21A: Elecciones vascas

¿Cómo se dice lehendakari en femenino? La pregunta que las elecciones vascas no responderán

Los principales candidatos en las elecciones vascas del próximo 21 de abril: Imanol Pradales (PNV), Pello Otxandiano (Bildu), Eneko Andueza (PSE-EE), Alba García (Sumar), Javier de Andrés (PP) y Miren Gorrotxategi (Podemos).

"El lehendakari: es el presidente del Gobierno Vasco. Designado de entre sus miembros por el Parlamento Vasco, elige a las consejeras y a los consejeros del Gobierno, dirige su acción, ostentando a la vez la más alta representación del País Vasco y la ordinaria del Estado en este territorio. 'Lehendakari', etimológicamente, significa 'quien ejerce de primero". La definición brota tras una simple búsqueda en la web del Gobierno Vasco. Pero no da respuesta a otro interrogante: ¿cómo se dice lehendakari en femenino? En realidad, la pregunta no tendrá ninguna presencia el próximo 21 de abril: ningún partido con opciones de gobernar lleva a una mujer como cabeza de lista.

Son seis los principales candidatos que dentro de dos meses se batirán por entrar en la Lehendakaritza, sede de la Presidencia. Más allá de la aritmética, la campaña y los resultados que impongan las urnas, las elecciones vascas dejan una imagen que ya resulta anacrónica: la mayoría de los rostros que compiten son hombres.

Los principales partidos, aquellos que tienen más posibilidades de éxito según las encuestas, han apostado por un candidato masculino. Sólo Sumar y Elkarrekin Podemos han optado por mujeres para representar su proyecto, pero los pronósticos no invitan al optimismo: tampoco este año habrá una mujer liderando el Gobierno de Euskadi.

Imanol Pradales pone rostro a la candidatura del PNV, Pello Otxandiano es la apuesta de EH Bildu y Eneko Andueza la del PSE-EE. Por parte de los conservadores, Javier de Andrés es quien se encuentra al frente de cara al próximo 21 de abril. Alba García Martín representará a Sumar y Elkarrekin Podemos repite con Miren Gorrotxategi.

Así lo justifican los partidos

Basta con retroceder a los anteriores comicios para encontrar una panorámica diametralmente opuesta. Entonces, eran cinco los principales partidos que competían en las urnas y tres de ellos estaban encabezados por mujeres. Eran Bildu, Podemos y el PSE. Precisamente en ese extremo se detienen las fuentes de la coalición abertzale consultadas por este diario. Desde el año 2012, esta es la primera vez que Bildu presenta a un hombre como candidato: en todas las convocatorias pasadas llevó a una mujer como número uno. ¿Qué ha cambiado? "La mesa política lo propuso y las bases lo refrendaron. No se presentó nadie más", resuelven las mismas voces.

Preguntado al respecto, el coordinador general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, señaló a finales de diciembre que su partido es "feminista como movimiento y Otxandiano lo representa". La idea es, según lo expuesto, que las formas no condicionan el fondo.

También los socialistas vascos apostaron por una mujer, Idoia Mendia, en las pasadas elecciones de 2020 y antes en las de 2016. En 2012 el candidato fue Patxi López. En el caso del PNV es distinto: su apuesta ha recaído una y otra vez sobre Iñigo Urkullu.

"El proceso electoral interno de EAJ-PNV para la designación de candidatas y candidatos para las elecciones autonómicas vascas es totalmente participativo y democrático entre las afiliadas y los afiliados de nuestro partido", dicen fuentes de la formación a preguntas de este diario. Así, la Ejecutiva nacional remite una propuesta que se somete a votación posteriormente y la propia militancia tiene la posibilidad de ampliar el número de nombres. Imanol Pradales cosechó unanimidad, así que "fue el único candidato propuesto y remitido a las ejecutivas territoriales". 

Superada esta primera fase, el candidato recibió los avales necesarios para avanzar en el proceso electoral interno, hasta superar la llamada segunda vuelta y la votación definitiva. "Imanol Pradales fue avalado por unanimidad en la Asamblea Nacional, que también aprobó las listas definitivas que configurarán las planchas de candidatas y candidatos de EAJ-PNV en las próximas elecciones al Parlamento Vasco", zanjan las mismas voces. 

En ese sentido, el partido recalca que son las bases, "integradas por mujeres y hombres, las que eligen quiénes serán" los candidatos. El PNV, subrayan, "no sólo promueve una mayor presencia de las mujeres en los primeros niveles de la vida política e institucional, sino que predica con el ejemplo".

Para encontrar ese ejemplo, hay que mirar hacia otras direcciones distintas de Ajuria Enea: "Mujer es la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, del PNV. Mujer es la presidenta de la Asamblea de Municipios Vascos (Eudel), Esther Apraiz, del PNV. Mujer es la presidenta del PNV de Bizkaia, la organización más numerosa del Partido, Itxaso Atutxa. Mujer es la actual eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao Barandica, y mujer es la futura candidata jeltzale al Parlamento Europeo, Oihane Agirregoitia", presumen.

En cuanto al PP, los conservadores vascos tratan de huir de criterios basados en el género para poner en relieve otros valores como "el talento, la capacidad de esfuerzo y de trabajo". "Valoramos el talento y lo que pueden aportar las personas con las que cuenta el equipo del candidato", señala Joana Arce, vicesecretaria de igualdad del partido, un equipo integrado además por "muchas mujeres de gran talento".

