Cine

En busca del 'efecto Goya'

La Academia de Cine ha hablado. Las películas señaladas por los Premios Goya han quedado prácticamente reducidas a tres: La librería, Handia y Verano 1993La libreríaHandia Verano 1993. Y ahora toca rentabilizar, en la medida de lo posible, el éxito. Eso se traduce, de manera inmediata, en el número de salas al que llegan los filmes. A más premios, más cobertura mediática, más salas y más recaudación. Truman, por ejemplo, renació en taquilla tras ganar el premio a mejor película en 2016: volvió a 150 salas y vio aumentar un 500% su recaudación con respecto a la semana anterior. Pa negre, tras su victoria en 2011, pasó de estar en una veintena de salas a llegar a 100 y dobló su recaudación de los 1,1 millones a los 2,7 millones de euros. La soledad, sorpresa de la gala de 2008, aumentó su recaudación desde los 228.000 euros a los 670.000. 

La ceremonia del pasado sábado dejó un panorama de galardonados un tanto extraño. Handia alcanzó el récord de 10 cabezonescabezones, al nivel de La isla mínima y Blancanieves, pero, a excepción del premio al mejor guion original y al mejor actor revelación, se le escaparon las estatuillas de mayor peso, que fueron a parar a La librería. El fin de semana previo a los premios, la película podía verse en 11 cines, muy lejos de las 91 copias con las que partía en su estreno, el pasado octubre. Las nominaciones a los premios de la Academia, anunciadas en diciembre, le dio una nueva vida: al regreso de Navidades, el filme se relanzaba con 18 salas. Desde entonces solo ha sumado en torno a 2.000 espectadores. Aunque la distribuidora, A contracorriente Films, negocia aún con los cines un posible aumento de la exhibición, lo cierto es que el cacareado efecto Goya no le vendría mal: la película sumaba, hasta el 28 de enero, algo más de 531.000 euros de recaudación, frente a un presupuesto de 3,5 millones de euros. 

Los datos del fin de semana del 26 al 28 de enero permiten ver ya la influencia de los Goya en la taquilla. Las únicas tres películas españolas cuya recaudación aumentaba con respecto a la semana anterior —exceptuando Deep, un filme de animación en coproducción con Estados Unidos, Bélgica y China— eran tres de las favoritas de la ceremonia: El autor, Verano 1993 y Handia. La primera, adaptación de Manuel Martín Cuenca de una novela corta de Javier Cercas, crecía un 27%, rozando los 700.000 euros de taquilla. La propia Handia aumentaba un 44% su recaudación, logrando más de 2.000 euros en un solo fin de semana. Y Verano 1993, que tras 31 semanas en cines aumentaba sus ingresos en un 72%, superando el 1.045.000 euros y los 164.000 espectadores. 

Avalon, productora y distribuidora de este trabajo de la debutante Carla Simón, parecía confiar en sus posibilidades de cara a los Goya. El pasado viernes, en vísperas de la gala, pasaba de proyectarse en 12 cines a hacerlo en 65 salas de 47 ciudades, algunas de las cuales no pisó en su estreno. Y, aunque el filme no se hizo con el premio a mejor película, para el que tenía opciones, el resto salió según lo planeado: Simón se llevó el Goya a mejor dirección novel, para el que no tenía rival; Bruna Cusí se hizo con el de actriz revelación y David Verdaguer se impuso en el de actor de reparto. La distribuidora cruza los dedos para que la apuesta por el aumento de salas se refleje en los datos de taquilla, y que esto les abra a su vez la puerta de más cines para alargar un poco más las 32 semanas de vida que hacen de Verano 1993 la más longeva de las películas españolas actualmente en taquilla. 

La librería es la única de las grandes ganadoras de la noche que había visto caer su taquilla en las semanas previas a la gala. Más motivo para que su victoria en las categorías de mejor película, dirección y guion adaptado, cuando la 32ª edición de los Goya parecía entregada a Handia, resultara una verdadera sorpresa. Pero es también el filme que mejor ha funcionado en taquilla, con 388.629 espectadores y 2,4 millones de euros recaudados (a 28 de enero). El recorrido internacional del filme, rodado en inglés y con Emily Mortimer y Bill Nighy como protagonistas, permiten inferir que pronto se recuperarán los 3,4 millones de euros de presupuesto. Tras el éxito de su estreno, que arrancó con 460.000 euros de taquilla, sus 115 copias iniciales subieron de inmediato a 190. Tras 12 semanas de exhibición, se mantiene aún en 23 cines. "Estamos trabajando para aumentar el número de copias. Es casi seguro, pero no sabemos aún en cuántas salas estaremos", dice una portavoz de A contracorriente, exhibidora también del filme. 

"Ya es que mejor no nos puede ir", dice entre risas una portavoz de Caramel. Es la distribuidora de Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón, ganadora del Goya a mejor película documental y todo un fenómeno en salas. No es nada habitual que un filme de este género se mantenga siete semanas en cartel, alcanzando (a 28 de enero), 357.000 euros de taquilla y llegando casi a 59.000 espectadores. El filme salió con 33 copias en su estreno y hasta la noche de los premios se mantenía en 24, bajando solo un 3% en taquilla. "Esta película está funcionando muy bien", dice una representante de Caramel, "casi no baja, no es como otras que han podido caer o salir de pantallas". Aun así, negocian la inclusión de 10 pantallas más en su cartelera, aunque la cifra no es definitiva. Más de 3 millones de personas (los que recogió la gala menos vista de la década) conocieron el sábado a su protagonista absoluta, Julita Salmerón. Pero en la distribuidora hablan más de fenómeno boca-oreja que de efecto Goya

 

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