EXPEDIENTE DE REGULACIÓN DE EMPLEO

Coca-Cola paga sólo el 40% de su primera nómina a los trabajadores de Fuenlabrada

Sólo el 6% de los despedidos de Coca-Cola acepta un empleo en otra fábrica

Coca-Cola ha pagado a sus trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada (Madrid) el 40% de la nómina de agosto, de donde ha suprimido los conceptos variables. Según denuncia Juan Carlos Asenjo, portavoz de CCOO en la embotelladora, la empresa ha considerado a los trabajadores cuyo despido fue anulado por el Tribunal Supremo como “nuevos ingresos”. Y el convenio colectivo establece que los empleados recién incorporados cobran esos pluses a mes vencido, por lo que en esta primera nómina tras la sentencia definitiva que anuló el polémico ERE, Coca-Cola se ha “ahorrado” más de la mitad de los sueldos de unos 220 trabajadores. “Es otro desacato judicial de la empresa”, denuncia Asenjo.

La embotelladora, sin embargo, asegura que se ha limitado a “regularizar” las nóminas una vez reincorporados los despedidos. “Hasta el momento se les había pagado una media de los pluses que venían cobrado, aunque no cumplieran objetivos, pero ahora no se les ha añadido la parte variable porque no se han cumplido objetivos a los que está sujeta”,  explica un portavoz. Los despedidos han percibido sus nóminas durante los últimos 19 meses como consecuencia de la nulidad del ERE. También niega la empresa que se les haya tratado como recién contratados: “La nómina de agosto sí incluye el complemento de antigüedad, por ejemplo”. Desde el pasado día 3, los trabajadores pendientes de volver a Fuenlabrada han realizado un curso de prevención de riesgos laborales que ha durado 15 días.

El próximo 7 de septiembre deberán reincorporarse a sus puestos de trabajo 85 personas. Pero lo que la empresa les ofrece es incorporarse a un centro logístico, no a la fábrica que dejaron tras su despido en febrero de 2014. En Fuenlabrada rechazan ese cambio. Según explican, la estabilidad de sus empleos sólo queda garantizada “con el tipo de puestos de trabajo que necesita una fábrica, los de un almacén tienen un futuro mucho más incierto”. E insisten en que las sentencias de la Audiencia Nacional y de la Tribunal Supremo ordenaban a Coca-Cola reincorporar a los trabajadores en las mismas condiciones que tenían antes de ser despedidos. Unas condiciones que se modifican si lo hace también el tipo de empleo, añaden.

Por el contrario, la embotelladora alega que la sentencia no la obliga a volver a producir en Fuenlabrada. La discrepancia deberá resolverla la Audiencia Nacional, en una nueva vista que se celebrará el 10 de septiembre. En un auto del pasado 12 de julio el tribunal ordenaba a Coca-Cola reincorporar en tres días a los despedidos. “Lo que pretenden es rendirnos por agotamiento”, advierte el portavoz de Coca-Cola en Lucha. De momento, sólo 85 trabajadores han recibido la carta ofreciendo la reincorporación el 7 de septiembre. A 135 empleados se les ha enviado otra carta donde la empresa dice que está pendiente de la decisión de la Audiencia Nacional.

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Año y medio de batalla judicial y en la calle

El Expediente de Regulación de Empleo que la embotelladora de Coca-Cola en España presentó en enero de 2014 afectaba a 1.190 empleados y supuso el cierre de las fábricas de Fuenlabrada, Mallorca, Alicante y Asturias. Finalmente, los despidos ejecutados fueron 821, 236 de ellos forzosos, todos ellos de trabajadores de la fábrica madrileña. Desde entonces, la plantilla ha mantenido la batalla en los tribunales, que ha ganado, y una dura lucha en la calle, a las puertas de la fábrica de Fuenlabrada, y en los medios de comunicación y redes sociales. Asenjo resalta que, fruto de los esfuerzos de la plantilla, las instalaciones madrileñas de Coca-Cola se encuentran “operativas” para reanudar la producción, mientras que las restantes ya han sido desmanteladas.

Tras año y medio de “pulso con la Justicia” por parte de la empresa, en palabras del sindicalista de CCOO, de los 821 despedidos, más de 400 han pactado la rescisión de sus contratos. El resto resiste para recuperar sus empleos. A la espera de que la nueva fusión de embotelladoras de Coca-Cola, esta vez a escala europea, no suponga nuevos recortes de plantilla y cierre de fábricas. Juan Carlos Asenjo no se fía: Coca-Cola European Partners suma 50 plantas y 27.000 empleados y prevé ahorrar, gracias a las sinergias de la operación, entre 350 y 370 millones de dólares los próximos tres años.

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