Arce sí reconoce, no obstante, que "llama la atención" la práctica ausencia de mujeres, aunque lo equipara a otras situaciones análogas en las que impera una mayoría femenina: "Llama la atención, igual que la llamó que en el caso de las elecciones generales, las candidatas por Gipuzkoa fuesen todas mujeres". A su entender, la igualdad "llegará el día en el que esas situaciones no nos llamen la atención".

Podemos y Sumar, las excepciones

Pero las encuestas lo dicen claro: ninguna mujer lidera una candidatura con posibilidades de gobernar. Tanto Podemos como Sumar podrían llegar a entrar en la cámara, pero ninguna de sus candidatas cogerá el bastón de mando de la Lehendakaritza. 

Los partidos, con la elección generalizada de candidatos hombres, "no han sabido sintonizar con un sentir mayoritario en Euskadi", analizan fuentes de Sumar. La formación defiende la coherencia de su proyecto, en tanto que su compromiso pasa también por "la feminización de la política" y por el "relevo generacional", encarnados a través de Alba García.

La formación morada pone en valor a su candidata e incide también en su bagaje feminista. La apuesta por Miren Gorrotxategi viene a consolidar una de las razones de ser de Podemos: su apuesta por el feminismo, en la agenda y en las estructuras. "Llevamos haciéndolo desde las anteriores elecciones, pero no es sólo la candidatura: es también la representación del propio partido y quiénes están en los órganos de dirección", presumen las voces consultadas.

"El hecho de que las mujeres ocupen espacios de poder es, en la lucha política por la representación, un elemento clave para avanzar hacia una sociedad igualitaria", reiteran. Lo contrario es "reflejo de una cultura patriarcal que desplaza a las mujeres a la esfera privada, mientras que la plaza pública corresponde a los hombres". Y ese es, lamentan, el escenario que se proyectará en suelo vasco el próximo 21 de abril.

Representación y agenda feminista

El 28 de mayo de 2023, el electorado navarro acudió a las urnas. Entre los primeros puestos de las papeletas, varios nombres de mujeres: María Chivite (PSN-PSOE), Laura Aznal (EH Bildu) y Begoña Alfaro (Contigo Navarra). Y en las municipales, Cristina Ibarrola (UPN) y la ahora ministra Elma Saiz (PSN-PSOE) competían por la alcaldía de Iruña.

En las listas de cara a la alcaldía de Donostia, sólo los socialistas apostaron por una mujer: Marisol Garmendia. En Bilbao fueron tres: Nora Abete (PSE), María del Rio Pereda (Bildu) y Ana Viñals Blanco (Podemos). La sorpresa llegó en Vitoria: todos los partidos dieron el paso de incluir a mujeres como cabezas de lista. Como resultado, la capital alavesa tiene a su primera mujer alcaldesa de la historia: Maider Etxebarria (PSE).

¿Pero qué impacto tiene una mayor representación femenina en primera línea política? Las voces consultadas apuntan a la misma clave: es cuestión de justicia que las mujeres, más de la mitad de la población, se sientan representadas. Lo contrario es una anomalía que no tiene cabida en una democracia. Y de hecho, señalan algunas de las fuentes vinculadas a las formaciones políticas consultadas, el mero hecho de que los partidos que han apostado por hombres estén siendo cuestionados por esta decisión, da cuenta del avance. 

Arantxa Elizondo, profesora de Ciencia Política en la Universidad del País Vasco, llama a la cautela, pero reconoce que, a falta de echar un vistazo a la composición final de las listas, el panorama no es alentador. "Es una pena y ha sido una oportunidad perdida para muchos de esos partidos que han elegido a un hombre como líder", valora.

La politóloga pone el foco sobre el efecto perverso que tienen, en ese sentido, las leyes de paridad que establecen una serie de requisitos mínimos pero renuncian a construir escenarios más ambiciosos: "Muchos partidos se contentan con llegar a esos mínimos" de manera que confeccionan "listas paritarias pero eligen a hombres liderando el proyecto una vez más".

María Silvestre, catedrática de Sociología de la Universidad de Deusto, admite la sorpresa tras conocer los nombres de los candidatos. Especialmente porque la tendencia parecía venir indicando un progreso en términos de equidad. "En las municipales y en las forales vimos por primera vez mujeres cabeza de lista y por primera vez alcaldesas, como en Vitoria", subraya. Todo parecía indicar que "esa ola, esa reflexión que pudieran haber hecho los partidos políticos", se mantendría en el tiempo.

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Pero unas elecciones autonómicas son palabras mayores, reflexiona. "Es demasiado poder para jugar la carta del relevo femenino", critica, "cuando hay tanto poder en juego, el discurso feminista se deja a un lado". La catedrática pone en valor que formaciones como EH Bildu destaquen su agenda feminista, pero cree que para desplegarla es también necesario poner en práctica criterios paritarios. 

"Es importante porque somos la mitad de la población, porque tiene que haber referentes para otras y porque las mujeres estamos excluidas del poder", resume al otro lado del teléfono. Es, a su juicio, positivo para el funcionamiento mismo de la política y para las mujeres en particular. "Es bueno que haya una agenda feminista y que exista una convicción plena respecto a esa agenda, que esté en el tuétano de los partidos", expone.

¿Para construir y desarrollar esa agenda tiene que haber mujeres al frente de los partidos? La catedrática responde sin ambages: "Tiene que haber feministas. Y las feministas somos casi siempre mujeres".

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