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La vileza de Ayuso y la ignorancia de Feijóo

Ángel Lozano Heras

O al revés, monta tanto, tanto monta; la bajeza de la pepera de Madrid como la torpeza del presidente gallego del PP.

Hace unos días, en una gran y demagoga cabriola, Ayuso pidió que "los más de 20.000 millones de euros extraordinarios" que se van a destinar a políticas de igualdad para ayudas a las familias vayan destinadas para ayudas a la subida de los precios.

Es muy ignorante (por no decir que tiene mala baba), pues desconoce que ese presupuesto de igualdad apenas llega a los 500 millones de euros. Y que cuando se habla de 20.000 millones es de políticas de igualdad de forma transversal que están desplegadas en diversos Ministerios, como las relativas a la educación de 0 a 3 años, del permiso de paternidad y maternidad, lactancia, o de acabar la brecha en las pensiones entre otras muchas más ayudas.

No sabemos si esa graciosilla sobre los dineros del Ministerio de Igualdad, con ese toque de populismo frívolo, se la ha soplado MAR. o Lasquetty o el juez motero Enrique López, o Aznar,o todos al unísono pepero. No es suya esa graciela. Ella solo pone la voz o el gesto y la carita de virgen de los dolores.  

Luego, otro día, Ayuso ataca al feminismo progre y a las cuentas de Podemos y Más Madrid. Está que se sale de populista de pacotilla. Pero por qué no denuncia las cuentas y trapicheos del emérito, o las de la Iglesia, o las suculentas propinas que se lleva su hermano y sus empresas por temas sanitarios y de administración pública. También, de paso, podría sondear las extrañas ganancias de su ex y otros familiares…

Eso sí, Ayuso tiene tiempo para censurar libros de texto, pero las autonomías no tienen competencia para decidir qué se imparte en las aulas. Eso es competencia del Ministerio de Educación. Es  otra ayusada más de la presidenta madrileña. Y ella bien sabe que no puede revisar los libros de texto para eliminar "contenido sectario" y "acabar con el adoctrinamiento del Gobierno" van en línea con algunas de sus propuestas educativas que han tenido que ser frenadas por la Justicia. Lo hace para hacerse notar y adquirir protagonismo y jorobar  a Pésanchez y a los ´rojos´.

Al presidente del PP, Feijóo, le llaman frijolito puesto que en galego antiguo "feijóo" significa frijol. Y no se da cuen –no cae en la cuenta– que quién se ha estado "forrando" es el hermano de Ayuso y algunos amigotes de ella y del alcalde madrileño ´PPalmeida´.

Algo flojillo anda este veterano de la moderación (?) –Feijóo– en temas económicos. Metió la pata con la bajada de impuestos. Luego, se armó un lío enorme, por su  ignorancia de la legislación laboral que él mismo apoyó como barón ilustre del PP. Ese embrollo que tiene con el paro y los contratos de temporalidad, como con los  empleados fijos discontinuos y las prestaciones. Parecía ese enredo de los hermanos Marx en el camarote o lo que trabucaba Cospedal sobre el despido en diferido de Bárcenas. O que estaba imitando a su colega gallego ´M.rajoy´, lanzando un galimatías incomprensible sobre el paro y los indefinidos fijos o discontinuos. 

La ministra Yolanda Díaz en plan jocoso y crítico le dice a Feijóo que no está preparado para ser jefe del Gobierno, tras la aberración y el desconocimiento de sus palabras sobre el paro y los trabajadores fijos discontinuos. Desconoce las características básicas de un contrato laboral, el de fijo discontinuo, que está presente en la legislación del país desde hace más de 25 años (en todos los gobiernos socialistas y del PP se ha computado igual este colectivo). "Es muy grave lo afirmado por Feijóo", proseguía la titular de Trabajo para instarle a que se "asesore bien" porque los fijos discontinuos "no son parados" sino tienen un contratos de "calidad", cotizan en "todos sus extremos", son "estables" y tienen garantías en sus derechos. Y le recordó también a Feijóo que "un  Gobierno progresista no puede funcionar con las reglas de juego marcadas por el neoliberalismo". 

Además, al nuevo PP de Feijóo aún se le atragantan el aborto, la violencia de género, la violencia machista y los derechos LGTBIQ en Europa. Por ejemplo, el actual alcalde de Estepona, el pepero J.M. García Urbano, en presencia de Feijóo en un mitin electoral, bromeó con que la mano que tenía vendada fue de un accidente  doméstico, tampoco tenía ninguna relación con la violencia de género. Una vez más el PP no se aclara. 

Y es que al PP y a Vox, y sobre todo ahora a Feijoo, les encanta el politiqueo del “barullo y la bulla” frente la reivindicación de la política útil y de gestión pragmática del Gobierno de P. Sánchez (como, por ejemplo, la reducción del paro de los tres millones por primera vez desde la crisis de 2008).

Y recuerdan ustedes eso de: "Que se caiga España, ya la levantaremos nosotros", ¿verdad sr. Feijóo ? Pero aquí nadie maquilla nada; solo usted se atraganta con sus medias verdades y disparates sobre legislación laboral. Es un auténtico agorero, vamos un cenizo con sus continuos oráculos fallidos y profetizando la hecatombe laboral española.

Ante estas  estocadas del neoliberalismo de la derecha, del PP–con la ayuda de Vox y muchas empresas de los media y del Ibex-35–, Sánchez insiste que hay dos opciones. Una, es poner a España “a mirar al futuro” para construir un país donde cabemos todos. La otra supone que España “mire hacia atrás” y que sólo quepan los que piensan “como los tres de la foto de Colón”.

Por eso, ahora, la izquierda busca desesperadamente una movilización masiva para superar las encuestas que dan la llave a Vox para gobernar con el PP andaluz. 

Pero tampoco en los próximos meses las cosas se le presentan bien a Pedro Sánchez en su Gobierno de España. Y el que avisa no es traidor. Recuerdan que el primer ministro inglés W. Churchill ganó la guerra y la simpatía popular, pero todo eso no le sirvió, porque perdió las primeras elecciones a los dos meses de finalización de la segunda guerra mundial. Pues eso, Pedro Sánchez. 

El Gobierno PSOE y Unidas Podemos (y los de la moción de censura) tienen que profundizar en el sistema de protección por desempleo y mejorar los salarios de los más precarios y mantener las medidas anticrisis. Y no dejarse ganar por la derecha y ultraderecha en la carrera de los precios de la cesta de la compra (sobre todo los productos de consumo más básico), controlar la vertiginosa subida de los combustibles (electricidad, gas, gasolina y gasóleo, etc.), la vivienda, etc. y contener la exagerada inflación…

Ángel Lozano Heras es socio de infoLibre

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