La cultura (casi) no canta contra la OTAN desde los 80

Manifestación contra la OTAN el 26 de junio de 2022 en Madrid

¡OTAN no, bases fuera! sigue siendo la consigna más coreada en cualquier concentración antiatlantista. Así lo fue el pasado domingo en la manifestación que congregó a dos millares de personas en el centro de Madrid (30.000 según la organización) para protestar contra la cumbre internacional de esta semana en la capital. Una cantidad modesta y sin presencia de grandes nombres de la cultura, como sí ocurría en las masivas reuniones que tuvieron lugar en los años ochenta, en medio de la polémica por el referéndum de 1986 y el giro militarista del PSOE con Felipe González ya como presidente del Gobierno.

Unas concentraciones multitudinarias aquellas por el propio contexto del momento y por el empuje de un mundo de la cultura completamente implicado con el pacifismo y posicionado firmemente en contra de la hegemonía política global de Estados Unidos. Yankis go home, las marchas multitudinarias hasta la base de Torrejón. El movimiento antibelicista marcó la sociedad española entre los setenta y ochenta. Aquella rebosante fiesta anti-OTAN de marzo de 1986 en el Parque del Oeste de Madrid con varias decenas de miles de asistentes, presentada por Imanol Arias, Pastora Vega, Juan Diego y José Sacristán, y con Miguel Ríos, Luis Pastor y Carlos Cano cantando contra la Alianza Atlántica y el PSOE.

Así lo cantaba el propio Carlos Cano en 1985 en Las murgas de Emilio El Moro, composición que le valió un encontronazo con los dirigentes socialistas: "Vecina asómate al patio ¡Maricruz! A ver quién me aclara a mí este rebujar. Que si dentro, que si fuera, tú dirás. Que si bases, que si OTAN, que si Morón, que si Rota y el Peñón de Gibraltar" (...) ¡Ay! Felipe de la Otan cataflota verigües... llegará a ser un gran torero como Velázquez y Gregory Peck".

Y así lo hacía Javier Krahe en su Cuervo ingenuo, censurado en TVE en 1986: “Tú decir que si te votan, tú sacarnos de la OTAN. Tú convencer mucha gente, tú ganar gran elección. Ahora tú mandar nación, ahora tú ser presidente. Hoy decir que es alianza ser de toda confianza, incluso muy conveniente, lo que antes ser muy mal (...) Tú tirar muchos millones en comprar tontos aviones al otro gran presidente, en lugar de recortar loco gasto militar. Tú ser su mejor cliente, tú mucho partido pero ¿es socialista, es obrero o es español solamente? Pues tampoco cien por cien, si americano también. Gringo ser muy absorbente".

José Antonio Labordeta también encontró inspiración en aquella tumultuosa época de nuestra historia reciente, en la que cualquier relación con el ejército retrotraía directamente a una dictadura que era todo lo contrario de la democracia y la libertad. El cantautor y luego diputado animaba así a la Desobediencia civil: "Les devuelvo el DNI, porque yo no quiero ir donde me van a mandar con carné de identidad, pues aquí hay que empezar a decir ya la verdad. Que no nos gusta morir ni en Varsovia ni en la OTAN. Te aseguran los del dólar que ellos lo hacen por la paz y que por eso conviene estar todos en la OTAN. Pero tú no te lo crees, te lo pones a dudar, eres un chico tremendo no te crees casi ná".

Hasta La Trinca aportó su sátira habitual: "No resulta extraño que el mundo se alarme cuando se reúnen a hablar de desarme, pues así que empiezan las negociaciones, encima la mesa ponen los cañones. ¿Y la OTAN? ¡Ay! Felipe no te nos retrases y a ver lo que haces con lo de la OTAN”. Y Ana Belén cantó en 1984 al Pánico en Torrejón: "Quién podría hacernos tanto daño, volaremos todos en pedazos (...) Te vendrías tú a vivir o a dormir a un polvorín (...) No me quiero señalar de objetivo militar y que me pueda parecer normal". Incluso pioneros del punk español como Polanski y el ardor alertaban ya en 1983 de un Ataque preventivo de la URSS: "No, no, no, no, no tengo novia. No me mola el pacto de Varsovia. Ese señor me tiene gato y no me mola el tratado de la NATO".

