Literatura y vida

Javier Bozalongo

Las luces de Hannover

Abraham Guerrero Tenorio - Premio de Novela Universidad de Sevilla

El paseo (2023)

Dos jóvenes españoles perdidos en la ciudad alemana, inmigrantes económicos con buena formación y poco futuro en su propio país. Uno, tal vez, trasunto del propio autor, aspirante a escritor. Lectores compulsivos ambos de poesía y narrativa, como demuestra una larga lista de afinidades que sorprenden al lector en las primeras páginas, y que se repiten a lo largo del libro con variadas referencias a autores muy diversos que van desde los poetas más jóvenes hasta los grandes clásicos, de Ben Clark a Borges, de Bolaño a Manrique, con dos páginas maravillosas (a juicio de quien esto escribe) que desgranan el pensamiento de un poeta joven español acerca de lo que se entiende por "carrera literaria", el éxito de la poesía instantánea medido en "likes" en las redes sociales o el proceloso mundo de los premios literarios que encumbra a unos o unas y ensombrece a los demás, no pudiendo decirlo más claro ni más alto.

Pero no es este el hilo conductor de la novela, sino solo las divagaciones que la hacen más original y atractiva. El libro puede considerarse un thriller con todos los elementos de una novela negra y sin ninguno de sus clichés. Veamos: dos inmigrantes españoles, un frutero griego con oscuros negocios paralelos y su esposa, que le es infiel con uno de los españoles; algunos alemanes luchando por su territorio mafioso, turcos a sueldo de la mafia, un cura que levita sobre las aguas de un río africano, una cooperante desilusionada. Todos en diferentes paisajes: el mar de Corfú, las minas de coltán de la República de El Congo o el puerto canario de Arguineguín que a lo largo de la novela van confluyendo hacia esas luces que el título anuncia, las de la fría Hannover que es casi un personaje más.

Como en las buenas novelas negras, en esta de Abraham Guerrero hay un secuestro, un interrogatorio, violencia, sexo y misterio. Todo envuelto en pequeños paquetes, en capítulos que pueden leerse como relatos independientes que van entrecruzándose entre ellos a la vez que enredan y envuelven al lector en una red de la que es difícil escapar hasta el final. Mientras, los personajes parecen desaparecer al final del relato para reaparecer como secundarios unas cuantas páginas más allá, tejiendo esa tela de araña sostenida por una narrativa que, como la labor de ese arácnido, tiene apariencia de levedad pero consistencia suficiente para no dejar escapar a la presa, que aquí es el lector, sucumbiendo a escenas unas veces hilarantes, otras escabrosas, otras delicadamente sucias o inesperadamente tiernas, utilizando para cada una de ellas el preciso lenguaje que más se adecúe a las mismas, y el punto de vista narrativo más ajustado a lo que se cuenta: así leemos capítulos en primera, segunda o tercera persona, monólogos, retratos y autorretratos que desgranan los distintos personajes, grabaciones enviadas a través de un teléfono móvil.

Dice Juan Bonilla que esta es "una novela engañosa, disfrazada de género, que demuestra que todos estamos secuestrados por algo". Se podría añadir que lo mejor de una buen novela es que "secuestre" a los lectores hasta el final de sus páginas, haciéndoles componer ese puzle del que habla Marta Jiménez Serrano en la contraportada del libro, conociendo y entendiendo cada pieza, porque todas ellas no son solo partes de su trama, sino que componen al mismo tiempo un acerado retrato de los temas mencionados al principio: la inmigración, la explotación, la violencia, todos ellos –desafortunadamente– presentes en nuestra sociedad con mayor intensidad de la que nos gustaría.

Si para algo debe servir la literatura es para explicarnos el mundo a través de los ojos de quien la escribe, haciendo que al cerrar un libro nos sintamos interpelados y dediquemos un tiempo prudencial a repensar nuestra posición ante ese mundo que el autor nos ha presentado, dibujado, regalado a través de su mirada.

Abraham Guerrero Tenorio (Arcos de la Frontera, Cádiz) es licenciado en Filología Hispánica y ejerce como profesor de Lengua y Literatura. Su primer poemario Los días perros (2018) obtuvo el VI Certamen Ucopoética. En 2020 obtiene el Premio Adonáis de poesía con el libro Toda la violencia (Rialp), que fue también premiado con el Premio Ojo Crítico de RTVE en 2021. Con Las luces de Hannover, su primera novela, ha obtenido el XXVII Premio de Novela de la Universidad de Sevilla.

Un viaje turbador por la memoria del siglo XX

 

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** Javier Bozalongo es poeta y editor. Su último libro publicado es 'Nombrar la herida' (Sonámbulos Ediciones, 2022). 

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