Ucrania no se fía de la “tregua” de Putin (y tiene motivos para ello)

El presidente de la Federación Rusa lo había ya anunciado a finales de abril: su país, inmerso en una invasión a gran escala de Ucrania desde principios de 2022, observará un alto el fuego de tres días a partir del 8 de mayo, por “razones humanitarias”. “Todas las operaciones de combate cesarán durante este periodo”, precisó entonces el Kremlin, invitando a Ucrania a “seguir este ejemplo”.
Las autoridades de Kiev, que desde marzo reclaman un alto el fuego de treinta días, han advertido de que no piensan aceptar la petición rusa. “Os matan hasta el 7 de mayo, luego se dan dos o tres días de respiro y el 11 de mayo vuelven a atacarnos con misiles: no veo ninguna propuesta en todo esto”. Así lo descartaba Volodímir Zelensky unos días más tarde.
De hecho, la “propuesta” rusa de tregua parece tener como objetivo principal garantizar que las ceremonias de conmemoración de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi, que se celebrarán el 9 de mayo en toda Rusia, no se vean perturbadas por intercambios de disparos. Por otra parte, Kiev ha aprendido la lección de la última “tregua” propuesta por Vladimir Putin, durante la cual el ejército ruso logró aumentar su ventaja en el Donbás.
Rusia celebrará este 9 de mayo el 80º aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, con un gran desfile militar en la Plaza Roja de Moscú como punto culminante. Además de “veintinueve jefes de Estado”, entre los que se encuentran el chino Xi Jinping y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Moscú ha anunciado la participación en su desfile de soldados procedentes de trece países.
Las autoridades rusas han prometido un evento grandioso. Sin embargo, Ucrania es ahora capaz de alcanzar la capital rusa con sus drones, una perspectiva que probablemente no guste mucho a las delegaciones extranjeras que tienen previsto viajar a Moscú.
Ahí es donde entra en juego la propuesta de “tregua” de Putin. Al invitar a hacer una pausa en los combates en esa fecha (a pesar de que Moscú rechaza desde marzo las propuestas de alto el fuego de Washington y Kiev), el líder ruso ha maniobrado con bastante habilidad, asegurándose de salir ganando en todos los frentes. O bien Ucrania aceptaba y él podía recibir tranquilamente a sus homólogos extranjeros en Moscú, demostrando que Occidente no había logrado aislarlo diplomáticamente; o bien se negaba y él tenía vía libre para presentarse como el único que realmente quiere la paz, a diferencia de los “terroristas” y otros “neonazis” ucranianos.
Y así ha sido. El Ejecutivo ruso ha aumentado la presión sobre la presidencia ucraniana, presentando el 3 de mayo su propuesta de alto el fuego como una “prueba” de la “voluntad de Kiev de alcanzar una paz duradera”. Luego, cuando Zelensky la rechaza precisando que no puede garantizar “la seguridad” de los dirigentes internacionales presentes en Rusia el 9 de mayo, el Kremlin ha acusado a Ucrania de estar gobernada por un régimen peligroso, dispuesto a cometer “atentados terroristas”.
Una “tregua de Pascua” para avanzar en el Donbás
“El régimen de Kiev sigue demostrando su esencia y su propensión a cometer actos terroristas”, comentó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el 7 de mayo, tras los ataques con drones ucranianos contra Moscú. Pero los ataques rusos causaron esa misma noche dos muertos y siete heridos en la capital ucraniana.
A medida que se ha ido acercando la “tregua” unilateral de Putin, ambos ejércitos han redoblado los ataques aéreos. Los ataques masivos con drones ucranianos contra Rusia han causado importantes perturbaciones en el tráfico aéreo.
Recurrir a “alto el fuego” para sacar ventaja, ya sea diplomática o militar, no es nada nuevo para Putin. El jefe de Estado ruso ya había propuesto una “tregua” de treinta horas durante las fiestas de Pascua, los días 19 y 20 de abril, por “razones humanitarias”. Sus tropas aprovecharon entonces para reforzar sus posiciones en Donbás, como señalaron a posteriori los analistas militares.
Según Viktor Kevlyuk, coronel de la reserva del ejército ucraniano y analista de un think tank con sede en Kiev (el Centro para las Estrategias de Defensa), las tropas rusas no se detuvieron durante la tregua: avanzaron en varias localidades de la región de Donetsk, en particular en una de las zonas más disputadas del frente, al suroeste de la ciudad de Toretsk, afirma en un largo análisis publicado en su web.
Una brigada ucraniana desplegada más al norte, la 66ª brigada mecanizada independiente, aseguró el 20 de abril haber observado a soldados rusos aprovechando la tregua de Pascua para intentar cruzar un río, el Zherebets. Publicó fotos en su cuenta de Telegram como prueba.
Según Viktor Kevlyuk, las tropas de Moscú también aprovecharon la ausencia de amenazas aéreas para traer refuerzos a esa parte del frente, “desminar campos”, llevar “vehículos blindados y sistemas de artillería” a varias posiciones importantes, desplegar “varias unidades de drones” procedentes de las regiones de Kursk y Belgorod, así como equipos de guerra electrónica.
Todos esos avances fueron posibles gracias a que los soldados de Kiev recibieron la orden de no utilizar su artillería, morteros, lanzacohetes y drones. “Durante la «tregua”, concluye Viktor Kevlyuk, que ha ocupado varios cargos en el mando de las fuerzas armadas ucranianas, “quedaron anulados los resultados de cuatro meses de defensa encarnizada”.
Este análisis se ve confirmado por la evolución del frente registrada por DeepStateMap, uno de los mapas más detallados de la guerra en Ucrania, basado en fuentes abiertas y generalmente considerado fiable. Entre el inicio y el final de la “tregua de Pascua” se observan avances rusos de varios cientos de metros (una distancia considerable teniendo en cuenta el ritmo muy lento de los avances).
Los ucranianos, más en peligro desde el inicio de las conversaciones “de paz”
El “alto el fuego” que permite avanzar a sus adversarios no es la única paradoja a la que se enfrentan los ucranianos. Desde que Donald Trump les prometió la “paz”, están siendo aún más atacados.
El periódico digital ucraniano Texty ha recopilado datos sobre el número de ataques con misiles y drones kamikaze Shahed en las regiones ucranianas cercanas al frente y fronterizas con Rusia desde enero de 2024. “Han aumentado desde la toma de posesión Trump”, concluye. En algunas regiones, como Odessa, se duplicaron los ataques entre los meses previos a su llegada al poder y los meses posteriores.
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La Organización de las Naciones Unidas llega a la misma conclusión. Su secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios señaló, en una presentación ante diplomáticos a finales de abril, que el número de víctimas civiles había aumentado enormemente desde el inicio de las “negociaciones” de paz en Ucrania. En los tres primeros meses de 2025, los funcionarios de la ONU han contabilizado 2.641 víctimas civiles (muertas o heridas), es decir, casi 900 más que en el mismo periodo de 2024.
Traducción de Miguel López