A su graciosa majestad

Carlos Rodríguez Hernández

Señor don Felipe de Borbón: ha llegado la hora de cuadrarse y cumplir con el Art.61.1 de nuestra Constitución: "El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes..."

Usted es el actual rey de España, título por el que ostenta la jefatura del Estado y el mando Supremo de las Fuerzas Armadas.

Hace justo dos años escribí en un diario independiente algunos artículos que hoy conviene desempolvar.

Cuatro pistoleros jubilados de las Fuerzas Armadas dan alguna idea que hoy recordamos con tristeza. Francisco Beca, exgeneral jubilado, hablaba de "Culturizar a la gente", imagino que viene del adoctrinamiento del que están acostumbrados a imponer. 

También realizaba comentarios sobre "Repetir la historia", golpe de Estado, guerra civil si alguien se opone y fusilamiento incluido de "26 millones de hijos de puta". 

Otras de sus frases para la historia: "Con las palabras no se puede cambiar nada", más de lo mismo, entiendo que con las armas sí.

Otro apunte sobre "la gente ingobernable" de este país, personas que no comparten su ideología; ingobernables nunca se consideran ellos, a las pruebas me remito. 

Y finalizaba con una frase memorable: "El gobierno quiere aniquilar la raíz de nuestra democracia", esta sí que es buena, "nuestra democracia", personajes que no aceptan el resultado de unas elecciones democráticas; sí, demócratas de toda la vida.

Esperé de su "graciosa majestad" un manifiesto con igual firmeza y vehemencia que el empleado el 3-O de 2017, para cuadrar a estos exmilitares jubilados y a todos los partidos políticos que utilizan su persona para defender nuestra querida patria.

La democracia, señor mío, es el respeto a la decisión de los ciudadanos que se expresan libremente en las urnas, formando con estos resultados las mayorías que nos han de representar legítimamente. "Es la democracia, amigo", como ya dije parafraseando a un ladrón íntimo de la derecha española.

Otro fenómeno, el excoronel Díaz Rivera, indicaba: "Algún día alguien tendrá que empezar a hacer algo (legal o ilegal) contra estos hijos de puta", reconociendo que ellos no pueden cambiar el destino de la historia. Mandan al Mando Supremo de las Fuerzas Armadas una carta pidiendo, entiendo que sea él, la persona encargada de tomar todas estas decisiones en defensa de "su democracia".

Esperé de su "graciosa majestad" un manifiesto con igual firmeza y vehemencia que el empleado el 3-O de 2017, para cuadrar a estos exmilitares jubilados y a todos los partidos políticos que utilizan su persona para defender nuestra querida patria.

Señor don Felipe: hizo usted "mutis por el foro", igual hará ahora con la obligatoria renovación de los órganos constitucionales de este país, el CGPJ y el TC. 

La situación de la justicia en España es intolerable e inaceptable, está usted poniendo en riesgo intencionadamente la estabilidad del país y en grave peligro la democracia y su propia institución, por no pararle los pies a esta banda de golpistas y sinvergüenzas que tienen secuestrada la justicia para su beneficio propio.

Espero por el bien de "su Corona" y del país intervenga para dar solución a tal aberrante situación y poner de una vez por todas a ésta gentuza en su sitio. 

Con el silencio, nuevamente toma partido por los mismos.

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Carlos Rodríguez Hernández es socio de infoLibre.

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