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21D | Elecciones en Cataluña

¿Acertaron las encuestas en las elecciones catalanas de 2012 y 2015?

Oriol Junqueras, Muriel Casals, Raül Romeva, Carme Forcadell y Artur Mas, presentando Junts pel Sí en 2015.

A menos de un mes de que tengan lugar las elecciones catalanas del 21D, las encuestas vuelven al primer plano de la actualidad. Pese a que su reputación ha caído en los últimos años, a escasas semanas de que comience la campaña electoral los sondeos son utilizados tanto por los medios como por los partidos para tomar la temperatura del electorado, y en los últimos días recogen un claro impulso de Junts per Catalunya –la lista encabezada por el expresident Carles Puigdemont– a expensas de ERC, que pierde algo de fuelle por la subida de su antiguo socio.

Además, las encuestas también pronostican un ascenso de Ciudadanos y del PSC, un fuerte batacazo del PP y el estancamiento de Catalunya En Comú Podem, mientras la CUP también perdería algunos de los escaños que obtuvo en 2015. Si estos datos son o no acertados sólo podrá saberse a partir de la noche del 21 de diciembre, ¿pero cómo fueron de certeras en el pasado? infoLibre ha analizado las últimas encuestas que hicieron públicas El País, El MundoAbcLa RazónEl Periódico de Catalunya, la Cadena Ser, el CIS y el CEO –su homólogo catalán– en los días previos a los comicios autonómicos de 2012 y 2015. En ambas citas electorales, los sondeos tendieron a infravalorar el tirón del PSC, Ciudadanos y –en menor medida– la CUP, si bien sus pronósticos no se alejaron excesivamente del resultado final a excepción de los relativos a CiU en 2012, cuando ninguna empresa demoscópica consiguió advertir el desplome de la coalición conservadora.

  Elecciones de 2012

Los comicios autonómicos de Cataluña de 2012 se celebraron el 25 de noviembre, y su convocatoria fue uno de los primeros pasos de un procés que entonces se encontraba en sus primeras etapas. El entonces presidente, Artur Mas, buscaba que CiU obtuviera una mayoría absoluta que se le había resistido en las elecciones de 2010 para tener las manos libres para conducir las reclamaciones de independencia. Pero, lejos de reforzar su posición, Mas sufrió un fuerte varapalo y su partido pasó de 62 escaños (de un Parlament de 135) a tan sólo 50 diputados.

Ninguna de las principales casas demoscópicas –ni las empresas privadas ni el CIS y el CEO– vieron venir el batacazo de CiU, que se quedó en apenas el 30,7% de los votos. En su barómetro del 8 de noviembre, dos semanas antes de los comicios, el instituto demoscópico de la Generalitat pronosticaba que la lista de Mas obtendría el 43,4% de los votos y entre 69 y 71 escaños, una desviación de nada menos que trece puntos y una veintena de diputados. El CIS, por su parte, no era tan optimista con respecto a las opciones de CiU, pero aún así infló mucho a la coalición, a la que le otorgaba en su barómetro preelectoral una intención de voto del 36,8% y 63 o 64 escaños.

Pero la sorpresa que produjo el mal resultado de Mas fue general, ya que las principales compañías demoscópicas, sin excepción, situaban su lista en el entorno de los 60 escaños. NC Report (La Razón) y DYM (Abc) pronosticaron que CiU obtendría entre 60 y 62 diputados, por la horquilla de entre 60 y 63 de Sigma Dos para El Mundo o los 62 que preveía Metroscopia. GESOP (El Periódico), por su parte, estimaba que CiU obtendría entre 62 y 64 diputados, mientras MyWord (Cadena SER) ampliaba el rango entre los 62 y los 65 diputados.

El ascenso de ERC

Por el contrario, si CiU estaba sobrestimada, las casas de encuestas no advirtieron que buena parte de ese voto nacionalista iba a ir a parar a ERC, que fue la segunda fuerza con 21 actas. Es cierto que los sondeos pronosticaban un resultado muy ajustado entre ERC, PSC y PP, pero sólo los publicados en El Periódico y la Cadena SER pronosticaban la segunda posición de los republicanos. La proyección de GESOP estimaba que ERC obtendría 19 o 20 escaños por entre 15 y 17 de los socialistas y los mismos del PP, mientras que MyWord daba a las tres formaciones entre 16 y 17 diputados, aunque con ERC unas décimas por encima de socialistas y conservadores.

