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La derecha, el 8M y las mujeres

Miguel Lorente Acosta

Sorprende que ante una reivindicación histórica como es la que cada 8M se lleva a cabo en nombre de la Igualdad, y contra una desigualdad entre hombres y mujeres reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en nuestra Constitución, algunas mujeres de la derecha que callan ante los pactos con la ultraderecha que niega la violencia de género, alcen sus voces para cuestionar a otras mujeres de la izquierda y a muchas más que no se vinculan a ningún partido, y traten de presentar su libertad para manifestarse como una imposición. Para ellas no existe la desigualdad de los dictados históricos que ha restado oportunidades a las mujeres y sumado obstáculos a sus trayectorias. Y no dudan en presentarse como ejemplo de lo que “cualquier mujer” puede hacer, pero callando todo lo relacionado con los factores socio-económicos y las circunstancias que les han abierto el camino para lograrlo.

Por ello resulta triste ver cómo su “libertad”, ¡oh casualidad!, le hace un favor al machismo histórico, y comprobar que sus argumentos, ¡oh casualidad!, atacan a otras mujeres, no a los hombres que con su masculinidad han llevado a que sea necesario incluir en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución Española que tanto defienden, que nadie puede ser discriminado por razón de sexo, referencia que implica que alguien ha tenido que serlo para que tan altos instrumentos jurídicos se hayan posicionado al decir que no se haga. Y si esa discriminación por razón de sexo ha existido, la pregunta es muy sencilla, ¿quiénes han sido las personas discriminadas, las mujeres o los hombres?

Las mujeres han sido y son discriminadas como consecuencia de la construcción que ha hecho la cultura machista sobre su inferioridad e incapacidad, una realidad que el eurodiputado de ultraderecha, Janusz Korwin Mikke, expresó al afirmar que las mujeres son “más débiles y menos inteligentes”. Aunque quizás les resulten más cercanas las palabras de su compañero de partido, el exministro Arias Cañete, cuando en el debate con Elena Valenciano para las elecciones europeas de 2014 comentó que, “si demuestras superioridad intelectual con una mujer pareces machista”, dando por supuesta esa “superioridad intelectual” de los hombres.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, se equivocan cuando, al referirse al feminismo, afirman que a ellas nadie les dice cómo tienen que ser. El feminismo no les dice a las mujeres lo que tienen que hacer ni lo que tienen que ser, lo que hace el feminismo es decirles a los hombres lo que no son y lo que no tienen que hacer.

Lecciones del feminismo

Los cientos de miles de mujeres que se manifiestan el 8M lo hacen desde su decisión y en sororidad con todas las mujeres. No acuden bajo la imposición de ningún partido ni poniéndose como ejemplo de nada, lo hacen desde su libertad, porque libertad si tienen, lo que no tienen es Igualdad y por eso se manifiestan el 8M.

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Miguel Lorente Acosta es médico y profesor en la Universidad de Granada y fue delegado del Gobierno para la violencia de género.

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