El 31% de los incendios de este año ha sido provocado por la naturaleza y el 20% por pirómanos, según la Guardia Civil

Vista general del paisaje en Bejís (Castellón), tras el incendio forestal de los últimos días.

La inmensa mayoría de los incendios que se han producido este año en España no han sido intencionados, sino que se han generado principalmente por eventos naturales, como los rayos, o accidentes humanos, según los datos de la Guardia Civil recopilados hasta el 31 de julio. 

Las causas más habituales de incendio han sido las naturales (31%), seguidas de los accidentes (24%), los comportamientos negligentes (25%) y los fuegos intencionados (20%). Es decir, solo uno de cada cinco incendios ha sido provocado este año por un pirómano, según las cifras que el SEPRONA ha facilitado a infoLibre

Esos datos corresponden a los 823 fuegos que ya ha investigado la Guardia Civil y cuyas causas han sido esclarecidas. No obstante, este año ha habido muchos más incendios, concretamente más de 7.500 en toda España, aunque este cuerpo solo investiga una pequeña parte de ellos porque la mayoría son muy pequeños y no afectan a los ciudadanos. 

Las cifras muestran que los fuegos fruto de causas naturales han duplicado su peso frente al año pasado, ya que en 2021 representaron el 15% del total de incendios. La principal causa de este aumento sería el calor extremo y la sequía que ha sufrido la península, que facilita que la vegetación de los montes arda con extrema facilidad. 

Raúl Quílez, Doctor en Incendios Forestales por la Universidad de León, explicaba este fin de semana en infoLibre que en un ecosistema sometido a estas condiciones es muy fácil que las llamas generen incendios y que estos sean de gran tamaño. 

"El problema es que año a año tenemos temperaturas más elevadas, olas de calor más largas, una humedad relativa muy baja y una sequía primaveral. Y eso, en un entorno donde el monte no está gestionado, hace que se produzcan incendios más grandes. El cambio climático tiene un papel fundamental", afirma. 

La causa natural más común es la caída de rayos, que originó los dos grandes incendios de Vall d'Ebo y Bejís, ocurridos la semana pasada en Comunitat Valenciana, los gallegos de Serra do Courel y Valdeorras, y en uno de los focos del fuego de la Sierra de la Culebra (Zamora). 

Menos fuegos intencionados y más accidentes 

El porcentaje de incendios provocados por pirómanos ha caído del 25% del año pasado al 20%, según los datos recopilados hasta julio. Por estos delitos, la Guardia Civil ha investigado o detenido hasta esa fecha a 258 personas y ha recibido 1.080 denuncias administrativas por prácticas relacionadas con incendios forestales. 

Otra de las principales causas investigadas por el SEPRONA son los fuegos causados por accidentes, principalmente por el uso de máquinas o vehículos en el campo, ya que en una situación de sequía hasta una chispa o una piedra incandescente pueden desencadenar un incendio forestal.  

Sin embargo, estos fuegos no intencionados también pueden constituir un delito, como un pequeño fuego ocurrido en Villalafuente (Palencia) a mediados de julio. Según la Guardia Civil, se originó por la chispa de una cosechadora, que funcionaba pese a que se habían activado en León medidas preventivas que impedían realizar labores agrícolas con maquinaria a menos de 400 metros de un monte, por lo que su conductor fue procesado por un delito de imprudencia grave. 

Según los datos del SEPRONA, los fuegos provocados por causas accidentales han aumentado este año proporcionalmente del 25% al 29%, mientras que los que son fruto de comportamientos negligentes (quemas agrícolas, principalmente) han caído del 31% al 25%.

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