El resto de los sondeos eran más pesimistas con respecto a los resultados de ERC, especialmente el de Sigma Dos para El Mundo y el barómetro del CEO, que estimaron para ellos 14 actas en lugar de las 21 finales. NC Report, por ejemplo, pronosticaba que los republicanos obtendrían 15 sillones –seis menos del resultado final–, pero prácticamente clavó los de PSC (20-21, y los socialistas consiguieron 20 escaños) y el PP (19-20, por los 19 que tuvieron finalmente los conservadores). Los 19 diputados del PP también fueron previstos exitosamente por Metroscopia (El País) y DYM (Abc), que sin embargo infravaloraron al PSC y a ERC.

ICV-EUiA, Ciudadanos y la CUP

Más precisa fue la estimación de los resultados de ICV-EUiA y Ciudadanos, que infravaloraron a ambos partidos pero se desviaron como máximo en tres escaños de los resultados finales (13 diputados para los ecosocialistas y 9 para el partido de Albert Rivera). El sondeo de GESOP para El Periódico prácticamente clavó el número de escaños de ICV-EUiA –le daba 12 o 13–, si bien patinó algo más con Ciudadanos, a los que asignó seis o siete actas. De hecho, todas las encuestas analizadas incluían proyecciones a la baja para el partido naranja: la más pesimista era Sigma Dos, que pronosticó que los de Rivera obtendrían 5 diputados y no los 9 finales. La máxima desviación en el caso de ICV-EUiA fue la de Metroscopia (El País), el CEO y DYM (Abc): las dos primeras casas les asignaban 10 escaños, y la tercera, entre 9 y 10.

¿Y la CUP? Las elecciones de 2012 fueron las primeras en las que los anticapitalistas accedieron al Parlament, y lo hicieron con tres escaños. Las encuestas, no obstante, estaban muy divididas sobre esta posibilidad: el CEO les daba entre 0 y 3 actas, NC Report entre 0 y 2, el CIS pronosticaba que no conseguirían ningún diputado, mientras MyWord y Metroscopia proyectaban dos actas para los anticapitalistas. Por su parte, DYM se pasó de optimista y proyectó entre 4 y 7 escaños para la CUP.

  Elecciones de 2015

La cita electoral del 27 de septiembre de 2015 en Cataluña no fue una más. Después de varios años de procés, el Govern de Artur Mas y los independentistas catalanes calificaron las elecciones de "plebiscitarias" y aseguraron que el resultado de esos comicios serviría para decidir sobre la independencia. Pese a que los partidos independentistas –CDC y ERC, que se aliaron en la coalición Junts pel Sí, y la CUP– solo obtuvieron el 47,8% de los votos, ese porcentaje se tradujo en una mayoría absoluta de 72 escaños de 135, por lo que el secesionismo se proclamó legitimado para avanzar hacia la independencia. Más adelante, Junts pel Sí y la CUP dieron marcha atrás y convocaron el referéndum del 1-O, pese a que una nueva consulta no estaba en sus programas electorales.

Para estos comicios las encuestas afinaron bastante más en sus predicciones que en 2012. La mayor divergencia con el resultado final fue, generalmente, que sobrevaloraron a Catalunya Sí que es Pot –la coalición de ICV, EUiA y Podemos, que consiguió 11 actas– e infravaloraron a Ciudadanos, que terminó siendo segunda fuerza con 25 escaños. En el caso del partido naranja, sólo GESOP (El Periódico) apuntó en su última encuesta antes de las elecciones que podría obtener entre 25 y 27 diputados, mientras que GAD3 (Abc) fue la empresa que más se acercó al resultado de Catalunya Sí que es Pot en su sondeo, en el que proyectaba 12 o 13 sillones para la coalición.

