Los hechos que relacionan a Fernández Díaz con la 'policía política'

"Yo he hablado con el ministro del Interior español y el ministro del Interior español habló con el presidente español". Son palabras que le dijo en abril de 2016 uno de los supuestos integrantes de la policía política, el inspector José Ángel Fuentes Gago, al exministro venezolano Rafael Isea para tratar de convencerlo de que certificase la supuesta entrega de fondos de Venezuela a Podemos, tal y como publicó este miércoles Moncloa.com. Por esas fechas, el Ministerio del Interior estaba dirigido por Jorge Fernández Díaz, y aunque su entorno niega cualquier relación con la policía política, no es la primera vez que su nombre aparece directamente relacionado con esa brigada que, durante su etapa como ministro, realizó varias operaciones de dudosa legalidad que están siendo investigadas por la justicia.

Abc ya publicó en mayo 2016, apenas un mes después de la reunión y a poco menos de un mes de las elecciones de junio de ese año, que Isea había certificado ante la policía la autenticidad de un documento por el cual, en el año 2008, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez supuestamente daba su aprobación a la entrega de siete millones de euros a la Fundación CEPS –vinculada a varios de quienes, años después, serían dirigentes de Podemos– para crear en España un partido afín a sus postulados. Dicho documento, no obstante, nunca se judicializó.

Isea no es el único exdirigente venezolano con el que mantuvo tratos la policía política para, supuestamente, tratar de perjudicar a Podemos. Tal y como publicó infoLibre, este grupo también pactó con Carlos Alberto Arias para que, por encargo de Interior, diese pábulo a un documento que supuestamente demostraría la existencia de una cuenta bancaria a nombre de Pablo Iglesias en Granadinas en la que el Gobierno venezolano habría ingresado 272.000 dólares. Lo que no se conocía hasta este miércoles es que, antes de la declaración de Isea, varios de los mandos de la policía política se habían reunido con él en el consulado de España en Nueva York tratando de convencerlo de que la realizase y ofreciéndole una recompensa en el nombre de las más altas instancias del Gobierno, citando expresamente a Fernández Díaz y el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Según Moncloa.com, Isea tenía dudas sobre si declarar o no acerca de la autenticidad del documento sobre la financiación de CEPS, ya que temía por el futuro de su familia en Venezuela. Por ello, Fuentes Gago intentó asegurarle que el Gobierno español le daría las máximas garantías para que esos familiares salieran del país. "Yo he hablado con el ministro del Interior español y el ministro del Interior español habló con el presidente español. Yo solo tengo un mandato aquí, o sea, acompañar a estas personas y decirle a usted que me diga los nombres de las personas que quiere que documentemos en España y que le demos una nueva identidad o una nueva vida, la que tienen ustedes y les protejamos. Eso es mi compromiso. Yo vengo aquí con ese mandato. Usted me lo dice y lo hacemos", afirmó el inspector.

Horas después de que se publicase esta información, el entorno de Fernández Díaz quiso desmentir que el exministro hubiera dado órden alguna a Fuentes Gago. "La declaración", afirman estas fuentes, "se produjo ante funcionarios de la Comisaría General de la Policía Judicial, adscritos a la Brigada de Investigación de Blanqueo de capitales y Anticorrupción, integrada en la UDEF, con conocimiento previo de la Fiscalía". Y "ningún cargo público del Gobierno dio mandato alguno" ni "interfirió" en la actuación de esos funcionarios, sostienen estas fuentes, que además insisten en que "la Fiscalía estaba informada con carácter previo a la toma de la declaración y fue informada después del contenido de la misma". Las afirmaciones de Fuentes Gago, insisten, "se realizaron en el contexto del trabajo policial y sin responder, en ningún caso, a instrucciones o mandatos de ninguna autoridad política".

Las operaciones Catalunya y KitchenCatalunya Kitchen

No obstante, no es la primera vez que el nombre de Fernández Díaz aparece directamente asociado a una policía política que él niega haber conocido durante su etapa al frente del Ministerio del Interior. La primera vez que se lo relacionó directamente con ella fue en 2016. Entonces, el diario Público reveló unas grabaciones de octubre de 2014 en las que, pocas semanas antes de la consulta sobre la independencia del 9N, Fernández Díaz conversaba con el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, para intentar encontrar cualquier indicio que permitiera filtrar a los medios de comunicación supuestos escándalos de corrupción de los principales líderes políticos independentistas catalanes.

De esas conversaciones se hizo especialmente célebre una frase pronunciada por el exministro: "Esto la Fiscalía te lo afina, hacemos una gestión". Fernández Díaz se refería a la posibilidad de remitir al Ministerio Público un informe sobre una supuesta irregularidad cometida por Francesc Homs, entonces conseller de Presidencia de la Generalitat, en dos nombramientos de sendas cuñadas del también exconseller Felip Puig en puestos en la administración por encima de su cualificación. El exministro del Interior estaba muy interesado en publicar esa información, ya que consideraba que la actuación de Homs "sería prevaricación" y eso iba a provocar que se encontrara en "un follón". "Es un torpedo a la línea de flotación", aseguraba Fernández Díaz.

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Otro nombre aparecía como actor clave en las reuniones mantenidas entre De Alfonso y Fernández Díaz: el del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que según el ex ministro del Interior estaba enterado de sus gestiones para fabricar escándalos de corrupción contra ciertos políticos independentistas catalanes. Según otra grabación a la que tuvo acceso Público, Fernández Díaz trasladó a De Alfonso que la operación contaba con el beneplácito de Rajoy con la frase "el presidente del Gobierno lo sabe". Pero "es un hombre discreto donde los haya" y "su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda", "la discreción personificada", le dijo para tranquilizarlo.

Hay una tercera operación en la que, aunque el nombre de Fernández Díaz no aparece expresamente, sí lo hace el del ex número dos de la Policía, Eugenio Pino. Se trata de la operación Kitchen, una pieza secreta dentro del caso Villarejo que investiga cómo supuestamente la policía política espió entre 2013 y 2014 al extesorero del PP Luis Bárcenas para robarle documentación comprometedora para el partido conservador. Esta operación se habría pagado con cargo a fondos reservados del Ministerio del Interior, y en los documentos remitidos a la justicia figuran las rúbricas de Pino –hombre de máxima confianza de Fernández Díaz– y de varios de sus colaboradores más directos de la policía política.

Pino y otros dos mandos policiales de la brigada política están investigados por malversación, prevaricación, cohecho, robo y allanamiento de morada. Supuestamente, la policía política habría pagado con fondos reservados al chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, para que actuase como confidente, y también a un delincuente común para que asaltase armado la casa del extesorero del PP disfrazado de cura para sustraer la documentación.