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Mundial de Catar: el día después

Paco Ochoa

Son las 21:51 del domingo 18 de diciembre de 2022. Cuatro chavales de no más de diez años patean la pelota en una plaza de Illescas (Toledo). Visten la camiseta albiceleste y, aunque solamente los observo unos segundos, podría apostar a que están emulando los meneos de cadera de Ángel Di María, los pases al hueco de Leo Messi o las estiradas del Dibu Martínez. ¿Por qué lo hacen? Argentina es campeona del mundo 36 años después.

Siempre fue muy divertida la sección Lo que el ojo no ve del programa de análisis de la jornada de liga de fútbol del programa El día después, porque utilizaba las cámaras para captar las intrahistorias de los campos, banquillos, gradas e hinchadas de manera espontánea, natural y entretenida y las reacciones de futbolistas, técnicos, aficionados/as, etc…, a diferencia de otros programas deportivos, como Jugones, que escoge y repite en bucle las imágenes más violentas sin ningún tipo de contenido de interés y en horario infantil.

A continuación, muestro una serie de hechos significativos en los que no han puesto el foco las principales cámaras y que tendrían cabida en ese espíritu de Lo que el ojo no ve.

Luis Enrique se ha adaptado a los nuevos tiempos y ha retransmitido e interactuado en línea durante el Mundial con sus aficionados. Parece un hecho aparentemente menor y sin importancia, pero si nos metemos entre líneas y ponemos la pausa que este domingo puso Messi en “su final” podremos encontrar el pase al hueco justo para definir con sutileza que Luis Enrique le ha marcado un golazo a la prensa.

La escasa pluralidad de medios de comunicación en España condiciona de manera importante la opinión pública de la ciudadanía. Luis Enrique, a causa de convertirse en streamer, ha descubierto una nueva manera de interactuar con la afición y ha sentido el calor y un gran apoyo, en contra de aquellos medios y periodistas que han chocado contra él por ejercer un liderazgo que no se doblega ante la prensa de Madrid.

Los Leones del Atlas corrían, luchaban y jugaban cada minuto como si fuera el último, ganándose la simpatía de muchos aficionados. Lo que el ojo no vio fue también la connotación racista de los medios españoles que presentaron los disturbios en Bélgica tras la victoria de Marruecos como si hubieran ocurrido en una ciudad española, sobredimensionando la noticia. ¿Les sonará? Aplicación del principio de la exageración y desfiguración de Goebbels: “Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave”.

La reacción de Luis Enrique en la derrota ante Marruecos, dando ejemplo a los chavales/as, asumiendo su responsabilidad con naturalidad y valorando con una sonrisa que, dentro de la competición y la seriedad de su oficio, esto es solo fútbol

La selección nacional de Alemania llevó a cabo actos simbólicos de protesta por el incumplimiento de derechos humanos básicos en Catar. Lo que el ojo no vio fue la compra de gas que el país europeo acordaba con el emirato al tiempo que el portero Neuer apoyaba su rodilla sobre el verde. Cosas de la geopolítica. Conviene acercarse a ella para comprender la complejidad de nuestro mundo.

En este Mundial, el ojo no ha visto algunas reflexiones interesantes o maneras de pensar para la educación de los niños/as que están expuestos a imágenes y cámaras que utilizan la carnaza y el sensacionalismo para cazar espectadores, como por ejemplo la reacción de Luis Enrique en la derrota ante Marruecos, dando ejemplo a los chavales/as, asumiendo su responsabilidad con naturalidad y valorando con una sonrisa que, dentro de la competición y la seriedad de su oficio, esto es solo fútbol, un juego, sin más.

La globalización y el mestizaje nos han mostrado selecciones muy variopintas. Este domingo Francia parecía un combinado africano. Sería bueno que nuestro ojo empezara a ver que, seamos del país que seamos, somos bastante más iguales (miren los rasgos faciales de jugadores portugueses, españoles y marroquíes) de lo que algunos líderes ultranacionalistas de nuestro tiempo nos quieren hacer ver en connivencia de medios de comunicación, como la COPE, gran azote de Luis Enrique, propiedad de la Conferencia Episcopal Española.

Para las que lo vieron, para las que nunca lo ven, para las que no lo vieron por jugarse en Catar, Argentina ya tiene su tercera copa del mundo. Lo estarán celebrando al otro lado del charco. Que la disfruten.

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Paco Ochoa es socio de infoLibre.

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