Canal Sur, a la deriva de la manipulación a pesar de las mayorías reforzadas

La última reforma de la ley reguladora de Canal Sur tuvo lugar nada más llegar Juanma Moreno a la Presidencia de Andalucía, cuando puso fin a décadas de dominio político del PSOE en esta comunidad. Aquella modificación salió adelante con el apoyo de PSOE y de Vox, como parte de un pacto más amplio de renovación de órganos que requerían mayorías cualificadas, y en nombre de “la garantía de la pluralidad política”, que, según estos partidos, exigía “la modificación y actualización normativa” para que respondiera a la “voluntad democrática reflejada en el Parlamento de Andalucía”. De nuevo, los partidos políticos en el centro de los órganos de decisión y control de los medios públicos.

Aquel pacto situó al periodista Domi del Postigo al frente del Consejo Audiovisual de Andalucía (uno de los poquísimos organismos de estas características que existen en España y que se sitúan en el corazón de la supervisión en el resto de Europa) y mantuvo a Juan de Dios Mellado como director de Canal Sur. Se quedaron fuera del Consejo de Administración las formaciones Por Andalucía y Adelante Andalucía.

La reforma de 2019 redujo de quince a nueve los miembros del Consejo y eliminó el mandato de seis años que garantizaba una separación de la legislatura y, por tanto, de la mayoría de turno, pero mantuvo la obligación de proceder a los nombramientos por mayoría reforzada de tres quintos del Parlamento, lo que al menos obliga a la mayoría de gobierno a buscar un acuerdo con la oposición. También dio entrada al Consejo, con voz pero sin voto, a un representante de los trabajadores.

Esa mayoría reforzada sigue rigiendo también para elegir al director general, pero también se cambió su mandato de seis años a la duración de la legislatura. Y se puso un límite de un año para alcanzar un acuerdo de designación.

Al mismo tiempo, se redujeron de 17 a 13 los miembros del Consejo Asesor, en los que se dan cita representantes de la administración, los sindicatos y los ayuntamientos, entre otras entidades.

Directamente desde la Junta de Moreno

Juan de Dios Mellado, que ya había ejercido como director de Comunicación de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía entre 2008 y 2010, en un gobierno del PSOE, llegó a la dirección general de la Radiotelevisión andaluza directamente desde la Dirección General de Comunicación Social de la Junta, un puesto funcionalmente muy próximo al de Juanma Moreno.

Los cambios no fueron bien recibidos por los periodistas andaluces. La Asociación de la Prensa de Sevilla acusó a PSOE, PP e IU de “anteponer intereses partidarios” en la dirección de Canal Sur. En vez de elegir personas “con reconocida cualificación y experiencia profesional”, “buena parte” de los elegidos a propuesta de estos partidos incumplen claramente el perfil. “Por encima de los obligados criterios profesionales, estas formaciones han antepuesto intereses estrictamente partidarios y han propuesto a políticos que se quedaron descolgados y parados en los recientes procesos electorales, a cargos orgánicos y a personas que seguirán trabajando en los partidos con un sueldo pagado por una institución pública”, acusó en su día esta asociación.

En los últimos años, las polémicas que revelan problemas de independencia y manipulación informativa se han sucedido. Las más importantes se derivan de los informes que lleva a cabo el Consejo Profesional de Canal Sur, que ha logrado sobrevivir a la reforma de 2019.

En abril de 2024 sacaron los colores a los responsables de la radiotelevisión andaluza recogiendo “350 ejemplos de malas prácticas periodísticas” en los últimos seis meses, relacionados con “escaletas ideológicas” y “desequilibrio informativo”. La manipulación, denunciaban, se ha “cronificado”. Destacaba un ejemplo: las noticias de Canal Sur dedicaron cien veces más tiempo a la ley de amnistía que a las listas de espera de Andalucía, a pesar de que el primer tema, según todos los estudios, estaba lejos de ser la principal preocupación de los ciudadanos.

Ejemplos de tensión y manipulación

Los ejemplos abundan. Desde la cancelación de un reportaje sobre los diez años de Felipe VI, que desató las protestas de los periodistas de Canal Sur (la dirección de informativos levantó una pieza del programa Los Reporteros porque se centraba en la abdicación de Juan Carlos I y pasaba “de puntillas” sobre algunos hechos del reinado de Felipe VI), hasta la permanencia en una tertulia de un periodista recién fichado por el Gobierno de Moreno que hasta ese momento trabajaba para el medio ultra The Objective.

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En febrero de 2022, Canal Sur suspendió de empleo y sueldo a un periodista por protestar por una rueda de prensa de una diputada del PP (el reportero reclamó información sobre el contenido del evento, pero no tuvo éxito, por lo que “en señal de protesta” no se sentó frente a la parlamentaria popular). En abril del año pasado, la Comisión de Deontología Periodística reprobó una información de Canal Sur sobre Doñana por “faltar a la verdad”.

Uno de los casos más recientes tuvo lugar en diciembre de 2024. Un informativo de Canal Sur definió a Franco como “el militar que gobernó España durante casi 40 años”, lo que motivó un pronunciamiento del Consejo Profesional de la RTVA considerando “muy grave” el “blanqueamiento” del dictador por parte de la Dirección de Informativos.

En octubre de 2023, los trabajadores de Canal Sur denunciaron las “asfixiantes injerencias políticas” que dicen sufrir en su rutina diaria desde 2020, tras la llegada de Álvaro Zancajo como director de Informativos (que fue cesado en diciembre de ese año por las graves denuncias de manipulación interpuestas por los propios trabajadores y sindicatos), y su sucesora, Carmen Torres, “con quien la degradación del servicio público ha seguido y aumentado”, según sostienen los miembros del Consejo Profesional.

La última reforma de la ley reguladora de Canal Sur tuvo lugar nada más llegar Juanma Moreno a la Presidencia de Andalucía, cuando puso fin a décadas de dominio político del PSOE en esta comunidad. Aquella modificación salió adelante con el apoyo de PSOE y de Vox, como parte de un pacto más amplio de renovación de órganos que requerían mayorías cualificadas, y en nombre de “la garantía de la pluralidad política”, que, según estos partidos, exigía “la modificación y actualización normativa” para que respondiera a la “voluntad democrática reflejada en el Parlamento de Andalucía”. De nuevo, los partidos políticos en el centro de los órganos de decisión y control de los medios públicos.

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Este artículo pertenece a la serie Radiografía de las televisiones públicas. Otras entregas:

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