La portada de mañana
Ver
El Gobierno sacará adelante el plan de reparación para víctimas de abusos con o sin la Iglesia

Librepensadores

Ya está

Jesús Pichel Martín

El desafío soberanista es sin duda el mayor problema político que tiene el Estado porque es un hecho político de envergadura. Quiero decir que más allá de cualquier planteamiento teórico, más allá de argumentos jurídicos, más allá de ideología, parece que hay en los nacionalismos un sentimiento tan potente que minimiza cualquier otra consideración.

Decía Rousseau en El Contrato Social (1762) que “en cuanto a los asociados [los individuos que constituyen el Estado], toman colectivamente el nombre de pueblo, y se llaman más en concreto ciudadanos, en tanto son partícipes de la autoridad soberana, y súbditos, en cuanto están sometidos a las leyes del Estado. Pero estos términos se confunden con frecuencia y se toman unos por otros”. Y algo así está pasando porque al final no es un debate conceptual, sino otra cosa que, a preguntas a pie de calle durante la enorme Diada, resumió bien una manifestante llegada de Lleida: “Queremos independizarnos de Madrid. Ya está”, dijo.

Hablan de democracia, de derecho a decidir, de soberanía, de libertad, de imperio de la ley, de legalidad, de legitimidad, de respeto a los procedimientos, de Constitución, de sedición, de Tribunal Constitucional… pero no como conceptos, sino como armas arrojadizas o como propaganda burda, porque, al final, lo que prima es ese sentimiento y esa voluntad desnuda: “ya está”. También Anna Gabriel, en Europa Press, vino a decir lo mismo con otras palabras: "Esto es un pulso y esto va de quién aguanta un segundo más, y lo tenemos que aguantar nosotros", dijo. No va de política, no va de ideología, no va de legitimidades, sino de musculatura y de aguante.

El President Puigdemont en Sant Joan Despí volvió a comprometerse diciendo que “algunos iremos hasta el final”. El presidente Rajoy, un día antes terminó su discurso televisado diciendo que "sé lo que se espera de m´i. Haré todo lo que sea necesario, sin renunciar a nada, para evitar el referéndum". Hasta el final. Sin renunciar a nada. Pulso. Músculo. Ya está.

Jesús Pichel Martín es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats