más suave. Todo esto unido al intento de grupos feministas por incluir en la RAE el lenguaje inclusivo, que ya ha sido rechazado, convierte nuestro lenguaje en un galimatías innecesario. Nuestro refranero está lleno de frases en las que se mencionan a los animales y en muchas ocasiones de manera desfavorable para ellos, independientemente de que haya un fondo de verdad en ellas.

Por proponer cambios que no falte, cada uno puede intentarlo según su gusto y su saber. "Quien presta dinero a un cliente pierde dinero y pierde cliente" (muy cierto), en lugar de "quien da pan a  perro ajeno pierde pan y pierde perro". "Persona mayor hace una cocina divina", en lugar de "gallina vieja hace buen caldo". "La presencia del dueño engorda el negocio", en lugar de "el ojo del amo engorda al caballo". "A persona anciana no le faltan picores", en lugar de "a buey viejo no le falta garrapata". "A cada delincuente le llega su condena", en lugar de "a cada cerdo le llega su San Martín". Las mujeres, por otra parte, tienen muchas razones para protestar por frases del refranero groseramente machistas, para muestra un botón: "Cabra, caballo y mujer, gordos los has de escoger".

Antonio Nadal Pería es socio de infoLibre

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