21D | Elecciones en Cataluña

Las contradicciones de Ciudadanos en su discurso para Cataluña

Albert Rivera junto al portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, el miércoles en el Congreso.

"Si se genera la oportunidad de que terminemos con 35 años de nacionalismo en Cataluña, yo espero que Podemos esté a la altura, no haga presidente a Junqueras y dé la posibilidad de que haya un Gobierno alternativo". Así lo pedía este jueves el secretario de Comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo, que ponía sobre la mesa un planteamiento que ha pasado a formar parte de la estrategia del partido naranja en los últimos días: la apelación a los comuns para que apoyen un Ejecutivo liderado por Ciudadanos tras las elecciones del 21D.

No obstante, recibir ese apoyo supondría –según el discurso de la formación de Albert Rivera– aliarse con los independentistas, ya que Ciudadanos lleva meses criticando a los comuns y a su líder, Ada Colau, porque a su juicio se posicionan junto a los secesionistas. El propio De Páramo aseguraba este jueves que "Podemos" y sus aliados catalanes "dicen una cosa y la contraria", y hace escasos días el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, denunciaba que "Colau siempre está al lado de los independentistas". "Cuando hay una manifestación independentista ella está en primera fila, cuando hay una que no es independentista ella, por supuesto, no aparece. Cuando los independentistas convocan un referéndum ilegal ella va a votar y, además, si tiene la oportunidad de votar dos veces sí a la independencia, pues lo hace, como hizo el 9-N", sostenía Villegas.

Pero para Ciudadanos, que ha hecho de la lucha contra el nacionalismo y el independentismo una de sus principales banderas, no es un problema recibir el voto favorable o la abstención de la coalición entre Catalunya en Comú y Podemos tras el 21D para posibilitar que su candidata, Inés Arrimadas, alcance la Presidencia de la Generalitat. Si los números dieran, "se trataría de una oportunidad única en 35 años", justifican fuentes del partido naranja, que en la pasada Diada acusó a Colau de dar "oxígeno" a los separatistas. Y, por ello, Ciudadanos le tiende "la mano a todos los que respetan la Constitución y la ley", incluidos los comuns y Podemos, en palabras del propio Albert Rivera este jueves en Los desayunos de TVE.

 

Albert Rivera

En mayo de este año, tras la elección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, Rivera tenía muchos más reparos a la hora de pactar con Podemos, y de hecho avisó a Sánchez de que no contase con Ciudadanos para alcanzar ni "el Gobierno de España" ni siquiera "mayorías parlamentarias" con "quienes quieren romper este país". Si el líder socialista "quiere sumar con los separatistas o con Podemos y estar todo el día intentando impedir que salgan los Presupuestos, que salgan las reformas o que avance el país, no estaremos de acuerdo", sostenía entonces Rivera.

La lista más votada... sin contar a los independentistas

Otro de los argumentos que defendió el presidente de Ciudadanos este jueves en Los desayunos de TVE es que, tras el 21D, debería gobernar la lista más votada. "Hay que hacer presidente a quien tenga más votos, que es lo lógico, igual que en Andalucía Susana Díaz es presidenta porque tiene más votos, o Cristina Cifuentes en Madrid", señaló Rivera, cuyo partido sostiene en ambos gobiernos autonómicos a las dos dirigentes. Pero, a pesar de que todas las encuestas dan como ganadora de los comicios a ERC, Rivera pidió a PP, PSC y Catalunya en Comú facilitar la investidura de Arrimadas. Y es que, como aclaró posteriormente Rivera, dentro de sus cálculos sobre "la lista más votada" no se incluyen las de quienes no respetan "la ley", es decir, las de los independentistas.

Los vaivenes de Rivera sobre si debe o no gobernar la lista más votada en las elecciones vienen de lejos. Cuando restaban apenas dos semanas para las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, en las que Ciudadanos entró al Congreso, el líder del partido naranja afirmó que lo "lógico" era que el partido con más votos intentase formar gobierno primero, pero no se comprometió a facilitarlo "ni a firmar un acuerdo de investidura ni a poner condiciones para ello" y señaló que, si el primero en las elecciones no obtenía los apoyos necesarios para la investidura, el segundo debería intentarlo. Pero dos días antes del 20D, Rivera prometió votar contra "quien intente formar un grupo de perdedores para desbancar a una lista que gana las elecciones".

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Asimismo, en los últimos tiempos los principales dirigentes de Ciudadanos han presumido públicamente de haber sido los principales impulsores de la aplicación del artículo 155. El propio Rivera señaló este jueves que el Gobierno y el PSOE eran reacios a poner en marcha esta medida y que fue la presión del partido naranja la que posibilitó la aplicación de un artículo "que se ha demostrado que era la única manera de volver a la democracia". "Sánchez decía que Rivera era el único que quería 155, pero éramos millones de españoles" los que pensaban así, sostuvo el líder de Ciudadanos, que aseguró que ya dijo "hace meses" que era "partidario" de tomar esa decisión.

Pero el caso es que no hace tanto tiempo que Rivera se subió al carro del 155, y hace apenas cuatro meses, de hecho, el líder de Ciudadanos defendía no tomar esa medida, pese a que hacía ya un mes que se conocía la fecha en la que se celebraría el referéndum ilegal del 1 de octubre. El 6 de julio, Rivera emplazó al Gobierno a impedir la consulta, pero pidió que lo hiciera sin "gritar" y que trabajase "para no tener que aplicar" el 155, porque eso sería "un titular fantástico para [el entonces president de la Generalitat, Carles] Puigdemont".

No obstante, en esa fecha aún no se habían aprobado las leyes de referéndum y transtoriedad en el Parlament, que fueron anuladas por el Tribunal Constitucional tras una tramitación muy dudosa que provocó la protesta de toda la oposición, que apenas tuvo tiempo siquiera para presentar enmiendas a las leyes promovidas por los independentistas. Esas normas salieron adelante los días 9 y 10 de septiembre, y entonces Rivera ya no descartaba la aplicación del 155. En octubre, el líder de Ciudadanos ya pedía activamente que se tomara esa decisión.

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