El resto de compañías e institutos demoscópicos fueron menos precisos a la hora de estimar los resultados de ambas fuerzas políticas. El último sondeo de NC Report (La Razón) daba 20 escaños a Ciudadanos y 16 a Catalunya Sí que es Pot, cinco menos y cinco más de los que consiguieron ambas formaciones, respectivamente. Sigma Dos (El Mundo), por su parte, también pronosticaba cinco actas menos para el partido naranja –tres más, 14, para la coalición morada–, al igual que el CIS, que dejaba a Ciudadanos con 19 o 20 escaños y a Catalunya Sí que es Pot pisándole los talones con 17 o 18. De hecho, el instituto público fue el que más se desvió a la hora de prever los resultados de la alianza de izquierdas, un papel que en el caso de Ciudadanos correspondió a Metroscopia y GAD3, que estimaron que la formación conseguiría 19 escaños.

Junts pel Sí, mejor calculada que CiU en 2012

Por otra parte, las encuestas fueron mucho más precisas a la hora de estimar los resultados de Junts pel Sí en 2015 que los de CiU en 2012. La coalición nacionalista obtuvo 62 diputados, mientras los sondeos más optimistas –los de Metroscopia y GAD3– les daban un máximo de 67. Quienes más se acercaron fueron MyWord (Cadena SER), que pronosticaba que Junts pel Sí estaría entre las 61 y las 65 actas, y sobre todo GESOP (El Periódico) y el CIS: la primera dio en su sondeo a la coalición entre 60 y 62 sillones, mientras el instituto público pronosticaba 60 o 61 escaños para la alianza.

El resultado del PSC también fue estimado de manera muy exacta por los sondeos, y de hecho NC Report (La Razón) clavó los 16 escaños que terminó consiguiendo la lista liderada por Miquel Iceta, mientras el CIS se quedó muy cerca al proyectar 16 o 17 diputados. MyWord y GAD3 también afinaron mucho: ambas casas daban a los socialistas entre 14 y 16 sillones en sus proyecciones. Las empresas que más lejos se quedaron fueron GESOP, Sigma Dos y Metroscopia: las dos primeras estimaron 13 o 14 actas para el PSC, mientras la tercera les daba 14 escaños.

Igualmente, las casas de encuestas tuvieron buen ojo a la hora de pronosticar los 11 escaños que finalmente obtuvo el PP. La única que estuvo a punto de clavar el resultado fue GESOP (El Periódico), que en su último sondeo antes de las elecciones daba 10 u 11 actas a los conservadores, mientras Metroscopia y MyWord estimaban que conseguirían 10. GAD3 (Abc), Sigma Dos (El Mundo) y el CIS estimaban que el PP obtendría 12 o 13 diputados, y la casa más optimista era NC Report, que le daba 13 escaños en su sondeo.

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La subida de la CUP y el batacazo de Unió

2015 también fue el año del despegue de la CUP, que después de haber entrado por primera vez en el Parlament en las anteriores elecciones pasó de 3 a 10 diputados en estos comicios. Las encuestas acertaron con bastante precisión su resultado, aunque Metroscopia fue la empresa demoscópica más exacta, ya que su proyección asignaba a los anticapitalistas 10 u 11 escaños. MyWord (Cadena SER), por su parte, les daba entre 9 y 12, la predicción más optimista para la CUP, mientras los más pesimistas eran GESOP –que les pronosticó 7 u 8 actas–, GAD3 –entre 7 y 9–, NC Report y el CIS –ambos sondeos estimaban que la CUP obtendría 8 sillones–.

Otra de las grandes incógnitas en los comicios era si Unió, tras su ruptura con CDC, entraría al nuevo Parlament. Los democristianos, finalmente, no obtuvieron escaño pese a conseguir el 2,5% de los votos, y las encuestas previas a las elecciones reflejaban precisamente el estrecho margen en el que se movía Unió. De hecho, la mayor parte de ellas –las publicadas por El Periódico, El País, Abc y El Mundo– estimaban que la formación tendría entre cero y dos escaños, y sólo el CIS y el sondeo publicado por la Cadena SER no pronosticaban ningún diputado para Unió. El barómetro más optimista –y, a la postre, el más equivocado– fue el publicado por La Razón, que daba tres sillones a Unió.

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