VIOLENCIA SEXUAL
"Se puede obtener reparación sin justicia, pero no sin verdad": el recorrido jurídico del 'caso Suárez'
El 9 de diciembre de 2025, Ariadna (nombre ficticio) acudió a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional. Allí los agentes le tomaron declaración y formalizaron una denuncia que a lo largo de ocho páginas describe un posible delito de violencia sexual. El presunto agresor, Adolfo Suárez González. Habían pasado exactamente 43 años y dieciséis días desde que la denunciante vio por primera vez al que describe como su agresor. Más de cuatro décadas atravesadas por un proceso silencioso de identificación y reconocimiento del daño. Ariadna sabe bien que el recorrido judicial del caso es limitado, pero siente que haber dado el paso ha sido una forma de aliviar el dolor.
Adolfo Suárez falleció en marzo de 2014. Los hechos descritos sucedieron, además, hace más de cuarenta años. Partiendo de esa base, ¿cuál es el recorrido jurídico del caso? "Desde el punto de vista penal, ninguno", responde sin lugar a dudas la letrada María Naredo. "No le puedes pedir responsabilidad penal", coincide la abogada Violeta Assiego. "Contra el acusado no se puede hacer nada penalmente", completa la jueza Victoria Rosell. Entre las juristas, hay unanimidad total. Para Rosell, "aunque no vaya a prosperar, es una cuestión jurídica y eso merece por lo menos un audio judicial" en el que se exponga lo sucedido y los motivos de la prescripción.
La denuncia menciona no sólo al expresidente, sino que introduce dos nombres propios más: el de los dos secretarios que se encargaban de citar a la joven para los encuentros con el entonces parlamentario. Uno de sus empleados también falleció. La segunda es la única que permanece con vida. En declaraciones a infoLibre, Gádor Ongil dice no recordar a ninguna menor, si bien matiza que han pasado "muchísimos años" y asegura sentirse "absolutamente sorprendida" con el relato de la víctima. La prescripción del delito también le afectaría a ella como presunta cooperadora.
Pero la justicia, sostienen las expertas, va mucho más allá del Código Penal.
¿Responsabilidad civil?
Naredo fija la vista sobre una posible derivada: la responsabilidad civil. "Todo delito tiene aparejada una responsabilidad civil que no sólo no prescribe, sino que se hereda, igual que sucede con las deudas". La afirmación genera debate entre las juristas. Assiego se detiene en el propio enunciado: para que exista responsabilidad civil, es necesario que se constate la existencia de un delito. Pero si el recorrido penal es nulo, también lo es la posibilidad de encajarlo en la categoría de delito.
Naredo cree que es posible "un recorrido acreditativo" sin necesidad de que exista una condena. "Si los hechos quedan acreditados, la acción penal no se puede llevar a cabo pero la dimensión civil sí", si bien la misma abogada admite que es "bastante improbable" que así suceda. Rosell va un paso más allá: "Es una entelequia". A nivel práctico, argumenta, es "imposible demostrar la responsabilidad civil fuera de un proceso penal".
Assiego sí cree importante, en cualquier caso, tener en cuenta algunos elementos que califica de relevantes para el proceso, como el testimonio de la secretaria del exfalangista, estudiar qué responsabilidad penal tiene aunque después no se le pueda exigir, aclarar lo sucedido con aquellas "personas vivas que pudieran tener conocimiento de este supuesto hecho delictivo y aclararlo con ellos".
La víctima ha sido atendida durante años en recursos especializados, a partir de un caso de violencia en el seno de la pareja, donde las psicólogas detectaron y trabajaron sobre este episodio como elemento troncal de su malestar, tal como perfila en la denuncia. En el mismo escrito, menciona no sólo a las profesionales que la trataron, sino también a familiares con los que compartió lo sucedido. infoLibre ha accedido además a la carta que la denunciante envió a su supuesto agresor en julio de 2003, pidiéndole explicaciones y manifestando el daño que arrastraba: "He sufrido mucho en silencio, he necesitado ayuda psicológica, como he podido he ido sobreviviendo".