Una vez refrendada la permanencia de España en la OTAN cuatro años después de su ingreso, cambió absolutamente el contexto. Con España también ya miembro de la CEE (actual UE), el país se enfocó en el futuro. Las tropas estadounidenses abandonaron las bases de Torrejón y Zaragoza en los noventa (aún comparten las de Rota y Morón). El movimiento pacifista contra la Alianza Atlántica entró en un largo letargo que, en el apartado musical, ha sido espoleado desde entonces tan solo muy esporádicamente por las bandas más respondonas y contestatarias.

Es el caso de La Polla Records, formación que, comandada por Evaristo Páramos, trataba de encarar la rutina diaria con actitud positiva. Pero no resultaba del todo posible. Era ya 1999: "Voy a encarar el día con actitud positiva. Luce el sol y cantan los pajarillos. Los hombres salen hacia el trabajo, modernos esclavos de un mal salario. Unas chavalas van para el mismo sitio a cobrar menos pa que otros hagan turismo. En el cielo un avión de la OTAN, a saber dónde irá a echar ese las bombas. Después algún locutor idiota dirá a los muertos que todo ha sido una broma. Ja, ja, ja".

Un año después, ,allá por el 2000, la banda vallecana Ska-P dedicaba unos versos totalmente antiamericanos al Tío Sam: "Siempre en la vanguardia militar, son los aliados de la OTAN máquinas perfectas de matar. Asesinan en el nombre de la paz y nos vendes sus mentira por televisión, engañando al personal, yendo de salvador. No hay acuerdo, procedemos a la destrucción. Mataremos sin piedad. Mil muertos más. Asesinos del Tratado Atlántico, os saludan los muertos de Irak. Los muertos los pone el pueblo". "Terrorismo, de comunicación, que ayudan a justificar otra intervención. De la OTAN terrorismo son sus tropas, que pregunten en Yugoslavia o en Libia", clamaban en 2012 Los Chikos del Maíz junto a Habeas Corpus en T.E.R.R.O.R.I.S.M.O.

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Por su parte, la ya extinta formación valenciana Inadaptats también cantó con rabia contra la OTAN al principio del presente siglo: "Rendid vasallos reverencia al nuevo Dios surgido del Atlántico Norte, manteniendo su más pura imagen de simbología racista y destructiva, como son utilizados los dioses nórdicos y el orgullo vikingo". Y bien lejos de España, en Argentina, también hace ya dos décadas Resistencia suburbana veía claro quien es Satán en toda esta historia: "Sos OTAN, Satán. OTAN Satán para de matar. La ley de Dios debes respetar, los niños del mundo te agradecerán si dejas de usar tu fuerza criminal (...) El mundo no precisa de tus servicios, parece que matar es tu único vicio, lo hiciste en Corea, lo hiciste en Vietnam, lo hiciste en Malvinas y también en Irak".

El hecho de que la OTAN no sea ya tema recurrentemente principal de tantas canciones como antaño no significa que no esté todavía entre las preocupaciones de muchos artistas (al igual que de tantos ciudadanos). Así quedó claro en septiembre de 2015 en un concierto en Zaragoza como protesta por unas importantes maniobras militares de la Alianza en la zona, que contó con Def Con Dos, Siniestro Total, Berri Txarrak o Nacho Vegas.

Todos ellos nombres comprometidos con una forma de ver el mundo que el propio Nacho Vegas resume en un canto pacifista titulado N.V. por la paz mundial. En la que no menciona a la OTAN pero, como tantísimas otras, hay un claro mensaje antimilitar: "No, no hay guerra mundial, no hay droga capaz de matar todo este dolor. Nos veremos en la gloria y quizás allí descubramos la canción que nos traiga la paz".

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