"Se puede obtener reparación sin justicia"
Cuando la víctima habla hoy de denunciar como forma de reparar el daño, lo dice sin pensar en el reproche penal de lo sucedido. No habla de castigo, ni de condenas. La propia ruptura del silencio, canalizada a través de una denuncia formal, es de por sí una forma de sanar tras años de trabajo psicológico.
Ariadna habla también de revictimización, sostenida por años de homenajes, reconocimientos públicos y elogios generalizados a quien ella tilda como su agresor. Si hay algo que hace el dolor insoportable, ese algo es el nombre que lleva el aeropuerto madrileño, las ficciones televisivas que ensalzan su figura y el consiguiente rumor social que recupera el legado del político encajándolo como pieza fundamental de la democracia. Para ella, una forma de reparación es que su testimonio pase a ser algo más que una nota al pie: que sea un elemento determinante a la hora de repensar el reconocimiento social y político al presunto agresor.
Podemos ha dado el primer paso. Este jueves, la formación morada pidió al Gobierno y al Congreso retirar todos los reconocimientos institucionales que tiene el expresidente. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, no fue tan lejos, pero sí expresó este viernes su "solidaridad" con la denunciante.
"La clave es el derecho a la reparación", asiente Naredo. Y como parte de él, la abogada se centra en la "difusión de la verdad" y otros "elementos simbólicos para poner el relato de la víctima en un lugar prioritario". Ahí entran en juego los poderes públicos, las instituciones y los medios de comunicación, enumera. "Se puede obtener reparación sin justicia, pero no sin verdad".
La conocida como ley del sólo sí es sí fija en su articulado el derecho a la reparación simbólica y menciona específicamente el enfoque reparador integral transformador. "La reparación simbólica para las víctimas de violencias sexuales incluirá, por parte de los poderes públicos, el reconocimiento de la violencia y declaraciones institucionales que restablezcan la dignidad y reputación de las víctimas siempre desde un enfoque reparador integral transformador", estipula en su artículo 57.1. Para Ariadna, restablecer esa dignidad pasa por acciones claras como la retirada del nombre de Adolfo Suárez al aeropuerto Madrid-Barajas.
Este enfoque, sin embargo, no está exento de debate. Para Assiego, desde el punto de vista de la "seguridad jurídica, no podemos tratar a alguien como agresor si no hay un auto o una sentencia que así lo diga". El reconocimiento de una mujer como víctima de violencia sexual certifica que en efecto "los hechos se han producido y que hay una víctima, pero no señala al autor de esos hechos". A su juicio, la reparación en el sentido planteado –retirar los homenajes al expresidente– "depende del reconocimiento de una autoría" y ahí la jurista le ve "un recorrido limitado".
Hacia donde mirar
Pero hay precedentes que sugieren que sí hay camino hacia la reparación, independientemente de los tribunales, de la prescripción del supuesto delito y del fallecimiento de los acusados.
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Noviembre de 2023. La Iglesia española anuncia que indemnizará a todas las víctimas de abusos que lo pidan, incluso cuando el acusado haya fallecido. Casi un año después, en octubre de 2024, la catedral de la Almudena, en Madrid, acoge un acto de reconocimiento y reparación a las víctimas de la pederastia en el seno de la Iglesia. "Si no hay denuncias, no es porque no haya habido abusos, es porque el tratamiento que vamos a recibir resulta más doloroso que el propio abuso", decía una de ellas.
Hay más. Los familiares de las víctimas del franquismo siguen exigiendo verdad y reparación, dibujaban algunas cabeceras con motivo del cincuenta aniversario de la muerte del dictador. Todavía más reciente: 11 de diciembre de 2025, el Gobierno reconoce como víctimas a Txiki y Otaegi y declara nulo el Consejo de Guerra. Ambos fueron fusilados el 27 de septiembre de 1975. Y la reparación, en el plano de la memoria democrática, también tiene que ver con los nombres propios de quienes sembraron dolor. No hay más que mirar a la extinción progresiva del callejero franquista que desde hace años es ya una realidad en todo el país.
"Tenemos muy poca experiencia en reparación simbólica y social", reconoce Rosell. Especialmente en materia de violencia machista. Pero hay ejemplos hacia donde mirar. "A Ariadna lo que le genera daño son los homenajes al supuesto agresor. Justicia no va a tener, pero puede haber reparación", zanja la jueza.